*La participación de Catalina Epifanio Madero formó parte de la promoción y desarrollo de las lenguas indígenas nacionales
28/04/2022/ Desde la tribuna de la Cámara de Diputados y, con el propósito de preservar e impulsar el desarrollo y uso de las lenguas indígenas nacionales, Catalina Epifanio Madero, hablante de la lengua mixteco, consideró prioritario que se cumplan los mandatos constitucionales para que haya las mismas oportunidades de participación entre los propios grupos indígenas y para ambos géneros en la vida pública.
Propuso que la paridad de género sea efectiva con la alternancia de sexo en los cargos de representación popular, y la participación política popular no sea simulada, sino verídica, mediante la demostración de los rasgos étnicos del grupo que se defiende.
Asimismo, que las autoridades educativas privilegien con becas, especialmente a todas las niñas y los niños, hasta concluir su formación profesional.
En la sesión semipresencial, la licenciada en Educación Primaria Indígena expresó que la participación es indispensable en todos los tejidos sociales de los grupos y familias del género humano, porque en la medida en que se limita la participación, ésta es selectiva y discriminatoria, especialmente cuando tiene el poder y el control centralizado en un reducido número de personas con categorías políticas, económicas y religiosas.
Añadió que en la medida en que la humanidad busca agruparse y reagruparse, tiene en la mira buscar las mejores oportunidades o condiciones de vida; pero, en la práctica, la unidad y la igualdad no se cumplen, porque tradicionalmente es el hombre el que decide y se impone en muchas cuestiones, como la de ser cabeza de familia, representar las funciones principales y delicadas en los servicios públicos y, con ello, se relegan las aspiraciones de las mujeres.
“La discriminación social está más remarcada en los grupos étnicos, en los que las mujeres no tienen las posibilidades de estudiar una especialidad. Está demostrado, y soy testigo, que en las comunidades indígenas, casi en todos los pueblos, del rango que sea, están al frente los hombres como comisarios, comisariados ejidales, mayordomos, presidentes o coordinadores de comités escolares. Hasta en la entrega de las hijas, cuando son arreglos entre padres interesados a un fin”, añadió.
Relató que desde pequeña ha observado y vivido la discriminación por su color de piel, vestido, alimentación y costumbres. “He observado y vivido el machismo, que ha tratado de ser un obstáculo para el avance y desarrollo de las mujeres, cuyo pecado es ser femeninas, olvidándose de que el talento y la inteligencia no tienen sexo. Mujeres y hombres no somos enemigos, somos complementarios, porque ambos hemos construido este país”.
La habitante de la Costa Chica de Guerrero, pidió la construcción de una universidad en la ciudad de Ayutla, para beneficiar a los hermanos indígenas hablantes del tu’un savi, mè’phàà, náhuatl, ñomndaa, a los afromexicanos y a toda la juventud en general.
“En todos los medios de comunicación se habla de igualdad de derechos y de oportunidad para todos. Que la educación llegue a todos los rincones de nuestro país. No somos minoría, somos mayoría los pueblos originarios que con trabajo y grandeza hemos defendido a nuestro país”, afirmó.