La plaga…

/.De memoria.

Así como ese flagelo, se extiende el control y el manejo del Peje, no hay hacia dónde volver la mirada, allí siempre saltará un despropósito, una patochada surgida de la mente de un enfermo senil.

Como bestias enloquecidas miramos la destrucción del sistema educativo, la transformación en simple episodio propagandístico, de control ideológico.

Peleamos una ley energética, a la que nos oponemos y surge por inspiración palaciega la categorización de ciudadanos traidores a la Patria y mágicamente aparece un decreto ratificando lo que esta en la Carta Magna desde 1917.

Y se manipula como acto soberano equiparable a la expropiación petrolera o la eléctrica sin razonar que los recursos eran nuestros y lo que se decomisó fueron concesiones y equipos. Nada más.

Mientras, comienza a discutirse una reforma política que de acuerdo con la versión virreinal, pretende dar la oportunidad a los ciudadanos de elegir a todos y cada uno de los legisladores federales.

Hay voces que alerta: se trata de dar mas posiciones a los legisladores ”de partido” y empoderar hasta la totalidad de las 300 curules y 96 escaños al partido que alcance 40 por ciento de la votación total.

No hay necesidad de adivinar. Los partidos, todos, verán reducidos sus presupuestos hasta la inanición, pero el oficial contará con el apoyo de organismos públicos y, lo mejor, de asignaciones de apoyo a programas sociales.

Simultáneamente se pide reducción y sustitución de once a siete consejeros del Instituto Nacional Electoral, la legalización de la consulta popular, la centralización de los actos eleccionarios en la capital, la federalización y control vía Gobernación de todos los comicios en el país.

Los nuevos vonsejeros serian propuestos por el ptesudente “para impedir” la intervención de los partidos políticos. Clarito el asunto.

Con el control legislativo, el judicial como simple oficina de partes y los órganos hacendarios como espada suspendida en el cogote de empresarios y causantes, no hay posibilidad para oponerse a la entronización de su pariente Adán Augusto, autor de decisiones de orden gubernamental.

De hecho el mandatario trae a los habitantes de este país a toallazos. Las opiniones, el interés ciudadano se amontona en uno, dos, tres temas y se olvidan de la destrucción de la selva chiapaneca, el fracaso de la terminal avionera y se obvia el anuncio de que habrá otro aeropuerto para cubrir las deficiencias del recién estrenado.

También dejó de ocuparnos la relación con Estados Unidos, en la certeza de los demonios asociados, Trun y Peje, de que el primero volverá a la Casa Blanca en 2024 y el segundo lo estará acompañando por sí o a trasmano, en el Palacio Vurreinal.

No hay remedio para una plaga que se extiende sin control, sin vacuna ni forma alguna para impedirla. De que el Peje va, no hay duda.

Decepcionados, muchos, pero porque se creyeron en el cielo y así, sin puñalote en la mano, PeJehová los expulsó del Paraíso. Adiós, Clau; adiós, Magcel; adiós, adiós para siempre adiós…