ALHAJERO
/ Marta Anaya /
Ante la evidencia, silencio. Silencio. Volver la cara hacia otro lado. O bueno, jugar a dos aguas para salvar la figura del señor gobernador
Cómo reaccionaron los senadores del ala dura de Morena ahora que regresó José Manuel del Río Virgen al Senado y retomó sus funciones como secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo)?
¿Qué dijeron esos 31 legisladores luego de que Del Río fue declarado inocente por todos los costados –lo confirmaron el juez de Distrito, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y un Tribunal Colegiado– ante las acusaciones que le formuló la Fiscalía de Vera cruz?
Silencio, estruendoso silencio. O mejor habría que decir: como avestruces, escondieron la cabeza.
¿Recuerdan la rebelión que organizaron a principios de año porque Monreal y los coordinadores de los partidos de oposición crearon una Comisión Especial para documentar la detención de Del Río y los abusos del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García? No han olvidado, ¿verdad?, que con ese motivo intentaron quitar a Monreal de la coordinación del grupo parlamentario de Morena y que Dante Delgado, coordinador de Movimiento Ciudadano, tuvo que renunciar a la presidencia de dicha Comisión para salvar la posición del zacatecano.
Seguro tendrán en mente también algunas de las declaraciones de esos senadores que se rasgaban las vestiduras en defensa del mandatario veracruzano, y rechazaban se tratara de una persecución política de Cuitláhuac.
Bueno, pues seis meses después resulta que José Manuel es inocente (la fiscalía no ofreció una sola prueba que vinculara a Del Río al delito que le acusaba) y dadas las recomendaciones de la CNDH, bien se le puede considerar un perseguido político.
En fin, ante la evidencia, silencio. Silencio. Volver la cara hacia otro lado. O bueno, jugar a dos aguas. Ahí tienen al senador moreno José Narro Céspedes, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, reposteando el comunicado de la fiscal veracruzana donde lamenta la liberación del cofundado de Movimiento Ciudadano y asentando que la sentencia no exonera a Del Río.
Su actitud provocó tal desconcierto en algunos de sus compañeros que Narro publicó ayer una carta tratando de quedar bien con las dos partes. Asentó que la liberación de José Manuel del Río confirmaba que en la 4T “no existe corrupción ni se fabrican delitos”.
Acto seguido, fue a la oficina de Del Río en el Senado para darle un abrazo y desdecirse de sus declaraciones de principio de año al son de “yo siempre creí en tu inocencia”.
¡Todo sea por llegar a la presidencia de la Mesa Directiva!
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GEMAS: Obsequio del padre Pato en Atando Cabos: “Esos sermones mañaneros, esas homilías mañaneras ¡qué daño nos están haciendo! A muchos sectores de la sociedad los están adormeciendo y no nos deja ver una realidad que es cruel. Vengan vivir a la Tarahumara, vengan a vivir el dolor a la sierra, a ver si son tan buenos predicadores como predican”.
