**Otros ángulos.
/ Raúl Cremoux /
Todo comenzó el 31 de diciembre de 2019. Por primera vez la OMS notificó que un virus desconocido había brotado en China. Bueno, todos pensamos que lo que pudiera ocurrir en un sitio tan lejano y poco frecuentado por nosotros era un asunto de ellos y nada más. Además, los festejos para iniciar el año 2020 ya estaban preparados y lo que nos esperaba no era otra cosa que la fiesta.
¿Por qué ese año y el siguiente murieron cientos de miles de ciudadanos cuando pudieron haber sobrevivido? ¿Puede ahora ocurrir lo mismo?
Pandemia es un libro que no pretende abarcar todo el gigantesco poliedro de un fenómeno que siendo de salud pública incluyó, y lo sigue haciendo, espacios fundamentales de la economía, la educación y hasta la seguridad individual y colectiva. El texto aspira a valorar la extraordinaria tarea de un grupo muy diverso de médicos que empeñó conocimientos, talento, valentía, vocación de servicio y una determinación inquebrantable por salvar vidas que, de otro modo hubieran fallecido.
Cuando la voz oficial señalaba: “Si te sientes mal, toma paracetamol y vete a casa”. Los pacientes recurrían a los hospitales saturados cuando era demasiado tarde. Con una atención pronta y eficaz pudieron haber sobrevivido. De hecho, se enviaba a padecer y, finalmente, a morir en casa o donde pudieran tener albergue.
Para abril de 2020, un grupo de empresarios, donde figuraron empresas tan grandes como Fundación Carlos Slim, Walmart, Bimbo o Femsa, al igual que pequeñas como Cremería Americana, Maribel Mata o Molinos de Chalco, decidieron seguir el ejemplo de China y España al crear el Hospital Temporal Covid-19 en el Centro de Convenciones y Exposiciones Citibanamex.
Lo fundamental era la creación de un grupo médico en medio del extendido temor de no saber a qué se enfrentaban. ¿El virus se transmitía por la saliva, el contacto físico o, lo que sería lo peor, a través del aire que respiramos? Con inusitada rapidez, se formó un núcleo médico con Rafael Valdez, Héctor Herrera Bello, Lidia Moreno y Heberto Arboleya.
Al principio temerosos y después de consultar con sus familias se lanzaron a lo desconocido. Se nutrieron de quienes habían participado en anteriores epidemias controladas y convocaron a inmunólogos y también de muy diversa especialidad que aceptaran el riesgo: infectólogos, intensivistas, epidemiólogos, urólogos, endocrinólogos, cardiólogos, anestesiólogos, hematólogos y hasta rehabilitadores. Los médicos eran jóvenes, especialistas, maduros, expertos o novatos. Todos fueron aprendiendo, al mismo tiempo que se desprendían de escafandras, pijamas médicas dobles, botines y hasta de guantes. Todos permanecían con cubrebocas, lavado continuo de manos y gel protector. Sus horarios eran de más de ocho horas diarias llegando los líderes clínicos y los directivos médicos hasta 16 o 18.
La tarea conjunta de empresarios, UNAM, Secretaría de Salud de la CDMX y, enfáticamente, del grupo médico, fue una epopeya médica que Hospitales Cruz Azul reconoce con una edición destinada a crear conciencia en la población.
El libro Pandemia será presentado en dos librerías: en El Péndulo (Alejandro Dumas 81) el miércoles 6 de julio a las 7:30 p.m. y en Gandhi (Miguel Ángel de Quevedo 121) el viernes 29 de julio a las 19 p.m.
Enfermeras, camilleros, choferes y doctores que participaron en esta gesta dramática: gracias, mil gracias.
