Con una población de más de 8 millones de habitantes, en Veracruz solo operan dos hospitales psiquiátricos: el Instituto Veracruzano de Salud Mental Dr. Rafael Velasco Fernández, ubicado en la capital del estado y el Hospital Psiquiátrico Dr. Víctor M. Concha, en Orizaba. Hay 11 módulos de Salud Mental y los llamados UNEME-CISAMES, así como dos unidades psiquiátricas en los hospitales generales de Poza Rica y Coatzacoalcos; 16 hospitales con servicio de psicología y solo ocho centros de salud con servicio de Salud Mental.
Y no, no se trata únicamente de esas personas que vemos deambulando sin rumbo en calles y carreteras del estado, sino de una cantidad de trastornos mentales, como la depresión, que requieren de urgente atención y que se presentan más frecuente de lo que creemos. La Universidad Veracruzana (UV), por ejemplo, ha hecho un estudio profundo de éstas a raíz de la pandemia del Covid19, pues el encierro prolongado y el temor a contagiarse o recontagiarse las disparó.
Con la reforma que se hizo el pasado mes de abril a la Ley General de Salud, el Rafael Velasco y el Víctor M. Concha desaparecerán. ¿A dónde irá el personal ahí adscrito? ¿Qué pasara con los internos y con los inmuebles? Pese a que este tema está en la mesa de discusión nacional desde hace ya varios meses, la Secretaría de Salud en Veracruz ha permanecido totalmente callada, como en muchos otros temas. ¿Los UNEMES y hospitales serán suficientes para atender a todos los enfermos?
En materia de salud mental hay mucho por hacer, empezando por campañas que nos permitan identificar las enfermedades y atenderlas, rompiendo los estereotipos que las rodean y que impiden que muchas personas reciban el tratamiento adecuado.
Ojalá y pronto la Secretaría de Salud en Veracruz responda éstas y otras interrogantes en la materia.
@YamiriRodriguez