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28/07/2022/ La agencia calificadora Moody’s afirmo a inicio de semana que si Estados Unidos cae en recesión y se produce “una combinación de eventos desfavorables”, México experimentará una caída del 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023, con una inflación prolongada y una recesión de tres trimestres.
De acuerdo con un ejercicio de prospección, contenido en el documento “La próxima recesión global”, estos “eventos desfavorables” se refieren a la persistencia de choques de oferta en la economía global, altos precios de las materias primas, debilitamiento de la demanda interna ante la necesidad de una mayor restricción monetaria para abatir la alta inflación.
La escasez de insumos internos y externos interrumpiría frecuentemente la producción, el aumento de precios desataría una espiral inflacionaria por los choques entre la oferta y la demanda, así como por las malas expectativas de la economía nacional.
La posibilidad de una recesión económica en tiempos post pandemia de coronavirus se está abriendo paso en muchos países, incluyendo los más desarrollados.
Una recesión es un período prolongado en el que se paraliza la rueda de producción económica, a raíz de situaciones como el desempleo o una reducción de la oferta de oportunidades de trabajo.
Es una especie de cadena donde los consumidores compran menos, haciendo que las empresas no puedan pagar a los empleados para que mantengan la producción o sea innecesario tener una cantidad de empleados a tiempo completo. Mientras tanto, aumenta el desempleo, se reducen los sueldos y los empleados no generan ingresos suficientes para pagar sus compromisos.
La recesión también puede estar ligada a una deflación, que es “la disminución abrupta de los precios de los bienes, generalmente derivado de una caída importante en la demanda”.