El pasado abril presidencia informó que un convoy de militares conformado por 36 vehículos, 34 tractocamiones, 12 unidades de maquinaria pesada, 6 camiones de volteo, 9 oficinas móviles y 2 camionetas escoltas, trasladó también a 75 ingenieros de diferentes especialidades a Tulum, donde se establecería un centro de mando que delegará campamentos que serán establecidos en Playa del Carmen y Puerto Morelos.
De acuerdo con la información oficial, los militares participarán en la construcción de los tramos 5, 6 y 7, que van de Tulum a Chetumal y de Chetumal a Escárcega, Campeche, atravesando la reserva natural, cultural y patrimonial protegida de Calakmul, sin embargo, información recabada desde dentro del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), señala que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) será el constructor y operador del 100% de la obra, mismo que formará parte de la mega empresa denominada Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, S. A. de C. V.
Presentada y constituida como una Empresa de Participación Estatal Mayoritaria, esta organización fue adjudicada al Ejército a través de un título de concesión entregado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), donde la Sedena es la accionista mayoritaria con 99 acciones, mientras que el Banco del Ejército solo tiene una acción. La entidad funciona en términos de la Ley General de Sociedades Mercantiles y de la Ley Federal de Entidades Paraestatales.
A decir del presidente Andrés Manuel López Obrador, esta empresa tendrá a su cargo el AIFA y los aeropuertos de Tulum, Palenque y Chetumal, además del Tren Maya, y tres cuartas partes de sus utilidades serán destinadas al financiamiento de las pensiones y jubilaciones del personal militar.
“Quiero también aprovechar para decirle a la gente de que tomamos la decisión de entregar estos bienes en custodia a la Secretaría de la Defensa Nacional. Por ejemplo, el Tren Maya, el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles el aeropuerto de Palenque, el aeropuerto de Chetumal, el nuevo aeropuerto de Tulum, van a formar parte de una empresa manejada por la Secretaría de la Defensa Nacional, porque si estos bienes se lo dejamos a Fonatur o a la Secretaría de Comunicaciones no aguantan ni la primera embestida (…) Se va a establecer que el 75% de las utilidades de todos estos complejos va a ser para el pago de pensiones de las Fuerzas Armadas y 25% para el pago de pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, las utilidades. Esto nos va a garantizar que no se privaticen estas obras”, dijo en una conferencia mañanera en noviembre pasado.
Con la llegada del convoy militar a Tulum y el establecimiento de 10 campamentos, se estima que en las próximas semanas haya alrededor de 100,000 soldados haciendo múltiples funciones para cumplir con la orden presidencial de terminar el Tren Maya en diciembre de 2023.
La pregunta es ¿a qué costó señor presidente? ¿La guardia nacional suplirá a los 100 mil soldados que pone de albañiles para intentar frenar el desorden que provocan sus protegidos delincuentes? Porque usted dice que “por qué también son seres humanos” aunque sua actos no lo demuestren al asesina a mujeres embarazadas, niños, adultos mayores y otras personas.
Ya antes puso al servicio de Trump 126 mil soldados para frenar el flujo migratorio durante su mandato como lo puso en evidencia el mismo expresidente de EUA, y ahora los pone a favor de quienes construyen los proyectos de su gobierno, ¿o es de Trump o de algún otra magnate de la 4t la inversión?
Andrés Manuel López Obrador nos debe una explicación muy, muy amplia.
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