Sin tacto
Por Sergio González Levet
Tal vez no estaría de más que instalaran aunque fuera un teléfono de mecate con sendos botes vacíos a cada lado, uno en la oficina del Gobernador y otro en la del Secretario de Gobierno.
Lo digo porque en las declaraciones que hacen públicas uno y otro funcionario se desdicen y hasta se contraponen. Y eso sucede más a menudo de lo que puede aceptar la buena gobernanza de Veracruz.
El ejemplo más cercano es de ayer, cuando don Eric Cisneros anunció públicamente que el Gobierno del Estado interpondrá una demanda en contra del ex dirigente estatal del PRI y ex candidato a alcalde de Emiliano Zapata, Renato Alarcón Guevara.
Dijo así: “El responsable y se los digo de frente, nosotros no mentimos, quien promueve estas cosas se llama Renato Alarcón. La denuncia se va a presentar por obstrucción a las vías generales de comunicación”.
Peeeero… El gobernador Cuitláhuac García Jiménez declaró también por su lado ayer mismo que “quedó demostrado que sí, que él está molesto porque sus terrenos tienen colindancias con el desarrollo habitacional” (se ve que no leyó la carta aclaratoria del propio Renato, en donde explica que su rancho El cartujano está a ocho kilómetros del fraccionamiento de casas Carpín).
Y respecto de la denuncia, dijo García que “eso ya corresponderá a los afectados, ellos serán quienes decidan si se interpone” (sic) “o no las denuncias correspondientes”.
O sea que sí, pero no. “Presentará la denuncia el Gobierno del Estado” (Eric), pero no, porque eso “corresponde a los afectados” (Cuitláhuac).
También el Secre de Gobierno se mostró poco enterado del espíritu de las leyes que rigen a nuestro país porque, lo cito textual:
“El tiempo y las investigaciones lo van a decir; eso no se litiga en los medios de comunicación, se va a litigar en la Fiscalía General del Estado. Se van a poner las denuncias y, bueno, él” (Renato Alarcón) “TENDRÁ, ESOS DICHOS, TENDRÁ QUE SOSTENERLOS CON HECHOS. Nosotros no decimos cosas al azar, somos gente seria, tan somos gente seria porque no hemos militado en esos partidos en donde se acostumbraba a mentir”. Ajá.
En nuestro Derecho, el que acusa es quien tiene que demostrar la culpabilidad, no el acusado demostrar su inocencia, así que Alarcón Guevara no tiene que sostener con hechos nada, sino que lo que le achacan se lo tendrían que probar a él.
Así que el Gobernador y su segundo(?) de a bordo tienen que encontrar la manera de comunicarse más entre ellos, para que dejen de estarse contradiciendo… porque luego ya no sabe uno quién manda.
Parece que el espíritu obradorista campea en todas las lenguas oficiales.
sglevet@gmail.com