Cómo afecta al cerebro la falta de oxígenación.

¿Cómo afecta la falta de oxígeno al cerebro? Esta pregunta es tan recurrente como difícil de responder ya que cada caso es distinto, aunque siempre hay puntos en común entre las personas que sufren esta circunstancia.

Repasamos las consecuencias más habituales y las posibles soluciones para cortar el avance de las secuelas correspondientes.

¿Qué puede provocar la anoxia cerebral?
Este episodio lo puede experimentar cualquier persona que sufra un infarto. Igualmente, otras circunstancias como un atragantamiento, una crisis provocada por una enfermedad respiratoria o un ahogamiento son las causas más habituales.

Al existir distintos tipos de anoxia, como podremos comprobar en los siguientes apartados, dependiendo del que suframos, así serán las consecuencias.

Isquémica
Denominamos así a la que está provocada por un ictus, una arritmia, un infarto, un estado extremo de ansiedad o una hemorragia severa.

Anóxica
Está producida por alteraciones en la cantidad de oxígeno que inhala la persona afectada. Se produce en casos de ahogamiento, mal de altura, asma, shock anafiláctico, problemas durante la administración de anestesia y dolencias que provoquen la parálisis de la musculatura o del sistema nervioso como la epilepsia, entre otras.

Anémica
La anemia extrema conlleva una falta de oxigenación correcta de la sangre, que termina por afectar al funcionamiento del cerebro.

Tóxica
La provocan el monóxido de carbono, las drogas, una ingesta masiva de alcohol o la aspiración de productos químicos diversos.

Consecuencias de la anoxia
Tras cuatro minutos sin oxígeno, el cerebro puede sufrir daños irreversibles, así como la muerte de buena parte de las neuronas. Dependiendo del área afectada, así serán las secuelas:

– Si se daña el hipocampo, se podría producir la pérdida total de la facultad para almacenar nueva información.

– Si resultan afectados los ganglios basales y el cerebelo se experimentarían problemas de movilidad.

– Si la anoxia afecta a la corteza cerebral, se produce una grave alteración del funcionamiento cognitivo.

A pesar de la gravedad de los síntomas, necesitamos apostar por el optimismo, ya que existen tratamientos de enorme efectividad que palian los mismos.

Tipos de tratamientos
Todos tienen como único objetivo la rehabilitación neurológica:

– Rehabilitación en fase de ingreso. Se recomienda cuando el paciente se encuentra estable, pero su grado de dependencia impide que vuelva a casa sin antes haber adaptado el domicilio. También cuando todavía es pronto para que el paciente se traslade a diario al centro de neurorrehabilitación, por la fatiga que esto pudiera ocasionar.

– Rehabilitación ambulatoria. Ya desde su domicilio, el paciente acude diariamente o durante unos días a la semana determinados a rehabilitación, con un patrón de tratamiento definido por el equipo médico y con el nivel de intensidad ajustado a las necesidades del momento.

Este tipo de tratamientos de recuperación los llevan a cabo neuropsicólogos, logopedas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, con la supervisión médica del médico rehabilitador, siendo todos ellos expertos en rehabilitacinón neurológica.

La duración de estas terapias va de los 6 a los 12 meses. Lo fundamental es recuperar la función cerebral lesionada, así como ayudar al paciente a superar los posibles problemas relacionados que pudiera experimentar.

Como hemos comentado, resulta imprescindible realizar una valoración inicial por parte del equipo tras el episodio que ayude a determinar, de forma exacta, el alcance de la anoxia.

Tras la correspondiente comprobación de la movilidad muscular y de la capacidad cognitiva del paciente, se debe diseñar el plan más eficaz para conseguir que el paciente se recupere progresivamente.

En las Clínicas Neural nos encargamos de diagnosticar cómo afecta la falta de oxígeno al cerebro y de amoldar los diversos tratamientos que realizamos a las necesidades de cada persona afectada por una anoxia.

Gracias al trabajo de nuestros profesionales, es más fácil conseguir el objetivo de devolverle, en la medida posible, la calidad de vida perdida por culpa de esta dolencia.

Contactando con nosotros responderemos a cualquier duda y comenzaremos un proceso de recuperación necesario para frenar el deterioro progresivo del cerebro.