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17/10/2022/ Ciudad de México.- Luego de que se dieran a conocer documentos militares que revelan la labor del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y a lo sucedido en Cerocahui, la Compañía de Jesús en México, también conocidos como jesuitas, cuestionaron la vigilancia que se les ha impuesto además de catalogarlos como “grupo de presión”, proveniente de las declaraciones de sus integrantes y víctimas.
En entrevistas con medios y a través de un comunicado la comunidad jesuita en el país reprocho que se haya categorizado al Centro Prodh como un grupo de presión por parte de gobierno. Puntualizaron que su trabajo es para la defensa de los derechos humanos y lo calificaron de fundamental para consolidar el Estado de Derecho y la democracia.
“Rechazamos que, en documentos castrenses, se le clasifique como “grupo de presión”. Lamentamos que las declaraciones públicas de los integrantes del Centro sean objeto de monitoreo intensivo, lo mismo que las declaraciones de las víctimas a las que acompañan”, refieren en su mensaje.
Reclamaron la falta de acción por parte de las autoridades pues, según los documentos que reveló el grupo de hackers ‘Guacamaya’, el gobierno conocía las actividades ilícitas de Jose Noriel Portillo Gil ‘El Chueco’ en la comunidad de Cerocahui en Chihuahua.
Los papeles de la Sedena revelan que el Ejército conocía todo sobre el imperio criminal del principal sospechoso de los homicidios de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, desde años antes de los crímenes, homicidio que sucedió hace ya más de 3 meses y no hay un sólo detenido.
“De haberse actuado en consecuencia, la tragedia probablemente se hubiera evitado. Adicionalmente, expresamos nuestra preocupación porque en los documentos militares emitidos en los días posteriores a los lamentables sucesos, se especifican instrucciones para monitorear las declaraciones públicas de las autoridades eclesiásticas presentes en la zona, con el fin de evaluar si eran críticas contra el actual gobierno”, revelaron.