**Prosa aprisa .
/ Arturo Reyes Isidoro /
Pues no. Resulta que no es solo la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán la única vía del sur del estado que está en estado deplorable, casi intransitable, a punto de colapsar.
Coincidente con la publicación ayer en esta columna sobre esa vía, el medio Expresionismo Periodístico publicó también, acompañada de fotos muy ilustrativas, una información sobre el estado en que se encuentra la carretera que va de Acayucan a la Sierra de Santa Marta vía Soconusco.
Es una vía de comunicación por la que a diario transitan transportistas, maestros, estudiantes, comerciantes, en general pobladores de Acayucan, Soconusco, Soteapan, Mecayapan, Tatahuicapan y Pajapan, pueblos originarios nahualts y popolucas, todos de la Sierra de Santa Martha, carretera que sirve, además, para mover toneladas de productos del campo.
Casi ya completamente destrozada en muchos tramos, uno se pregunta qué hace la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) que no vigila el estado de las carreteras y caminos estatales menos les da mantenimiento, por lo que el abandono es patente
¿En dónde está el titular de la SIOP Elio Hernández, en dónde el personal de su dependencia, en dónde los responsables de cuidar el buen estado de los caminos y carreteras?
Hace un mes, el 19 de septiembre, don Elio exhibió la también deplorable situación de la dependencia su cargo: desde entonces dijo que ya no había recursos para reparar los daños causados por las lluvias a la red carretera.
Luego de hacer una guardia ante el monumento a Hidalgo, en el parque de Los Berros en Xalapa, fue contundente: «El presupuesto ya se etiquetó; todo lo que salga de daños tenemos que ver de dónde sale dinero para arreglarlo. La Federación a veces nos apoya y también el Estado ve la manera de sacar a flote».
Esa es la triste realidad. No hay dinero. Por eso los funcionarios del gobierno del estado guardaron silencio ante la exhibida que les pegó el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando le pidió al director (antes delegado) de la SCT, Ramón Álvarez Fontán, que se encargue de atender el problema de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán.
Exhibida porque resulta que el tramo de Las Matas es carretera estatal, esto es, es responsabilidad del gobierno del estado, no es carretera federal, de tal forma que el descuido, la negligencia es del gobierno cuitlahuista, y su ineficiencia llevó a que el presidente le encargara al delegado federal de la SCT que él resuelva el problema.
Aquí es donde no se justifica ni se explica cómo es posible que tienen dinero para acarreos masivos, como los que han hecho, para apoyar a su candidata a la gubernatura Rocío Nahle, pero en cambio no hay para obras prioritarias y miles de veracruzanos sufren las consecuencias.
Hace un mes, al declarar el titular de la SIOP que no tienen dinero, confirmó lo que ayer se comentó en este espacio: que muy orondo AMLO ordenó al delegado de la SCT que resuelva el problema de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, pero no anunció que ordenaría una partida económica para realizar los trabajos.
Desde su mañanera, ya quedó bien. Dio la orden y sus aplaudidores dieron prácticamente por resuelto el problema. No es cierto. Es puro jarabe de pico. Se insiste: habrá de verse si en el Presupuesto de Egresos del Ejercicio Fiscal 2023 la Federación destina alguna partida, pero por ahora no hay con qué.
Y si no arreglan esa carretera de gran importancia, menos van a reparar la que va de Acayucan a la Sierra de Santa Martha. Y pensar que ellos llegaron al poder proclamando que eran la esperanza de México. Ajá.
Tengo curiosidad por ver qué dice sobre esta crítica situación el gobernador Cuitláhuac García Jiménez en su cuarto informe de gobierno el próximo 15 de noviembre.
Lo cierto es que su gobierno tiene abandonado el sur del estado, al menos por lo que respecta a sus carreteras. Y ya vamos en el cuarto año de la administración, a punto de entrar al quinto y penúltimo.
A todos, muchas gracias
Lectora, lector, este miércoles fue muy especial para mí y mi familia: terminaron los días de preocupación, de angustia, por el estado de salud de mi hijo mayor, Arturo, también periodista: salió ya del hospital. Dios nos ha bendecido.
Advertirás que mi columna es más corta de lo habitual. Nos dedicamos a ver todo lo de su salida y su traslado a donde estará un tiempo en rehabilitación (confiamos que no será tan prolongada) y ello me ocupó bastante tiempo. He redactado esta prosa verdaderamente aprisa.
A todos ustedes, a todos quienes de diversas formas me acompañaron en esos días difíciles, gracias, muchas gracias. Sin duda, el pueblo veracruzano, ustedes, son solidarios por naturaleza. Eso los distingue. Lo palpé, lo viví en carne propia. No me imaginé la respuesta que tendría, incluso de quienes no me imaginé que se harían presentes.
A todos, gracias, muchas gracias, incluyendo, por supuesto, al personal del Hospital Regional de Alta Especialidad del puerto de Veracruz.