22/11/2022/ Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- La activista mexicana y defensora de los derechos humanos Norma Esther Andrade recibió en Suecia el Premio Eldestman 2022, por su acompañamiento por más de 20 años a familiares de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio, luego de que viviera en carne propia el secuestro, desaparición y feminicidio de su hija, Lilia Alejandra García Andrade, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Dicho premio, que otorga la Fundación Sueca Harald Eldestam, se entregó a Norma Andrade “por ser una de las voces más elocuentes y persistentes contra el feminicidio” y por su “coraje excepcional al defender sus convicciones en la defensa de los derechos humanos”, expresó Caroline Edelstam, presidenta del jurado del certamen.
Por más de dos décadas, Norma Andrade ha exigido justicia por el feminicidio de su hija, perpetrado en 2001. A raíz de lo anterior, la defensora ha sido víctima de dos intentos de asesinato, el primero en Ciudad Juárez y el segundo en la Ciudad de México.
A pesar de los atentados contra su vida, Norma Andrade no ha dejado de trabajar por la justicia para su hija, así como de acompañar a otras familias de víctimas de feminicidio y desaparición.
Actualmente Norma Esther Andrade se desempeña como coordinadora de Promoción y Capacitación en el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social (Acción DH) en el que imparte cursos de prevención de la violencia a jóvenes y brinda acompañamiento a familiares de víctimas de niñas desaparecidas y asesinadas en diversos estados del país.
Sobre este premio, Norma Andrade comentó: “es complicado para mi, por un lado estoy contenta de que se reconozca mi trabajo, por otro lado estoy triste porque el motivo por el que se me reconoce es por el asesinato de mi hija y por no haber dejado nunca de exigir justicia y de luchar por ella y por otras muchas víctimas más del femincidio. Con este premio me doy cuenta de que sí hay quienes ven lo que estoy haciendo por visibilizar los feminicidios en México, de cuyas autoridades sólo he recibido mal trato, negativas, agresiones e incluso amenazas de muerte”.
“Espero que este reconocimiento permita hacer un llamado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que remita el caso de mi hija a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), porque pese a que ya se cuenta con un muy buen informe de fondo sobre las violaciones que se han cometido en la tramitación del caso de Lilia en México, el caso aún se encuentra en suspenso en esa instancia internacional”, sentenció.
Maestra de vida: Norma Andrade
Norma Andrade se define como «un ser con sentimientos y cualidades, defectos, sueños en la vida, pero también madre y abuela. Con ilusiones de ver a sus hijos realizados, todo unos profesionistas. Una mujer con deseos de realizarse como persona. Y con un genio de los mil demonios». Su sueño, dijo, es volver a dar clases.
«Quiero volver a mi profesión; siempre soñé con ser maestra desde niña. Es algo que logré alcanzar, pero quiero más dentro de mi profesión, como cualquier maestra; cuando tienes la semilla de un niño en primer año, que está germinando en la educación, el llegarlo a ver como profesional es un orgullo para nosotros, pero como maestro queremos realizarnos y tener logros».
No te pierdas la entrevista que le hizo Lucía Lagunes Huerta a Norma Andrade en el siguiente link:
Norma Andrade nació y creció en Ciudad Juárez, donde se vio obligada a convertirse en defensora de los derechos humanos de las mujeres a raíz del feminicidio de su hija, Lilia Alejandra, de 17 años.
Lilia Alejandra desapareció luego de salir de trabajar de la Planta Maquiladora Servicios Plásticos Ensambles SA, ubicada entre la Avenida Ejército Nacional y la Carretera Panamericana, en Ciudad Juárez, donde abordaba un camión para regresar a su hogar. Fue localizada sin vida el 21 de febrero del mismo año, en un lote baldío cerca del lugar donde laboraba.
Dejó en orfandad a su hija de 5 meses y a un niño de un año 8 meses de edad. Acababa de reiniciar sus estudios en la preparatoria abierta con el anhelo de convertirse en periodista; y para lograrlo, como la mayoría de las mujeres en la frontera norte del país, se empleaba en la industria de la maquila.
El 9 de abril de 2003 la CIDH recibió la petición de admisibilidad del caso, “por la falta de investigación en la desaparición y posterior muerte de Lilia Alejandra García”. Norma Andrade argumentó la serie de irregularidades que hubo en la investigación del feminicidio de su hija: pérdida de evidencias, negligencias, falta de personal calificado y malos tratos, y -como se requiere previo a acudir a la Comisión- que había agotado todos los recursos legales dentro del país sin obtener justicia.
Norma Andrade argumentó ante la CIDH que se perdió la posibilidad de hallar con vida a Alejandra debido a los retardos y omisiones de las autoridades. Pero estos dichos no fueron suficientes para la Comisión Interamericana, quien el 19 de marzo de 2012 finalmente resolvió atraer la petición de Norma Andrade y sin entrar en el análisis del caso, refirió que a (entonces) 11 años del feminicidio de Lilia Alejandra “el Estado mexicano no había proporcionado información concreta sobre la conclusión del proceso o medidas sobre el avance en la investigación más allá de la etapa inicial”.
Hoy, la única salida para que Lilia Alejandra obtenga justicia y se dé celeridad con la investigación es que la CIDH se pronuncie al respecto y pueda dar paso a que el caso llegue a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.