Condenan a cadena perpetua por asesinato agravado a 5 “rugbiers” y a tres por 15 años

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06.02.2023. Argentina.- Luego de un juicio largo y tortuoso para la madre y padre de la víctima, que tuvieron que ver -una y otra vez- como su hijo Fernando Báez Sosa, fue golpeado con alevosía y ventaja por un grupo de jóvenes conocidos como los rugbiers, quienes realizaban desmanes y mantenían asolada a la población de su ciudad o destinos turísticos, dejando inválidos a otros muchachos más o les robaban impunemente, el tribunal en Argentina condenó este lunes a 5 con cadena perpetua y a tres con 15 años de prisión.

El grupo de ocho jóvenes que en enero de 2020 asesinó con alevosía, ventaja y premeditación a golpes a Fernando Báez Sosa, a la salida de una discoteca en el balneario de Villa Gesell, en la provincia de Buenos Aires, recibió la noticia con al menos lágrimas (que no habían mostrado durante todo el juicio) y el desmayo del principal perpetrador del artero crimen.

Cinco de los amigos de entre 21 y 23 años, que jugaban al rugby juntos, recibieron la pena máxima de cadena perpetua por ser autores del “homicidio agravado por alevosía” de Báez Sosa y por el “concurso premeditado de dos o más personas” pues al menos seis de ellos lo golpearon arteramente y con crueldad, sin que el estudiante pudiera defenderse. Esto implica que deberán cumplir una pena de al menos entre 30 y 50 años de cárcel.

Los otros tres recibieron una sentencia de 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del delito, aun cuando al final se vio que uno de ellos también participó en la masacre del joven.

El veredicto no satisfizo al abogado de la familia de la víctima, que buscaba perpetua para todos, pero si a la ciudadanía argentina que siguió con enojo y condena por lo que hacían este grupo de rugbiers, en contra de jóvenes estudiantes solo por el placer de golpear y robar impunemente pues la autoridad nunca actuó ante las denuncias.

Ha trascendido que la defensa legal de los rugbiers apelará la sentencia mientra pues consideran que los tres jueces que determinaron la sanción penal fue presionada por la opinión pública argentina.