Adela Micha y las mañaneras .

Adela Micha comentó que “el presidente Andrés Manuel López Obrador, acumula más de mil mañaneras desde que está en el poder; sin duda se trata del recurso propagandístico de más impacto en el México moderno. Pero como espacio de diálogo y apertura democrática, son un rotundo fiasco.

El día que López Obrador deje el poder, la relación entre la figura presidencial y la prensa, no creo que vuelva a su fase previa. Como sociedad, nos tocará hacer una reflexión profunda, de cuánto nos ha costado haber dejado que el presidente tuviera una plataforma, para públicamente renunciar a la realidad. Desde el día uno, las mañaneras se configuraron como un ejercicio de auto celebración.

El presidente se convirtió en la primera línea de defensa de su propio gobierno y ante los cada vez más escasos cuestionamientos de verdaderos periodistas, el presidente ha seguido siempre una misma estrategia, la confrontación y el ataque son sus arietes predilectos.

No importa si la evidencia, las pruebas, la irrefutable realidad se le presentan, él siempre tiene otros datos y si no los tiene, saca la guadaña de la historia, para descabezar cualquier asomo de cuestionamiento. Aparecen entonces, no un jefe de estado sino un gigante, con pies de barro que cuando se siente acorralado, usa el insulto y la descalificación. Sin embargo, eso no desaparece se lo que él mismo pueda constatar, día tras día y nadie como él domina el espacio público, tanto que se trae el lujo de prescindir de la agencia de noticias del estado que por cierto está por cumplir 3 años en huelga.

Tanto que evade la responsabilidad, de que el mecanismo federal de protección a periodistas sea un fracaso, tanto que muy probablemente, no recuerda a los 63 periodistas asesinados en lo que va de su administración. Así hemos vivido desde diciembre del 2018, por eso yo no estoy de acuerdo con aquellos que creen que la única forma, de no caer en el juego presidencial es huir de la partida. El periodismo cuestiona, porque esa es su naturaleza, la labor periodística es una piedra fundamental de la democracia, porque este régimen político necesita de los contrapesos”.