Por Gaby Arriaga*
Es incuestionable decir que el show de Rihanna pasará a la historia como una de las presentaciones más memorables del medio tiempo del Super Bowl. Quizás, lo que se podría someter a conversación es el motivo de tal afirmativa: no fue el escenario flotante ni el setlist que marcó su regreso tras siete años de ausencia. Lo relevante surgió de un elemento que sorprendió a todos: su embarazo.
Se sabía que la barbadense atravesaba un periodo de postparto, pero no se tenía el conocimiento, al menos en medios masivos, de su nuevo embarazo. Este hecho no sólo desató controversia, también detonó reacciones en redes sociales a favor de lo que Rihanna significó para las mujeres que han sido o están por ser madres:
“¿Recuerdan la época donde a las mujeres nos pedían certificado de no gravidez para darnos trabajo? Pues ahora bailamos embarazadas en plataformas elevadas en shows de medio tiempo”.
“…de lo que nadie quiere hablar es que la cantante salió a dar un show, embarazada, sin sexualizar su cuerpo ni el de sus bailarines y con el mejor invitado que pudo haber tenido: su bebé”.
Es difícil saber si Rihanna, la NFL o la industria eran conscientes de lo que el show provocaría en la audiencia. Hoy, sin temor a equivocarme, puedo confirmar que Rihanna se ha convertido en una amplificadora de la maternidad liberada. Al decir esto, aseguro que el mensaje de una mamá que puede continuar con su carrera y sentirse guapa, hará eco en millones de mujeres en el mundo.
Al analizar este suceso desde la perspectiva del pensamiento del futuro cercano, esta tendencia, a la que en Leonardo1452 (consultora de tendencias) nombramos maternidad liberada en el reporte La mamá del futuro realizado en 2014, que nació gracias a un cambio en los valores y las creencias alrededor de la maternidad, factores fundamentales para el surgimiento de una nueva tendencia. Como lo menciono en el libro Near Future Thinking, se podría establecer dicho nacimiento en 1991, cuando la revista Vanity Fair publicó la icónica sesión fotográfica de Annie Leibovitz con Demi Moore embarazada.
A partir de entonces, esta transformación se ha propagado, replicado y aceptado por una parte de la sociedad que piensa que las mujeres pueden cuidar su figura, mantener su actividad física, lucir sexys y sentirse atractivas durante el embarazo.
Ejemplos de marcas de esta adopción son varios: desde la que fueron las primeras en identificar la tendencia como FitMama Apparel, hasta las que llegaron tiempo después para imprimirle fuerza y dirigirla hacia mercados masivos, tal como lo hizo Nike con productos y programas de ejercicio.
Asimismo, mujeres estandarte que rompieron los estereotipos para continuar con su carrera en deportes profesionales equilibrándola con su faceta de madres, sin poner en riesgo su salud ni la del bebé. La misma Rihanna lo hizo antes al lanzar su línea de ropa de maternidad bajo su marca Savage X Fenty.
Sin embargo, esto no significa que a más de 30 años de su origen, lo que hace evidente que una tendencia puede tardar en madurar, el cambio en los valores y las creencias sea generalizado. Aún existe gente con un perfil rezagado que opina que una mujer embarazada no debería subirse a una plataforma en medio de un estadio a bailar y mostrarse fuerte al mundo.
Ahora sólo nos queda seguir vigilando la evolución de la tendencia, que ésta tome su curso, que atraiga a empresas para desarrollar nuevos productos y servicios dirigidos a este target de consumo y que otras amplificadoras aparezcan para motivar a más usuarias a ser la estrella de su escena.
Rihanna: “Cuando te conviertes en madre, hay algo que sucede y sientes que puedes conquistar el mundo, que puedes hacer cualquier cosa”.
*CEO en Leonardo1452
@gabyarriagamx
Publicada en Excelsior