Muerte de Norma Lizbeth: Los omisos e incitadores

**Sin Titubeos

/ Diana Mancilla /

En el caso del presunto asesinato de la estudiante Norma Lizbeth, alumna de tercer año de la escuela secundaria oficial número 518 de Teotihuacan, se conjuntaron varios ingredientes para que el caso terminara en tragedia. Bulliyng constante y al más alto nivel sin ser atendido de fondo por la autoridad escolar del plantel. Agresiones sin límites. Compañeros y compañeras comparsas llenos de odio contra los y las más débiles. Ausencia de atención de los padres de familia.

Norma Lizbeth creyó que enfrentando físicamente a Ailyn, ante el reto, terminaría de una vez por todas con el acoso constante en su contra. Pero esa estudiante, que la la esperaba con piedra en mano, la golpeó una y otra vez en la cabeza, azuzada por otros jóvenes y jovencitas que también grababan y nada hicieron por detenerla.

Ver la escena, la saña con que golpea y jala los cabellos a Norma Lizbeth impresiona y ofende. Pero escuchar a sus compañeros y compañeras, que además graban la escena, indigna.

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“Pégale en la cara”, “dale otro”, “huevos”, eran los gritos que incitaban a Ailyn a seguir agrediendo a la joven que se levantaba trastabillante y no quería ceder ante lo quizá representaba para ella dejarse caer al piso y no seguir. Era su dignidad, lograr que no la molestaran más.

El gobierno del Estado de México dio cuenta, a través de un comunicado, de lo sucedido, de manera cronológica. Es claro que va a trascender más que cualquier otro.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió una carpeta de investigación luego de que la menor Norma Lizbeth muriera por traumatismo craneoencefálico, provocado, aparentemente (eso lo determinarán las autoridades) por los golpes propinados en la pelea del 21 de febrero. La directora del plantel, ante el procedimiento, fue separada del cargo.

Si bien Ailyn es el centro de atención por ser la imputada o señalada como la presunta culpable de la muerte de Norma Lizbeth, las y los jóvenes que grababan, miraban e incitaban a que la siguiera agrediendo, según especialistas en Derecho, pueden tener responsabilidad.

Quienes solo miraron, por Omisión de auxilio (sanción leve). A quienes gritaban para que la siguieran golpeando, podrían ser acusados por incitación (sanción más dura). Sin embargo, en el caso de los adolescentes, el trato es diferente al de los adultos para ser juzgados y las penas no son tan severas. Lleva otro tipo de sanción determinada u orientada a la reinserción.

Este caso nos muestra una de las peores caras de la sociedad. No serán suficientes las acciones de las autoridades escolares en estas situaciones si los padres de familia no apoyan desde el hogar.

Las sanciones, a quienes deban aplicarse de acuerdo con las investigaciones, deben ser ejemplares, no puede seguir pasando. Las y los jóvenes seguramente serán llevados ante un juez. Y así tendría que ser.
Diana Mancilla