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06.05.2023. Xalapa. Ver.- “El estado no es omiso, es criminal” acusó la activista y defensora de Derechos Humanos, Irinea Buendía Cortés, por lo que acusó que las autoridades siguen siendo indolente e insensible ante el dolor de quienes han perdido a sus hijas e hijos.
Irinea Buendía, reconocida defensora de DH de mujeres a nivel nacional e internacional, por su lucha para lograr el acceso a la justicia en el feminicidio de su hija Mariana Lima Buendía, por parte de su esposo Julio César Hernández Ballinas, comandante de la Policía Judicial del municipio de Chimalhuacán, el 28 de junio de 2010, a la edad de 28 años, se reunió en Xalapa con mujeres en un conversatorio organizado por la Comisión estatal de DH ,
Tras 13 años de lucha por lograr justicia, bajo amenazas de la misma autoridad, de la familia del feminicida, del fallecimiento de su esposo, el 6 de marzo pasado el Poder Judicial del Estado de México notificó a Irinea Buendía la sentencia de 70 años de prisión -la máxima pena para una muerte violenta de una mujer u homicidio por razones de género en el Edomex-, para el ex comandante de policía de Chimalhuacán y esposo de Mariana Lima Buendía, Julio César Hernández Ballinas, por su feminicidio.
“Para matar a nuestras hijas en un segundo lo hacen y para poder tener acceso a la justicia, fueron 12 años con 8 meses de lucha, pero de esa forma está el Poder Judicial en México”, dijo al narrar su hazaña y que la ha convertido en una figura icónica de la lucha contra los feminicidios en México y la obstrucción a la justicia que enfrentan sus victimas.
“Mi hija estaba estudiando en la Facultad de Derecho de la UNAM porque quería ser abogada y ayudar a la gente humilde y pobre que como yo no tenemos para pagar un abogado. Pero ese sujeto el policía judicial, Julio César Hernández Ballinas, le quitó su proyecto de vida, su vida, la mató con violencia”, narró Irinea Buendía.
Señaló que en México a las autoridades no les importa que “estemos gritando y que estemos diciendo que estamos viviendo una emergencia nacional, que siguen matando a las mujeres con violencia”.
Recordó que cuando mataron a su hija, eran tres o cuatro mujeres a las que les arrebatan la vida cada día, pero ahora, según los datos, son más de 20 mujeres muertas por violencia al día y según las autoridades, las cifras de feminicidios han bajado, reclamó por el subregistro de feminicidios por la “reclasificación” que se hace para bajar las cifras y el maquillaje de datos que ocultan la emergencia nacional.
La defensora de los derechos de las mujeres reclamó “Porque ahora ya investigan las muertes violentas cómo homicidios dolosos, ¿en dónde está el protocolo que se tienen que investigar las muertes violentas de mujeres y niñas como homicidios dolosos?” cuestionó ante la urgencia de aplicar el protocolo de feminicidio para investigar las muertes violentas de mujeres.
Irinea y su esposo iniciaron un largo caminar en busca de justicia que derivó en 2015 en la sentencia 554/2013 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)[1], en la que el tribunal ordenó que el caso -que había sido cerrado calificando la muerte de Mariana Lima como suicidio- se reabriera para que fuera investigado como feminicidio.
La nueva investigación encontró al esposo de Mariana Lima como responsable del feminicidio, por lo que fue aprehendido el 23 de junio de 2016, fecha que lo mantenía en prisión por dicho delito y en donde recibió la sentencia de 70 años el pasado marzo.
El caso de Mariana Lima Buendía estableció las bases sobre cómo deben investigarse las muertes violentas de mujeres en México logrando el primer pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México por feminicidio, la Sentencia Mariana Lima Buendía.
El máximo Tribunal dictó lineamientos específicos para la investigación en los casos de asesinatos de mujeres destacando principalmente tres disposiciones:
1) Todas las muertes violentas de mujeres deben ser investigadas como feminicidio, con perspectiva de género y con base en los estándares internacionales más altos.
2) En todos los casos es necesario recolectar y salvaguardar la evidencia para determinar si la víctima sufrió de violencia sexual o si ésta vivía en un contexto de violencia.
3) La inacción y la indiferencia del Estado ante los casos llevan a la re-victimización y discriminación, por lo que los responsables deben ser sancionados.
El caso de feminicidio que hicieron pasar como suicidio y la trascendente lucha de Irinea Buendía, quien en 2018 ganó el XXVI Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo, para abatir la impunidad en los feminicidios que se registran en México.
Había una vez una niña muy observadora, perseverante y con una increíble fortaleza, se llamaba Irinea. Desde pequeña Irinea admiraba mucho a su abuelita, de ella aprendió a nunca detenerse y ser muy valiente, y se convirtió en parte del motor que la acompaña.
Irinea siempre fue muy sensible y se daba cuenta de cuando los hombres eran machistas, incluso en su propia familia, y estaba convencida de que eso no debía tolerarse. Cuando Irinea se casó, tuvo un esposo respetuoso y amoroso, con quien tuvo XX hijos e hijas, de quienes se sentía muy orgullosa.
Mariana, su hija de en medio, soñaba con ayudar a las personas en condiciones más vulnerables, por eso estudió para ser abogada. En su servicio social conoció a Julio César, un policía.
Comenzaron a verse como amigos y luego se hicieron novios. Tiempo después se casaron y él le impidió que siguiera trabajando.
A las tres semanas de casados, Julio César le dio la primera golpiza a Mariana, desde entonces las agresiones no pararon. Mariana en muchas ocasiones huía a casa de sus padres, pero Julio César siempre encontraba la manera de hacerla regresar.
Durante 18 meses, de manera constante, Mariana sufrió violencia extrema psicológica, económica, física y sexual. Y en varias ocasiones, Julio César la amenazó con quitarle la vida.”
Un día, Mariana tomó la decisión de separarse definitivamente, le avisó a su mamá que haría sus maletas y regresaría a casa. Sin embargo, Mariana no llegó.
Irinea creía que nuevamente se habían reconciliado, pero recibió a la mañana siguiente una llamada de Julio César, quien le dijo que Mariana se había suicidado. Irinea estaba segura que Mariana no se había quitado la vida y que Julio César mentía para ocultar que había cometido un feminicidio.
Desde el primer momento, la investigación del feminicidio de Mariana tuvo irregularidades. Sin embargo, Irinea no descansó hasta que se resolviera el caso de su hija. De la mano de muchas organizaciones, Irinea logró que el caso de su hija fuera investigado como un probable feminicidio y con perspectiva de género.
El caso de Mariana se ha convertido en un referente, pues la Suprema Corte de Justicia se pronunció al respecto y reconoció el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, la obligación de investigar y juzgar con perspectiva de género, y brindar la reparación integral por violaciones de derechos humanos.
Julio César siempre estuvo confiado que por ser policía jamás le harían nada. Aunque actualmente está detenido, aún no se dicta sentencia en su contra.
Irinea Buendía es una defensora de los derechos de las mujeres y niñas, y se ha convertido en una de las figuras más visibles de la lucha contra los feminicidios en México. Sueña con estudiar derecho, como su hija, y fundar su propia organización para seguir ayudando a más mujeres víctimas de violencia.
Irinea Buendía nació en Tenextepango, Morelos, México de acuerdo al texto que publican en https://hchr.org.mx/