Análisis sin Fronteras-
/ Ana María Salazar /
Es oficial: Este jueves, Andrés Manuel López Obrador reconoció públicamente que, con más de 157 mil homicidios documentados, su sexenio es el más mortífero en la historia de México. Y es que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se documentó 157 mil 158 y en el mandato de Felipe Calderón hubo un total de 121 613 homicidios dolosos.
Este “reconocimiento” por el mandatario mexicano sucede exactamente a un año de que se lleven acabo las elecciones presidenciales del 2 de junio del 2024.
Y fue así como justificó el presidente, durante su conferencia mañanera en Tamaulipas, los números de homicidios que ha acumulado en su sexenio: “¡Qué barbaridad! ¡El gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios!’ Sí, pero… ¿Por qué no pones la lámina de homicidios para que vean cómo nos dejaron el país?, porque este es una mala herencia en seguridad, pero así nos dejaron salud, y así nos dejaron educación, y así nos dejaron todo. El país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en una decadencia. Ni siquiera era una crisis, era una decadencia y por eso frente a una decadencia lo único que debía hacerse era llevar a cabo un proceso de transformación, arrancar de raíz la corrupción. Y eso no les ha gustado a los que antes se sentían los dueños de México y son los responsables de la tragedia nacional; deberían de estar ofreciendo disculpas.”
Perdón presidente, el que debería de pedir disculpas es Usted.
De nuevo quiso, Andrés Manuel López Obrador justificar esta catástrofe culpando los últimos cinco presidentes, y era de esperarse que no reconocería que su estrategia de “Abrazos y No Balazos” ha fracasado. Pero por lo menos, a estas alturas, lo mínimo que debería esperarse serían nuevos lineamientos para asegurar que no incremente los homicidios dolosos, ante el hecho de que estamos en la antesala del proceso electoral más grande en la historia del país. y que promoverá un dramático cambio para que los 365 días de las elecciones no continúe incrementando los asesinatos y desapariciones en el país.
También hay otro dato catastrófico que podría poner entredicho el argumento del presidente de que se llegó a una “meseta” y que no incrementarían dramáticamente homicidios dolosos, este argumento no reconoce el número de desaparecidos que se han reportado durante este sexenio. También en este dato con considera el número de desaparecidos en el país, que incrementó dramáticamente durante este sexenio según los datos según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPDNO).
De hecho, está semana el Presidente al reaccionar ante la propuesta de la activista Delia Quiroga, de hacer un pacto de paz con cárteles del crimen para reducir las desapariciones, el apoyo estos esfuerzos, “ojalá y se lograra la paz, eso es lo que deseamos todos, que no haya violencia, que no haya homicidios, que no haya agresiones, porque se afecta a todos.” Y subrayo como se han burlado de cuando hace un llamado de que los papas, mamas y abuelos exijan que sus hijos renuncien a la violencia. Recordó el presidente durante la conferencia mañanera que no busca enfrentar “la violencia con la violencia, lo que hemos dicho, el mal con el mal. No, a ver, recapaciten. Que nos ayuden los familiares, sobre todo con los jóvenes, y así hemos avanzado mucho.”
Y esta insistencia de exigir mantener la estrategia de “abrazos y no balazos” va a crear dificultades a los candidatos de Morena para las elecciones del 2024. ¿Ante los datos del fracaso en la estrategia de seguridad ¿cómo justificar el legado de violencia que dejará Lope Obrador y no terminar criticando a su “líder moral”? ¿Intentarán continuar culpando a los anteriores los anteriores sexenios corruptos? O, además de culpar a los neoliberales, ¿también serán chivos expiatorios las fuerzas armadas por su incapacidad de controlar la violencia en el país? ¿Cómo hacer campaña y proponer una solución a los niveles históricos de violencia sin criticar a López Obrador?
Y aun año de las elecciones en el 2024, y ante la realidad de que está estrategia de López Obrador ha permitido más control territorial de estos grupos criminales, ¿cómo harán campaña los que buscan cambiar y cuestionar la estrategia de “Abrazos y No Balazos” que tanto ha beneficiado a los criminales en este país?
Serán los futuros mandatarios electos de Morena que tendrán que pedir disculpas del legado criminal que deja López Obrador y su Cuarta Transformación