Las corcholatas desatadas .

*La inmaculada percepción .

/ Vianey Esquinca /

¿Por qué hay seis aspirantes presidenciales recorriendo el país, haciendo campañas adelantadas disfrazadas de asambleas informativas, realizando gastos irregulares sin ningún control o vigilancia? Porque pueden, quieren y nadie se los impide.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, su partido Morena y las corcholatas han decidido cometer no uno, sino varios delitos electorales a plena luz del día, con millones de testigos y una autoridad electoral que ha decidido, hasta el momento, que lo que estamos viviendo en el país no es lo suficientemente requete recontra grave como para poner manos en el asunto. Las medidas cautelares señaladas hasta el momento son como llamados a misa en un pueblo de ateos.

Morena ha querido torcer la ley y para evitar hablar de candidato presidencial dice de que se elegirá su “coordinador/a nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”, no habla de campaña, sino de “proceso interno” en el que, por tanto, pueden adelantarse antes de la fecha establecida por la Constitución para iniciar el proceso electoral de manera formal. Todo tan fácil como sustituir palabras y términos para irse por la tangente. Es tanto como si dijeran “no lo asesiné, él se tropezó 10 veces contra mi cuchillo” o “yo no lo ahorqué, mis manos se atoraron en su cuello”.

Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto López, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña se han prestado a esta simulación, demostrando también el poco apego que tienen a la ley.

Además, según el partido les dará sólo cinco millones de pesos para realizar su (no) campaña. Hay que ser muy ingenuos para pensar que es lo único que se gastarán por cabeza. Si se contabilizan los espectaculares, las bardas y los actos públicos donde hay que pagar movilización, sonido, templete, souvenirs y frutsis con sándwich es fácil saber que esos cinco millones se los gastarán en el primer fin de semana.

¿Cómo ha arrancado “el proceso interno” de Morena? Con un berrinche de la exjefa de Gobierno demostrando que lo suyo no es la tolerancia; un reality show de Monreal llamado MonREALity en el que sus protagonistas —varios colaboradores— son la viva representación de la rigidez y del que todavía no se ha encontrado al valiente que haya sido capaz de aventarse completo ningún capítulo; una caricatura de Ebrard diciendo: “Sonrían, todo a estar muy bien”, en lo que más bien parece una terapia de autoconvencimiento para lo que viene; un exsecretario de Gobernación que rechazó el financiamiento de los cinco millones de su partido porque, dijo, pagaría sus recorridos con sus ahorros. Salió muy ahorrativo el también exgobernador de Tabasco. Si no gana, podría escribir un libro sobre cómo estirar el dinero para financiar una campaña completa.

Velasco y Fernández Noroña funcionan como patiños del proceso, lo que asegura la nota de color y garantizan una que otra carcajada. Eso sí, las corcholatas no fueron entrevistadas por medios considerados por López Obrador como conservadores, reaccionarios, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen, pero que son los que más audiencia tienen y los (no) precandidatos de Morena no comen lumbre.

La situación que hoy se vive, los actos adelantados de campaña, los excesos en gastos sin ninguna supervisión, la inequidad de todo el proceso electoral de cara al 2024 serán el común denominador en las siguientes semanas. Está en manos del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación poner un alto. La visita de las y los consejeros del INE a Palacio Nacional no puede ser el inicio de una claudicación a sus responsabilidades.

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