** INFORME GLOBAL .
/ Por: Jorge López Portillo Basave./
En una semana de protestas violentas que han incendiado ciudades del norte al sur de Francia, el presidente Emmanuel Macron firma ley que se aprobó el pasado jueves por el Congreso de ese país, apenas dos días después de que un policía francés matara a un joven de 17 durante una parada de tránsito en Nanterre que es un suburbio al noroeste de París.
La ley es una medida que a su vez forma parte de una política del gobierno nacional para reducir el tiempo y la edad en la que los jóvenes se involucran en redes sociales. La ley para la regulación y el consentimiento indica que las llamadas plataformas de redes sociales deberán de verificar la edad de los usuarios para en su caso obtener el consentimiento de los padres para utilizar las mismas cuando se trate de personas menores a los 15 años de edad.
La ley ha sido aprobada por las dos cámaras en Francia y apoyada por E. Macron, pero ahora ha sido enviada a la Comisión Europea que debe darle el visto bueno porque Francia al ser parte de la Unión Europea debe someter muchas de sus leyes a la nueva soberanía de facto. Asumiendo que la Comisión apruebe esta ley, las plataformas tendrán un año para ajustarse a la misma y darán a los usuarios hasta dos años para aplicarlos a todos los nuevos usuarios.
Los legisladores que aprobaron dicha norma manifestaron su apoyo a la misma porque aborda la pornografía, el acoso cibernético, la adicción a las plataformas generada por sus propios algoritmos temas que presentan un riesgo particularmente elevado en contra de la juventud.
A pesar de la demora de la misma, este es un paso sumamente importante que de una forma u otra la mayoría de los países de occidente están tratando de aplicar y que en verdad las empresas de redes deberían de adoptar por el bien de los jóvenes que caen víctimas de enfermedades mentales, alimenticias, adicciones y de conductas antisociales que además de poner en riesgo a la comunidad les arruinan la vida.
En Francia las redes sociales se suponen están cerradas para menores de 13 años, pero en verdad es una restricción de humo ya que las plataformas no la han aplicado de manera rigurosa encontrándose usuarios de hasta ocho años de edad. De conformidad con el consejo de tecnologías, la mitad de todos los menores de entre 10 y 14 años de edad ya cuentan con sus propias cuentas en redes sociales, lo que deja claro que la restricción de la ley anterior no ha servido de nada. La nueva ley requerirá a las plataformas a obtener autorización explícita por parte de los padres de los menores antes de poder activar las cuentas de personas de 15 años o menos.
Las plataformas que no cumplan con esta medida deberán pagar cuando menos 1% de sus ingresos anuales globales. Es decir, será muy costoso. Ya veremos si pega. Pero por lo pronto el presidente Macron y los franceses se dan cuenta de que utilizando las redes sociales, grupos de delincuentes incitan a menores de edad a sumarse en actos de violencia que son utilizados para robar en pandilla y quemar edificios desde farmacias, centros comerciales, escuelas y hoteles hasta naturalmente estaciones de policía.
En medio de esta nueva legislación para regular el uso de las redes sociales y su influencia en menores, el martes pasado se dio un homicidio a manos de la policía en un barrio de mayoría musulmana a las orillas de París.
La policía dice que el joven de 17 años Nahél trató de darse a la fuga por lo que el policía le disparó. El balazo le dio en la cabeza, pero el policía dice que le disparó en la pierna para evitar que huyera y al acelerar la bala le pegó en otro lugar. El policía ha sido detenido bajo cargos de homicidio intencional. No sabemos la verdad, el video en redes sociales está tomado desde el otro lado de la calle, pero suponiendo que el policía sea culpable esto no justifica los desastres, robos, y violencia que ya ha causado muertes de inocentes y cuando menos 250 heridos en menos de cinco días de los cuales 200 son policías.
La víctima era hijo de inmigrantes Marruecos y de Argelia, lo que le ha puesto un ingrediente racial a las protestas, con lo que se justifica la violencia en contra de inocentes que caen víctimas de los que dicen defender los derechos de las minorías y de los pobres mientras que destruyen negocios e infraestructura principalmente en zonas de esas minorías.
En menos de 5 días las protestas han destrozado decenas de edificios, saqueado centros comerciales y han dejado a cientos de heridos y a más de 2400 detenidos de los que algunos son incluso menores de 13 años. Macron ha enviado a 45 mil policías nacionales en apoyo de las policías locales quienes se enfrentan a manifestantes enmascarados y armados en muchos casos con metralletas y claro las usuales bombas molotov, patinetas y barras metálicas:
Ante estas protestas E. Macron pide a los padres tener a sus hijos en casa y vigilar el uso de las llamadas redes sociales en las que se les reta a participar en actos delictivos.
Los protestantes dicen que ellos no tienen nada que ver con los delincuentes y violentos, pero en las marchas nadie hace nada para evitar que los violentos hagan de las suyas más aun cuando la policía actúa vs los delincuentes la marcha se enfurece y los protege haciendo evidente que la conducta es casi generalizada.
Mientras farmacias, oficinas, teatros, centros comerciales, tiendas son quemadas y atacadas, los líderes poco dicen y esto nos recuerda que muchas veces los jóvenes son usados como carne de cañón.
Francia ha estado en este tipo de violencia criminal intermitente desde hace 3 años primero con el asunto de George Floyd en EUA, luego con el asunto de las pensiones hace apenas unos meses y ahora esto. Una desgracia que edificios que sobrevivieron a la guerra nazi sean quemados y derrumbados por delincuentes que se ocultan bajo la máscara de la igualdad racial.
El movimiento anti cultura occidental utiliza a jóvenes para delinquir en el nombre de la libertad y la igualdad y se ha propagado por redes sociales a nivel internacional, pero sólo en los países de occidente en donde ahora se dice que las escuelas y monumentos a George Washington, Abraham Lincoln o el propio Gandi deben desaparecer porque ellos eran racistas y favorecían a la supremacía blanca.
El complejo de culpa de los pecados de occidente cometidos por generaciones pasadas, está justificando una guerra contra las actuales generaciones de personas que ni la deben ni la temen. En esta guerra los jóvenes y las redes sociales son fichas principales. Unos peones y otros alfiles. Cuide lo que ven sus hijos en las redes y tratemos de informarnos de fondo y no solo de forma de lo que sucede en el mundo antes de que nos sorprendamos al padecer las nuevas tendencias que no siempre son lo que dicen ser ni buscar lo que dicen.