**En el Quirófano.
/ Ruth Rodríguez /
No hay buenas noticias en torno al cáncer cervicouterino en México. Los casos siguen incrementándose y las mujeres siguen llegando en etapas tardías a los servicios médicos.
Al igual que otros padecimientos, la atención de este cáncer durante la pandemia por covid-19 se estancó. Para organizaciones civiles como la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), la actual administración perdió la oportunidad de disminuir los casos de cáncer cervicouterino debido a que se suspendieron las consultas médicas y los exámenes de laboratorio durante esta emergencia sanitaria.
Todo lo alcanzado a través de campañas informativas de prevención se vino abajo durante este sexenio, coinciden diferentes organizaciones civiles que trabajan con pacientes oncológicos. En parte, por la pandemia de covid-19, pero también porque no se ha tenido un plan nacional para prevenir y detectar a tiempo este tipo de cánceres en las mujeres. Y ni hablar de la NOM para la Prevención, Tratamiento y Control del Cáncer del cuello del útero que, al igual que otras normas oficiales, quieren ser canceladas por la Secretaría de Salud federal, sin explicación alguna, lo que, para las agrupaciones civiles, impactará en la atención de las mujeres.
El cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte entre las mexicanas de 20 a 59 años de edad, después del cáncer de mama, de acuerdo con el Inegi. Se estima que hay más de 9 mil 500 nuevos casos y más de 4 mil 300 decesos anuales. Las cifras siguen aumentando. Si bien hay vacunas contra el virus del papiloma humano que pueden prevenir el cáncer de cuello uterino y que la misma OMS recomendó aplicar a niñas de 9 a 14 años de edad, cuando aún no han iniciado su actividad sexual, éstas también fueron suspendidas durante la pandemia y, aunque el gobierno busca reactivarlo, existe un rezago importante.
Al celebrarse el Día Mundial contra el Cáncer Cervicouterino 2023 hay poco que festejar, ya que siguen falleciendo mexicanas a causa de esta enfermedad, que es curable cuando se detecta a tiempo. Sin embargo, dentro de todo este panorama de salud adverso, hay proyectos como el que suscribirán la AMLCC con hospitales del ISSSTE que buscará disminuir los cánceres en las mujeres, a través de la detección oportuna. Este proyecto llama la atención, pues surge de una iniciativa de la sociedad civil y el gobierno federal. La agrupación civil, a través de un donador, compró diferentes equipos médicos especializados que han distribuido en hospitales del ISSSTE, que se compromete a atender a todas las mujeres de escasos recursos, sean o no derechohabientes.
Para los diseñadores de este convenio la compleja problemática de salud en nuestro país hace ineludible este tipo de respuestas integradas. Ojalá que este proyecto de salud se convierta en el inicio de una respuesta para millones de mujeres que no tienen acceso a la atención médica y que, al no tener dinero ni tiempo, postergan su visita al médico y , lamentablemente, llegan cuando su cáncer ya no es curable.
ABATELENGUAS
Abelardo Meneses García, quien estuvo al frente del Instituto Nacional de Cancerología, luego de dos periodos de cinco años, y quien ha sido uno de los impulsores para mejorar la atención del paciente oncológico termina este 15 de agosto su etapa al frente de uno de los institutos nacionales de salud más importantes del país.
Durante su gestión, se fortaleció el tema de cuidados paliativos, aumentó el número de especialistas en oncología y su experiencia fue clave durante la pandemia de covid-19 para la atención de los pacientes con esta enfermedad. Ya se va, pero aún se desconoce quién será su sucesor. En la terna están los doctores Óscar Arrieta Rodríguez; Alfonso Dueñas González y Erika Betzabé Ruiz García.
BAJO EL MICROSCOPIO
Que las dos universidades públicas más importantes del país, la UNAM y la UAM, salgan con sendos comunicados a recomendar a sus comunidades estudiantiles y de maestros que vuelvan a usar el cubrebocas para protegerse de covid-19 cuando se encuentren en espacios cerrados o con mucha gente, es de para hacerles caso, sólo hay que recordar que ellos tienen “otros datos”, quizá más certeros que los oficiales.
No por algo, durante la pandemia, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, los hizo a un lado cuando ellos advertían del crecimiento en el número de casos y la urgencia de hacer pruebas rápidas de detección del virus. ¡Mejor hagamos caso de sus alertas!