/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Durante décadas, los adeudos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a cargo de los gobiernos estatales y municipales, así como de las dependencias gubernamentales en todo el país, han sido una constante y Veracruz, evidentemente no es la excepción. La cartera vencida de la dependencia federal ascendió, en su reporte anual 2022, a 77 mil 653 millones de pesos, con un incremento del 6 mil 894 mdp con respecto al cierre de 2021. Esto viene a colación porque la semana pasada el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, exigió a la CFE trato digno para los presidentes municipales sin distingo partidista, esto luego de que le cortaran la luz al Ayuntamiento de Cosoleacaque.
Usted pensará que, si no pagan, les deben cortar el servicio, pues la cuenta crece y crece, pero a decir del líder partidista, desde hace dos administraciones el Ayuntamiento de Coatzacoalcos le adeuda a la CFE más de 200 millones de pesos y nadie ha ido a cortarles la luz a los servicios municipales. De ser cierto sería muy grave. Desafortunadamente en el portal de la CFE no se encuentra la información pública de cuánto es lo que debe cada ayuntamiento y desde cuándo.
Pero la situación es también una buena razón para que los ayuntamientos den a conocer qué deben y cuánto deben. En un par de meses más iniciarán los informes de labores de los actuales presidentes municipales. La gran mayoría solo habla del oropel, pero pocas veces revelan al ciudadano cómo está realmente su situación financiera, pues eso no en vendible ni rentable, por lo que se van volviendo cómplices de las deudas heredadas.
Hay decenas de ayuntamientos veracruzanos que vienen arrastrando deudas a la CFE, al Sistema de Administración Tributario (SAT), al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y aquí en Veracruz al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), por lo que al tornarse impagables terminan en cortes del suministro y hasta en embargos. Y ya ni hablemos de los laudos de los que también estiran la liga para ver si les toca pagarlos a los que les sigan, como pasa en el Ayuntamiento de Veracruz.
Por eso si la CFE va a apretar para que le paguen todos los ayuntamientos del país, debe ser parejo, sin distingo de colores y, también, ofrecer un servicio de calidad pues en Veracruz, como en otros estados, los apagones son un día sí y otro también. De no hacerlo y solo cortarle la luz a los de oposición, le estaría echando gasolina al incendio. Hay que estar muy pendientes de esto.