En México, más de 100 mil niñas de 10 a 17 años se convirtieron en madres durante 2022 .

  • Escrito por Lizbeth Ortiz Acevedo .

21.09.2023 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- De acuerdo con información publicada este 20 de septiembre en la Estadística de Nacimientos Registrados (ENR) generada anualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se dio a conocer que a partir de las oficinas del Registro Civil en todo el país, se presentaron 108 mil 760 nacimientos de madres que tenían entre 10 y 17 años al momento del nacimiento quienes representaron el 5.7 por ciento del total; y de las mujeres mayores de edad, en su mayoría vivía en unión libre al momento del alumbramiento y no contaban con empleo a diferencia del padre de su bebé.

La información que integra la ENR suministrada por 4 mil 972 fuentes informantes detalló que las entidades federativas con la mayor tasa de nacimientos registrados para el grupo de edad de niñas entre los 10 y 17 años fueron: Chiapas, con 23.6; Guerrero, con 18.4 y Michoacán de Ocampo, con 15.9.

Las entidades que presentaron las menores tasas fueron: Ciudad de México, con 7.1; Hidalgo, con 7.8 y Baja California Sur, con 8.2. A nivel nacional, la tasa fue de 12.4.

Es importante señalar que durante el 2022, se registraron un total de 1 millón 891 mil 388 nacimientos. La tasa de nacimientos registrados por cada mil mujeres en edad fértil fue de 54.5. La disminución fue de 1.1 unidades respecto al año anterior.

En México el embarazo de niñas y adolescentes no solo ha supuesto un acercamiento estadístico a la realidad de la violencia sexual que pueden enfrentar en el país sino también permite mirar la estructura de desigualdad que las impacta directamente en su vida, sus cuerpos y que marca su vida adulta.

No es la primera vez que México es señalado por la violencia contra sus niñas y. adolescentes, ya en el 2019, el país ocupó el primer lugar en abuso sexual infantil entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En el informe; Violencia sexual contra la niñez y la adolescencia en México (2019-2022) de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), se compartió información de los Registros de lesiones 2019-2022 de la Secretaría de Salud, los cuales demuestran que en los hospitales del país se atendió por violencia sexual a 9 mil 959 personas de entre 1 y 17 años durante el 2022. Esta cifra significó un aumento de 21.8 por ciento con respecto a lo observado en 2021 (8 mil 179 casos en total).

REDIM detalló que en México, las víctimas de violencia sexual de entre 1 y 17 años son principalmente mujeres; ellas representaban el 92.9 por ciento de las niñas, niños y adolescentes atendidas por esta grave violación a sus derechos a nivel nacional en 2022.

César Martínez López

Añadió que la población adolescente también representa una proporción significativa de las víctimas de violencia sexual de 1 a 17 años de edad: alrededor de tres de cada cuatro casos de violencia sexual atendidos en el mismo periodo correspondieron a personas de entre 12 y 17 años.

Señaló que los padres y padrastros también figuran entre los principales agresores sexuales de niñas y mujeres adolescentes; 13.4 por ciento de las víctimas de violencia sexual de entre 1 y 17 años en el mismo periodo tuvieron como agresor a su padre o padrastro.

En total, más niñas y mujeres adolescentes fueron agredidas sexualmente por sus padres y padrastros que por desconocidos en el país durante 2022 ( mil 237 y 999, respectivamente). Estos últimos representaban el 10.8 por ciento de los agresores de niñas y mujeres adolescentes en México.

Los conocidos sin parentesco también representan una proporción significativa de los agresores sexuales de niñas y mujeres adolescentes en el país: 19.2 por ciento de los agresores de las mujeres de entre 1 y 17 años en México durante 2022 eran conocidos sin parentesco, como los vecinos, las amistades de la familia, persona compañeras de la escuela y otras personas en el entorno de la niña o mujer adolescente.

Otra fuente importante de violencia sexual contra las mujeres de entre 1 y 17 años son las y los parientes distintos a la madre, madrastra, padre o padrastro; se puede tratar de primos, tíos, hermanos o abuelos. Estos otros parientes fueron causantes del 18.3% de las agresiones sexuales contra niñas y mujeres adolescentes durante el mismo periodo.

El principal sitio en que se reportan agresiones sexuales contra niñas y mujeres adolescentes es en una vivienda: 75.1 por ciento de los casos registrados a nivel nacional en 2022 tuvieron lugar ahí.

El segundo lugar especificado con mayor número de registros de violencia sexual contra mujeres de entre 1 y 17 años es la vía pública; el 4.1 por ciento de las agresiones sexuales contra niñas y mujeres adolescentes en México durante el mismo periodo tuvo lugar en ese sitio.

El tercer entorno en el que ocurrieron más incidentes de violencia sexual contra mujeres de 1 a 17 años en el país fue en la escuela, lugar en el que se registraron 2 por ciento de estas agresiones contra niñas y adolescentes.

La situación de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes ha sido llevada en múltiples ocasiones a discusión en diversos foros, en este 2023 en el Senado de la República, la senadora Josefina Vázquez Mota, informó que cada año 5.4 millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas de abuso sexual en México, de las cuales, seis de cada 10 de estas violaciones, se producen en casa y en el 60 por ciento de los casos, el agresor es un familiar o pertenece al círculo cercano a la familia.

La senadora Vázquez Mota había señalado que de cada mil casos de abuso sexual contra la niñez en el país, solo 100 se denuncian y de estos, únicamente el 10 por ciento llega ante un juez, y de los cuales, solo el uno por ciento recibe una sentencia condenatoria, de acuerdo con cifras de la OCDE.

César Martínez López

Desde el 2 de octubre del 2022, la la diputada María Rosete Sánchez del Partido del Trabajo emitió un comunicado señalando que esas cifras pertenecimientes al 2020 de embarazos no deseados prevalecientes en niñas y adolescentes ya eran “alarmantes” .

Ahora, en relaciones que llevarían consentimiento de la adolescente, con información publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México en el 2021, se detalló que en nuestro país 23 por ciento de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años de edad. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población comienza a una edad promedio de 15.5 años, y estadísticas del Instituto Nacional de Perinatología indican que sucede a los 14.6 años, en promedio.

En ese mismo comunicado de la UNAM, Aline García Cortés, de la Facultad de Medicina (FM) hizo hincapié en que para iniciar la vida sexual debemos tener madurez anatómica, emocional y psicosocial. “Después de los 21 años podría ser una buena etapa para iniciar la vida sexual y así disminuir factores de riesgo, como el embarazo adolescente”, sostuvo la experta.

Recordó que según la OMS la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.

La conforman diferentes factores: el biológico se refiere a la madurez anatómica del cuerpo de hombres y mujeres para ser capaces de tener una vida sexual plena. El cognitivo y el psicológico se refieren a la autoestima, que es importante para que los seres humanos puedan desenvolverse y desarrollar esa parte de su vida con plenitud; así como el social porque influye en el momento en que una persona inicia esas prácticas, cómo lo hace, y en algunas conductas o hábitos propios de cada cultura.

Si hay un inicio prematuro de la vida sexual puede presentarse dispareunia o dolor producido al intentar realizar el coito u otras actividades sexuales con penetración; en cambio, cuando hay madurez del eje hipotálamo-hipófisis-ovario hay una secreción de estrógenos adecuada que permite el desarrollo y elasticidad de la vagina.

En estos embarazos hay mayor probabilidad de desarrollar enfermedades que pueden poner en riesgo la vida, por ejemplo, preeclampsia, parto pretérmino, diabetes gestacional o eclampsia. Por ello, “debe ser una estrategia disminuirlos, sobre todo para mejorar la salud de la mujer y disminuir la mortalidad materna”.

Nacimientos a partir de madres no adolescentes

La Estadística de Nacimientos Registrados (ENR) generada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que en el 2022 las madres con edades entre los 20 y los 29 años al momento del nacimiento representaron 50.1 por ciento del total de nacimientos registrados. Entre las madres menores de 15 años se presentaron 7 mil 255 (0.39 por ciento) de los nacimientos registrados.

La unión libre fue la situación conyugal más declarada por las madres al momento del registro, con 974 mil 862 (51.5 por ciento) casos. Siguieron quienes manifestaron estar casadas, con 452 mil 085 (23.9 por ciento).

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Los niveles de escolaridad que más reportaron las madres al momento del registro fueron secundaria o equivalente, con 652 mil 104 casos (34.5 por ciento) y preparatoria o equivalente, con 470 mil 232 casos (24.8 por ciento).

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De las madres, el 59.6 por ciento (1 127 343) de ellas, declararon que no trabajaban al momento del registro, 33.1 por ciento (625 779) reportó que sí lo hacía y 7.3 por ciento (138 mil 266) no especificó su condición de actividad.

 

En cuanto a la edad del padre al momento del nacimiento, el rango de 25 a 29 años representó el mayor porcentaje, con 21.77 por ciento (411 mil 831). Los padres menores de 15 años representaron 0.05 por ciento (928).

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A diferencia de las mujeres, el porcentaje de hombres que declaró trabajar al momento del registro alcanzó 82.9 por ciento (1 568 278); 16.0 por ciento (302 250) no especificó su condición y 1.1 por ciento (20 860) manifestó no trabajar.

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Aline García Cortés, de la Facultad de Medicina (FM)., en el comunicado del UNAM del 2021 mencionó que “la salud sexual se tiene que adecuar a los términos que cada población entienda; desde las etapas preescolar y escolar hay que llamar a las partes del cuerpo por su nombre e implementar métodos anticonceptivos una vez que la edad avance”, afirmó.

Aline García señaló que las religiones aún tienen impacto en la sexualidad, la cual es vista como tabú o algo prohibido. Por esas creencias, los adolescentes sienten vergüenza o miedo de acudir con sus padres o a un centro de salud para iniciar un método de planificación familiar. “Es una barrera que se debería quitar para mejorar las opciones y herramientas que deben tener, y que son parte de los derechos sexuales”.