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27.09.2023 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Las mujeres tienen derecho a recibir el más alto nivel de cuidados en salud, que incluye el derecho a una atención digna y respetuosa durante el embarazo y el parto, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, en México esto no ocurre así, pues 2.3 mujeres mueren cada día por causas relacionadas con la atención obstétrica, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La institución dio a conocer que de 2016 a 2021 murieron en México cinco mil 99 mujeres por causas relacionadas con la atención obstétrica; es decir, cerca de 850 al año, aproximadamente dos por día.
“La mortalidad materna sigue siendo un problema grave en nuestro país, pero también representa uno de los peores escenarios a nivel social”, señala la UNAM.
La atención a estas problemáticas forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, ya que se relacionan con estrategias y políticas de salud dirigidas a promover el nacimiento de niños sanos y la atención adecuada de las mujeres durante el proceso reproductivo.
“Son indicadores de desarrollo que nos dicen qué tan bien o mal nos encontramos como nación, es una buena radiografía para saber cómo estamos en materia de desigualdad, de acceso a la salud”, consideró el coordinador del área de Enfermería de la FES Zaragoza, Juan Carlos Pérez López.
La UNAM destaca que en nuestro país las mujeres de las comunidades indígenas y de entidades como Chiapas, Oaxaca y Guerrero son las más vulnerables ante la violencia obstétrica, quienes padecen violencia en mayor proporción y no acceden a unidades de salud que cuenten con personal capacitado y el material necesario para su atención.
Violación a los derechos humanos
“La violencia obstétrica es una forma específica de violencia contra las mujeres constituye una violación a los derechos humanos. Se genera en el ámbito de la atención obstétrica en los servicios de salud públicos y privados. Consiste en cualquier acción u omisión por parte del personal del Sistema Nacional de Salud. que cause un daño físico o psicológico durante el embarazo, parto y puerperio. Cualquier acción u omisión que se exprese en la falta de acceso a servicios de salud reproductiva, un trato cruel, inhumano o degradante, o un abuso de medicalización”, señala el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
En 2019, diversas organizaciones de la sociedad civil entregaron un informe sombra sobre la situación de la tortura en México frente al Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según este documento, entre 2014 y 2018, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) registró 474 quejas de mujeres por diferentes manifestaciones de violencia obstétrica.
De acuerdo con el relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer, cuando instituciones del Estado como hospitales públicos son quienes ejercen este tipo de violencia, entonces se habla de una forma de tortura.
Sumado a ello, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto o cesárea entre 2016 y 2021, 33.4% experimentó maltrato en la atención obstétrica durante la cesárea y 29.6% en el parto.
Del mismo modo, 19.5% de las mujeres que tuvo cesárea vivió maltrato psicológico y/ o físico y a 23.7% se le realizó tratamiento médico no autorizado. Asimismo, de las mujeres que tuvieron un parto, 22% experimentó maltrato psicológico y/ o físico y a 16.9% se le practicó tratamiento médico sin su autorización.
Con base en el grupo de edad de las mujeres que tuvieron un parto en los últimos cinco años, se observa que aquellas que pertenecen al grupo de 15 a 24 años son las que vivieron la mayor prevalencia de maltrato en la atención obstétrica (35.5 %), seguido de las mujeres de 25 a 34 años (31.4 %) y de las de 35 años y más (25.8 %).
Ante este panorama la UNAM recuerda la necesidad de implementar el parto humanizado, que consiste en crear un entorno amigable a este proceso, en el que la madre y su bebé son atendidos en espacios dignos y limpios, con los recursos necesarios, y que no se les medique o realicen procedimientos invasivos innecesarios.