*Bajo Sospecha.
/ Bibiana Belsasso /
Está terminando este 2023 y en este espacio haré un recuento de los hechos que han marcado la historia de este año.
Enero. La noticia que marcó el primer mes del año fue la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, quien fue detenido el 5 de enero en Jesús María, un pequeño poblado del estado de Sinaloa. Un sitio que era su lugar seguro y a donde llegó el Ejército Mexicano en un operativo.
Después de lo sucedido en 2019, cuando se hizo el intento fallido de detener a Ovidio, el operativo de principios de año fue estratégico. Se hizo con mucha discreción y de madrugada en la noche de los Reyes Magos. Así se evitó repetir los ataques y balaceras de aquel “Culiacanazo” de octubre del 2019, que dejó una ciudad en pánico y caos.
Casi cuatro años después de ese “Culiacanazo” y con mucha presión de Estados Unidos para que se llevara a cabo esta detención, se hizo este nuevo operativo, con un trabajo previo de inteligencia de las autoridades militares.
Y por eso se da la detención en el poblado de Jesús María para evitar un conflicto mayor en la ciudad de Culiacán. El enfrentamiento para detenerlo fue muy duro, porque las autoridades tenían que romper el círculo de seguridad del hijo de Guzmán Loera.
El hijo de El Chapo fue llevado de inmediato a la Ciudad de México, a diferencia del intento fallido de detención del 2019. De esta forma se trató de evitar que los grupos afines a Los Chapitos se levantaran en armas.
Esta detención se da justo tras la reunión trilateral en el marco de la cumbre de América del Norte realizada en la Ciudad de México y con la presencia del presidente estadounidense, Joe Biden, y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Hemos visto, curiosamente, que varias detenciones se han dado previo o tras reuniones de autoridades mexicanas con sus contrapartes estadounidenses. Y es que para el país vecino, el tema del narcotráfico en México es muy preocupante, sobre todo porque culpan principalmente al Cártel de Sinaloa y sobre todo a los hijos de El Chapo Guzmán, de la fabricación y el trasiego de fentanilo.
La captura de Ovidio Guzmán no fue el único tema que movió a enero del 2023, el juicio contra Genaro García Luna en Nueva York, Estados Unidos, arrancó y con ello comenzó la pasarela de capos de la droga, y que en ese momento cooperaban con la justicia estadounidense a cambio de conseguir un buen trato para reducir su condena u obtener su libertad.
García Luna fue llevado ante el gran jurado integrado por 12 estadounidenses que poco sabían del exsecretario de Seguridad Pública, acusado, entre otras cosas, de haber aceptado sobornos por parte del Cártel de Sinaloa.
Éste fue un juicio basado en declaraciones, sin pruebas contundentes en contra del exfuncionario mexicano y en donde vimos a la Fiscalía de Nueva York repetir los testimonios usados cuatro años antes en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán.
Fue un juicio muy difícil, porque las autoridades esperaban que el exsecretario de Seguridad Pública federal se declarara culpable y no lo hizo. Tuvieron que armar un proceso donde, finalmente, lo declararon culpable de cinco delitos, pero no le han fijado sentencia.
Todos los que declararon contra él son criminales confesos, entre ellos, el exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, y lo hicieron a cambio de beneficios en sus sentencias.
Pero mientras Ovidio y García Luna ocupaban los encabezados, la violencia cotidiana mostraba una de sus peores caras con el hallazgo de una fosa clandestina en Tenango del Valle, Estado de México, el lugar fue camuflado como salón de fiestas mientras en sus entrañas escondían restos humanos de al menos 20 víctimas, asesinadas presuntamente por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), debido a que este grupo tenía la plaza en sus manos.
Y fue a principios de año cuando comenzaron las rupturas y pleitos internos entre miembros de Morena; pues el 13 de enero Ricardo Mejía Berdeja renunció como subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, para buscar la candidatura a la gubernatura de Coahuila por Morena, pero esa decisión ya estaba tomada por el partido para postular a Armando Guadiana Tijerina.
Mejía Berdeja buscó la gubernatura, pero como candidato del Partido del Trabajo (PT). Éste fue uno de los rompimientos más evidentes dentro de Morena que evidenció los desacuerdos para elegir a quienes abanderarían al partido en este proceso electoral. Para las elecciones, esta división les costó caro porque ambos perdieron y ganó su contrincante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manolo Jiménez.
A principios de año también hubo confrontaciones muy fuertes para elegir a los candidatos para gobernar el Estado de México. Finalmente quedó Delfina Gómez, quien no tuvo mucho problema para ganar y tuvo una transición tranquila. Es la primera vez, después de 86 años, que hay cambio de partido en el Estado de México.