Los agachados de Rius siguen aquí.

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El Baldón .

/ José Miguel Cobián /

Vivo en la zona centro del estado de Veracruz. En esta zona hemos sufrido la incompetencia e incapacidad de los gobiernos de Morena, federales, estatales y municipales, lo cual ha hecho que recuerde a ¨Los Agachados¨ de Eduardo del Río, Rius. Aquél famoso monero filósofo que comprendió muy bien al mexicano y lo dibujó con enorme maestría, primero con sus ¨Supermachos¨, habitantes de un pueblo llamado San Garabato, y eternamente gobernados por el cacique y alcalde del pueblo: Don Perpetuo del Rosal. Siendo la representación más pura del pueblo mexicano cada uno de los personajes, pero en especial Juan Calzontzin un indio envuelto en una cobija eléctrica, los policías corruptos Arsenio y el Lechuzo, los ricos Don Apuleyo de la Lama y don Ticiano Truyé. El fiel burócrata Gedeón Prieto, el poeta del pueblo Froylán Osorio, la Beata Doña Emerenciana, mejor conocida como doña Eme, el boticario don Lucas, y Chon Prieto.

Al dar paso a los agachados en 1968, ubicados en un pueblo llamado Chayotitlán, las opiniones políticas de Calzontzin ahora son expresada por un intelectual de izquierda, el profe Gumaro Asecas. Don Perpetuo cede el paso al licenciado Trastupijes, las corruptas fuerzas del orden son representadas por el policía del pueblo, El Cambujo. Hay otros personajes, cada uno representando a un segmento de la población mexicana: Don Céfiro (el sustituto de Chon Prieto), Doña Tecla (beata), Pedoyo, Don Filipino, Fray Totol, Don Rubo, Doña Garatuza (beata) y Reuter Huinopalzin.

Rius se convierte en el centro del debate político en el país, por encima de cualquier medio de comunicación nacional, y en el faro que guía a la izquierda libertaria mexicana, que busca deshacerse de la dictadura sexenal que desde el triunfo de la revolución gobierna el país.
Hoy Rius sigue tan vigente como en 1968, pues los segmentos de la población que él tan atinadamente definió, siguen existiendo en nuestra sociedad del 2023 a 55 años de distancia. Los medios y los pasquines siguen viviendo del chayote. Los alcaldes -en su mayoría- se sienten dueños de los municipios que gobiernan. Las policías siguen tan corruptas -y vendidas- como siempre. La gente muy religiosa sólo le presta atención a sus valores e intereses.

Los intelectuales de izquierda están en una encrucijada, porque muchos de ellos no quieren reconocer que el gobierno de morena es un gobierno populista de derecha que ha traicionado los valores de instituciones fuertes y libertad para la población. El pueblo sigue sin vislumbrar un futuro mejor, y así como la gente de Guerrero (algunos) reciben migajas del gobierno, que apenas les alcanzan para comer y no para reconstruir sus casas, así, muchos mexicanos estiran la mano y olvidan su dignidad, ante la necesidad de recibir ese apoyo, porque el sistema económico favorece a unos cuantos en perjuicio de las grandes mayorías. Los políticos y caciques siguen siendo trastupijes y perpetuos. El alcoholismo y la drogadicción siguen avanzando generando más y más adictos. Y lo peor de todo, las fuerzas vivas y la población en general siguen siendo los mismos AGACHADOS que hace 55 años.

En la zona centro de Veracruz se descubrió por quejas de muchísima gente, que un puente, el Mariano García Sela, requería una reparación en su estructura metálica. El gobierno federal tardó meses en iniciar la reparación (la cual suponemos se lleva a cabo por asignación directa). El paso entre la ciudad de México y el sureste del país, cruza por ese puente. Así que las mercancías que van a Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Campeche y el sur de Veracruz pasan por allí, además del turismo carretero para esos estados. Recordemos que el principal puerto del atlántico es el puerto de Veracruz, así que la cantidad de carga que pasa por aquí es brutal.

Más brutal es la cantidad de kilómetros que llevan las filas para cruzar dicho puente. En ocasiones han llegado a ser de 21 kilómetros, y circular esos 21 kilómetros le lleva a los usuarios entre seis y ocho horas. El gobierno federal no tiene el mínimo interés para realizar operativos que aceleren el tráfico en la zona. Algunas carreteras estatales se han visto saturadas también, por gente de la región que sabe por dónde moverse, estas carreteras tampoco han recibido atención del gobierno estatal. Y por si fuera poco, los municipios en particular Amatlán, Ixtaczoquitlán, Córdoba, tampoco han implementado ningún operativo para evitar esas largas filas en sus territorios.

Estar en manos de gobiernos de morena es quizá lo peor que le pudo pasar a la zona centro. Su nula responsabilidad ha convertido en tragedia económica para Veracruz, para la zona centro del estado y para todo el sureste. Los fletes cuestan más, las pérdidas económicas ya no se deben únicamente a las filas en los puertos mal administrado y peor manejados por la marina (que no tiene experiencia), sino que ahora elevan los tiempos y costos de traslado.
Cualquier funcionario con dos gramos de cerebro, entendería la cantidad de horas hombre, de diésel y gasolina y pérdidas de perecederos por la ineficiencia de los tres gobiernos. Los funcionarios de morena no se interesan por la población, solo por el saqueo, y el próximo hueso.
Lo peor no es eso, lo peor es que no vemos protestas masivas por parte de los transportistas, tampoco de los pobladores de los municipios afectados, mucho menos las vemos de las cámaras que representan los intereses de todos los afectados económicamente por los retrasos atribuibles a la ausencia de autoridad y alternativas de solución. Miles de millones de pesos perdidos, cientos de miles de horas hombre desperdiciadas, y los agachados siguen así: agachados.

Rius sigue hoy tan vigente como siempre. México sigue siendo mediocre como siempre, con gobiernos mediocres, y con una población que se conforma con la mediocridad.

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