*Por Inocencio Yáñez Vicencio.
No, no fue un acto súbito. Desde la campaña del 2018, la banda de Javier Duarte, empezaron a emigrar hacia Morena. Algunos seguramente al saberse muy sucio, hable de esa suciedad que no se quita con agua y jabón, tal vez confundieron a Morena con las aguas del Río Jordán y que al sumergirse o ser sumergidos saldrían limpios de todo pecado o simplemente pensaron emular a las víboras cambiando de piel, sabedores que lo que bien se aprende nunca se olvida o enterados que el oficio de robar, con la táctica de ” allá va el ladrón ” es más productivo y, si alguien lo duda ahí está el saqueo que han hechos las huestes de Amlo en SAEGALMEX, en el Instituto para Devolverle al pueblo lo Robado, denunciado por su propio director Jaime Cárdenas Gracia, las empresas fantasmas que involucra hasta la familia real.
No pocos se preguntan para que gastaron tanta tinta y saliva calicando de ladrones, sinvergüenzas, inmorales a los priistas que encabezó Duarte, si ahora les reciben simplemente como niños descarriados.
Dije antes y ahora lo repito. A un partido caudillista se puede equiparar con un personaje dominante, pero no a un partido de masas, donde esa persona es reemplazasa por una fracción que lo hegemoniza pero puede pasar por el todo, de tal manera que sus actos se imputan no a una persona física. Formal o legalmente pueden atribuirse al membrete, pero sociológica e históricamente se imputan al grupo que lleva las riendas o domina y en el caso del PRI, no pueden adjudicarse a algo etéreo, tienen que cargarse al grupo que específicamente realizó esos ilícitos que se le reclaman y quién perpetró las sinvergüenzadas fue Duarte y su pandilla y tanto Duarte y su pandilla tienen nombre y apellido.
No pocos veces discutí con el pasado dirigente del CDE del PRI, de la necesidad de limpiarlo y que la aplicación de las reglas a esos malechores que hablan trabajado para los adversarios, tenía que conducir a su expulsión. Le argumenté que un partido sin reglas no era partido y de seguir terminaría en una masa amorfa sin disciplina, sin rumbo y sin sentido.
Hoy , quienes hemos luchado porque el PRI retome las mejores causas sociales para hacer de este país más justo, más libre y más armonioso, nos regocija que Morena se haya llevado la banda de Duarte, que permita mostrarle a la ciudadanía donde estan los depredores y ladrones que tanto repudia.
Javier Duarte, Salvador Manzur, Pepín Ruiz, Vicente Benítez, Gabriel de Antes, Fernando Arteaga, Tato Vega, Jorge Carvallo, Anilú Ingram, José Manuel del Castillo,Ivan… ; el que menos está manchado de complicidad en el escándalo más grande de corrupción que dañó financieramente las arcas del gobierno de Veracruz, pero moralmente fue una lápida que cayó sobre el PRI, que cada uno de sus miembros llevaría sobre sus hombros mientras no expulsaran a Duarte y sus cómplices que, por fortuna, Morena, se ha llevado toda esa lacra, lo que permitirá reencauzar al partido.
¿ Qué fue lo que motivó a Morena a reclutar la banda de Duarte?
Si estuvieran los morenistas confinados en ganar las elecciones en Veracruz, nunca hubieran corrido los riesgos de cargar con esas lacras. Al rechazo generalizado hacia la zacataquena, la carga de un gobierno mediocre y nefasto que representa el morenista Cuitlahuac, ahora le agregan echar por la borda su discurso moralista , absolviendo a la banda de Duarte; no cabe duda que han decido sacrificar a Rocío Nahle.
No era colocando en la candidatura a la presidencia una persona incompetente y sin la menor idea de un proyecto de nación, como debíamos enfrentar al populismo destructor de Amlo, pero Claudio X X González, vio la oportunidad de que la derecha empresarial y clerical tomara revancha y maniobró para imponer una persona identificada con sus intereses, abriendo las puertas para Claudia, que es lo más nefasto que puede haber, parezca lo menos peor, pero Veracruz, es otro escenario, aquí, las fuerzas locales hicieron posible convertir en candidato al gobierno local, a Pepe Yunes, que nadie puede señarle alguna inmoralidad y cuya preparación y honorabilidad, lo hace el mejor cuadro de la clase política veracruzana.
Es muy difícil pagarle a Morena, el favor que le ha hecho al PRI de llevarse a la banda de Duarte con ellos, pero, en verdad, se los decimos de verdad, se agradece. Asi el PRI puede salir con la frente en alto y confiar la ciudadanía, porque las ratas se las han llevado a Morena.