*ÍNDICE POLÍTICO.
/FRANCISCO RODRÍGUEZ/
La corrupción de la Cuarta Transformación, encabezada por Andrés Manuel López Obrador y sus tres vástagos mayores, se ha convertido en el sinónimo de la desgracia mexicana.
La catástrofe que arrasa hasta con los cimientos del país. Un azote que llegó de pronto, transformado en hecatombe por una pandilla de tabasqueños sin oficio ni beneficio, formados para acabar con todo vestigio de honestidad.
Y aún así hay quienes creen que se exagera cuando se señala a la corrupción como el principal lastre del país y de Morena. Sin embargo, la comprobación de que sí lo es, son las revelaciones de la plataforma Latinus y, sobre todo, el libro El Rey del Cash de la investigadora Elena Chávez: AMLO tiene décadas de vivir gracias a muchos actos corruptos.
Pero todavía hay más señales que comprueban el aserto de que la corrupción es el principal problema del país. Ahí están las declaraciones oficiales al reconocer públicamente que las grandes riquezas del país, asentadas alrededor de los patrimonios energéticos, turísticos y agropecuarios, tradicionalmente generadores de divisas, han perdido su importancia en las grandes cuentas nacionales.
La quiebra de la “empresa productiva del Estado”, como llamaron a Pemex las reformas estructurales, más los excesivos abusos dentro de las instalaciones turística, el desaseo en la comercialización de los terrenos y el narcotráfico operando en las playas emblemáticas del país, el huachicoleo y el contratismo, han dado al traste con las dos piezas estratégicas del desarrollo mexicano.
Para desgracia de ésta y las futuras generaciones, la producción agropecuaria relegada, las plantas industriales paralizadas y las actividades comerciales en manos extranjeras y en sociedades secretas, más la inflación, la ausencia de empleos y el robo generalizado de los presupuestos públicos, han postrado al país.
Hoy en día las remesas que envían tras esfuerzos hercúleos los migrantes en Estados Unidos, expulsados originalmente por el desastroso sistema económico y la corrupción, cargan con el fardo de la pesada marcha de la economía nacional.
El monto de las remesas de los migrantes ha superado desde hace mucho tiempo a la producción petrolera, al turismo y a la captación de impuestos, frivolizada y desbaratada. Una vergüenza mundial, más cuando se agrega que entre esos recursos externos y el dinero líquido que circula, producto mayoritario del trasiego de estupefacientes, se mueve todo el aparato de compraventa y comercialización. Máxime cuando los beneficiarios de la 4T dejan a su suerte a los desplazados.
No lo decimos sólo los comunicadores profesionales, ejerciendo una obligación amenazada y sentenciada a muerte desde las atalayas de los burócratas y represores ofendidos que cada día añaden más víctimas a su catálogo, lo aceptan ellos mismos, en virtud de que es materialmente imposible seguir ocultándolo. Han sido rebasados por la estulticia y la cruda realidad mexicana.
Gobernadores de la 4T también saquean
La corrupción descalifica cualquier esfuerzo nacional, destruye la iniciativa empresarial y laboral, corrompe las estructuras fundamentales del país, nulifica toda acción, enardece a la sociedad empobrecida y descalifica de entrada cualquier acuerdo o negocio internacional que persiga inversiones o beneficios para los gobernados.
Los cuatroteros de AMLO infunden temor a las empresas extranjeras, por su desmedida voracidad en las comisiones que exigen, por las trampas en las adjudicaciones, por la falta de palabra ante los compromisos que se contraen, por el acecho constante para asaltarlas, en el campo de juego o con los entrambuliques que les tienden desde la Bolsa de Valores en manos de truhanes, corruptos de siete suelas.
Nadie piensa en función de transparencia, menos en un proyecto nacional que dignifique al país. Todos se dedican a esquilmarlo y entorpecerlo. La corrupción aleja a cualquier emprendedor y mediatiza por medio del soborno a cualquier líder de trabajadores. En los Estados de la Federación se reproducen todas las malas artes que desde el centro del poder se ejemplifican.
JR, Andy & Bobby, “coyotes” de la petrolera
La industria petrolera, antes orgullo de la independencia nacional, ha sido prácticamente destruida. Ya no funciona ni como una oficina faraónica de subcontrataciones para empresas extranjeras “coyoteadas” por los hijos de AMLO, pues les tienen desconfianza.
La extrema bancarrota de Pemex ha provocado que la importancia de la empresa petrolera haya sido sustituida por negocitos originados en concesiones de talachas, que tampoco ha podido llevar a cabo.
Y es que las comisiones que exigen los hijos de AMLO a través de sus palafreneros van más allá de la voracidad, de la locura de quien nunca ha tenido y empieza a tener.
Como todo en la industria petrolera es una cadena de coyotes, los hermanos José Ramón (a) El JotaErre, Andrés Manuel (a) El Andy, y Gonzalo (a) El Bobby –así apodados entre ellos, como en las bandas criminales– se manejan en todas las áreas de la quebrada petrolera nacional y aun fuera de ella importando grandes cantidades de combustibles con un solo permiso, ya arrugado y amarillento por la edad. Es uno solo y lo han usado a placer. Son huachicoleros, pues.
Pero también intervienen en cobranzas, con comisiones estratosféricas hasta del 30 por ciento,
Y aunque la intermediación sustituye cualquier ingenio o creatividad laboral, los hermanos López Beltrán son intermediarios en Pemex de todo o casi todo. Se han entronizado en la cima de una economía productiva que ha perdido hasta el nombre y toda vergüenza posible.
Se comprueba que en México es más lícito ser coyote que productor. Los intermediarios están blindados contra toda eventualidad. Así sucede en todos los ámbitos de la estructura nacional. En el petróleo, en el campo, en el comercio, en las compras gubernamentales, en el trasiego de drogas, en el entrambulique de influencias para torcer todas las voluntades y las manos.
Es una cadena lesiva y retardataria que está acabando con toda esperanza. Ya es la lápida que caerá sobre Morena el próximo 2 de junio.
Usted seguro lo verá.
Indicios
La novatez de políticos como Marko Cortés, quien funge como encargado del despacho en el PAN, es inconmensurable. No sólo fue “chamaqueado” por el joven gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, quien consiguió el apoyo de los blanquiazules –mínimo, pero apoyo al fin– para triunfar en el reciente proceso comicial y a la hora de cumplirles se echó para atrás con un condicionamiento que no estaba plasmado en el documento que, sin vergüenza, exhibió Cortés en redes.
La peor “chamaqueada”, empero, fue el haber puesto por escrito los términos del acuerdo, lo que ha provocado la mofa hasta de AMLO. Tales acuerdos siempre han existido y existirán, pero nunca se ponen en blanco y negro. ¿O a poco alguien conoce el contenido de los que Morena concierta con el PVEM y el PT? * * * El INE ya tiene “emperatriz consejera”. Es omnipotente. Los otros diez consejeros ya no tienen voz ni voto a la hora de hacer nombramientos dentro del organismo. Guadalupe Taddei, quien tiene a todos los “nobles” de su familia en cargos públicos, ya puede hacer y deshacer, gracias a que Mónica Soto, quien junto con los Felipes (De la Mata y Fuentes) recién asaltó la presidencia del Tribunal Electoral fue el “hada madrina” que le concedió tales poderes a Su Alteza Electoral. ¿Vamos directo a una elección de Estado porque Morena ya tiene capturados a los órganos administrativos y jurisdiccionales con las señoras Taddei y Soto? Muy obvios, la verdad. * * * No hay que quitar el dedo del renglón: La violencia en Morelos ha alcanzado niveles sin precedentes, afectando a toda la sociedad. Ante este escenario y los tiempos electorales, surge la pregunta crucial: ¿Queremos seguir por el mismo camino? La manera en que Margarita González llegó a la precandidatura de Morena, sin un proceso abierto y transparente, habla de un pacto con el actual gobernador, Cuauhtémoc Blanco, sugiriendo la posibilidad de más de lo mismo. La relación entre la candidata y el gobernador insinúa una continuidad en el manejo del estado, perpetuando la crisis actual. Es esencial que los morelenses evalúen si desean mantener el rumbo en las mismas manos, o buscar un cambio real. * * * En menos de 24 horas Ulises Lara, encargado del despacho de la Fiscalía en CDMX y ex pareja de “la ministra del Presidente” Lenia Batres, consiguió un título hechizo de licenciado “diésel” en Derecho. La SEP en manos de la “revolucionaria” e “impecablemente honesta” Leticia Ramírez Anaya se lo registró de inmediato. ¡Eso es Morena! ¡Esa es la honestidad valiente! ¡Eso es la 4T! ¡No tienen m… ínima vergüenza! * * * El “destape cervecero” del diputado Jorge Álvarez Máynez pasará a los anales de la picaresca política a la mexicana. Será lo máximo que conseguirá el todavía precandidato de MC a la Presidencia. Ni siquiera conseguirá quitarle votos a la verdadera oposición que postula a Xóchitl Gálvez. * * * Como cada año, embajadores y cónsules de México se reunieron en la capital del país para recibir lineamientos sobre lo que hay que divulgar en sus destinos de los avances del país. Pero esta ocasión las reuniones se convirtieron en una suerte de adoctrinamientos en los cuales los secretarios del Despacho Presidencial, como Luisa María Alcalde, se dedicaron al proselitismo en favor de Morena. Pérdida de tiempo para quienes deberían seguir disfrutando de sus vacaciones. * * * Y por hoy es todo. Gracias por la lectura y su atención a este texto. Y como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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