* Paralaje .
/ Liébano Sáenz /
En la competencia por los votos se desarrollan formalmente dos campañas, la que realizan los candidatos, que es la parte más visible, y la que realizan los partidos. Aquí y en el mundo democrático los partidos viven un mal momento reputacional. La sociedad no los entiende y al parecer ellos tampoco entienden a la sociedad. Sin embargo, en momentos de elecciones, los partidos y sus candidatos están obligados a contactarse con los votantes, quienes tienen el poder de valorar con su sufragio las opciones que mejor acomoden a su realidad y expectativas.
En los regímenes presidenciales es explicable el acento en los candidatos y que los partidos pasen a un segundo plano; sin embargo, en el momento electoral, las estructuras partidistas juegan un papel relevante, más en las reglas de nuestro país, que les concede privilegios singulares en el proceso político. Además de tener virtual monopolio en el registro de candidatos, son los que reciben las prerrogativas, no sólo las del dinero, también las de acceso de los medios concesionados; tienen la representación en los órganos de autoridad y para efectos prácticos, son los principales obligados y por lo mismo responsables en el cumplimiento de las reglas. Las sanciones casi siempre van dirigidas a los partidos, no a sus candidatos.
Hay una tercera campaña que es fundamental en la democracia. No es regulada, tampoco estructurada. No es constante, aparece en determinadas condiciones. Esta tercera campaña es de la sociedad. En ella no hay jerarquías, no atiende a reglas, tiene un destacado componente espontáneo y emotivo. Su agenda es propia y su vigor y condiciones de existencia se mueven en base al péndulo emocional existente entre la indignación y la esperanza. Los candidatos ganan cuando tienen capacidad de articularse con este sector.
En la circunstancia que vive el país, este activismo de los ciudadanos está alineado a la oposición, particularmente por el perfil de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez. Sus expresiones públicas son fundamentales y son la fuente mayor para la pluralidad, la defensa del régimen democrático y para una competencia justa y con apego a la ley. El 18 de febrero el país será testigo de esta tercera campaña.
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