/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Este sábado 10 de febrero terminan las precampañas a la gubernatura veracruzana, así como para las diputaciones locales. En este periodo se ha dado un cuantioso cambio de camisetas partidistas de presidentes municipales. Cuando se renovaron las alcaldías veracruzanas, luego del triunfo, un paquete de alcaldes electos se cambió de siglas, lo que inclinó la balanza a favor de Morena con más de un centenar de ediles en sus filas; ahora, con otro proceso electoral en puerta, se vuelve a incrementar.
Erika Burgos Cenobio de Tamalín (PRI), Adrián Feliciano Martínez de Zontecomatlán (PAN) y Gabriel Morelos Francisco de Chinampa de Gorostiza, se sumaron públicamente al proyecto de la precandidata morenista Rocío Nahle García; también la diputada local Anilú Ingram Vallines, quien este fin de semana la acompañó en su gira por Puente Nacional, así como el diputado Hugo González Saavedra, quien llegó al Congreso Local con el PAN. Todos ellos en seis semanas, más los que se acumulen.
Claro, los presidentes municipales no llegan solos. Es operación política que hace o bien la dirigencia estatal de Morena o el equipo de campaña de la precandidata. La pregunta entonces es: ¿y las dirigencias de enfrente, es decir PRI, PAN y lo que queda del PRD, que están haciendo, no solo para llevar figuras del lado de su precandidato Pepe Yunes, sino para evitar más fugas?
No perdamos de vista que percepción es realidad y tener prácticamente cada semana una adhesión les permite a los morenistas comunicar en positivo y, en un tiro en banda, hacer parecer que los desgranan y que hay inoperatividad de los tres dirigentes del Frente.
Lejos de ser una liga de contención a Alfonso Ramírez Arana, a Federico Salomón Molina y a Sergio Cadena Martínez se les nota verdes para enfrentar un proceso a la gubernatura y más siendo oposición. Quedan menos de 120 días para acudir a las urnas: o se despabilan de una buena vez o en el pecado llevarán la penitencia.
@YamiriRodriguez