/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Hoy pareciera que quienes forman parte de la clase política morenista veracruzana se dividen en dos bloques: los que sí o sí buscan su subsistencia política y los que se quedan los ocho meses que le restan a esta administración estatal a terminar la responsabilidad que les dieron.
Los primeros, desesperados porque inició la cuenta regresiva, intentan estar cerca de la candidata a gobernadora Rocío Nahle, que los vea presentes, que los traiga en el radar, aunque no aporten nada a la causa. En ese afán reparten codazos, intentan desbarrancar, mentir y manipular con tal de seguir en la nómina. Los hay tan ilusos que algunos creen que pueden repetir en sus actuales cargos, lo que prácticamente nunca sucede en ninguna administración que ha tenido Veracruz.
Esos intentos desesperados están provocando que el termómetro electoral se eleve, pues en la gran mayoría de los casos, obedece al llamado fuego amigo; es decir, los trancazos vienen de casa, sobre todo ahora que hay nerviosismo porque aún no se ha hecho pública la lista de plurinominales de Morena al Congreso Local. Eso, dicen, sucederá por ahí del 4 de abril.
Luego están los otros, que se quedan a bajar la cortina; que ya están inmersos en el proceso de entrega-recepción que no es, en lo absoluto, menor.
Hay, por supuesto, áreas más álgidas que otras, como la Secretaría de Gobierno, que es la que hoy, con esta efervescencia, tiene que capotear todo lo que sucede en el estado. Para que usted dimensione lo anterior, todos los días hay por lo menos 7 tomas de escuelas más los problemas en los ayuntamientos, más las peticiones absurdas de algunas autoridades municipales.
Destaca el trabajo de un funcionario joven, que trabaja aún con grillas, el subsecretario de Gobierno, Yair Ademar Domínguez Vázquez. El abogado de Coatzacoalcos llegó a dicho cargo en octubre de 2023 y es de los pocos que asume la responsabilidad de quedarse hasta el final. El morenista, con arraigo en la 4T, ha dado muestra de oficio político para atender, pues resuelve y no compromete lo que no se puede cumplir, lo que también es muestra de respeto a la gente: no verles la cara con tal de que se vayan.
Sin duda, con los días que vienen, trabajo les va a sobrar en la SEGOB pues muchos buscarán jalar con manifestaciones, bloqueos y demás, agua para su molino; su molino electoral.
@YamiriRodriguez