Oaxaqueñas en la Independencia de México

Oaxaca 14 septiembre 2019/nvinoticias/

La Generalísima, Bárbara Rosas y las Miahuatlecas

Recordar la gesta del 15 de septiembre obliga a redimir en la memoria colectiva a aquellas mujeres que participaron en la independencia de nuestro país. En el caso concreto de las oaxaqueñas nombrar a La Generalísima, Bárbara Rosas y las Miahuatlecas, valerosas rescatadas en el libro “Mujeres de Oaxaca, cada mujer debe contar su historia”, de la periodista Soledad Jarquín Edgar.

Bárbara Rosas, fue una de las muchas mujeres castigadas por proclamarse abiertamente simpatizante de la Independencia.

Ella era empleada en la casa del Capitán Realista, Don José Ximeno Varela.

El historiador Luis Rodrigo Álvarez la describe como una mujer de condición humilde que lavaba ropa en el río Jalatlaco y a principios de 1811 servía como empleada en la casa del capitán.

A la Griega, como era conocida, se le ordenó un juicio sumario, con un año de trabajos forzados en la cárcel pues en ese entonces las reglas sociales castigaban a las mujeres que tomaban la libertad de pensar y expresarse.

Mujeres que liberaron a sus maridos

María Nava de Catalán, conocida como la Generalísima -detalla Soledad Jarquín en su libro- “junto con un grupo de mujeres de Tlaxiaco, se presentó ante José María Morelos y Pavón durante su paso por esa ciudad (ubicada en la región de la Mixteca oaxaqueña), cuando en 1813 se dirigía hacia Acapulco y más tarde a Chilpancingo para el Congreso.

Las mujeres ofrecieron a sus hijos “para luchar por la noble causa de la Independencia”; por su gesto, el Generalísimo Morelos la nombró Generalísima del Ejército Insurgente”.

Basada en el relato del historiador Cayetano Esteba, el libro hace referencia un levantamiento popular encabezado por mujeres de Miahutlán para liberar a sus maridos detenidos destinados al ejército del Rey para pelear en contra del movimiento independentista.

De acuerdo con el relato, el 2 de octubre de 1811, más de 150 mujeres armadas de palos, se dirigieron al cuartel.

Unas se lanzaron sobre la guardia, otras escalaron las tapias del cuartel y se apoderaron de las armas para lograr la fuga.

Entre las principales -indica el libro- figuraban: Pioquinta, Cecilia, Ramona y Micaela Bustamante, una llamada Pascuala de la Hacienda de Monjas, Mónica de San Ildefonso, y otras más del pueblo que se reunieron en el paraje de La Pila.

Otras mujeres citadas en la historia son Juana N y Juana Feliciana, ambas de Teotitlán del Camino quienes fueron fusiladas por el capitán de Batallón Provisional, don José Ramírez Ortega, luego de ser acusadas de vender tortillas envenenadas a los soldados realistas, lo anterior en 1818.

Si bien -señala en su libro Soledad Jarquín- las mujeres que participaron en la lucha de independencia lo hicieron instadas por sus padres, hermanos o maridos, hubo otro número importante que fueron estimuladas por sus propios deseos de libertad.

Mujeres, indispensables en la historia 

La historiadora feministas Pilar Monterrubio, señala que lejos de Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez, las mujeres han sido invisibilizadas en la historia del país pese a que en los distintos momento se constituyeron como grandes colaboradoras.

“La labor de historiadora feminista tienen muchas parcelas en donde sembrar, para traer las mujeres al presente hay que hacer un trabajo metodológico muy arduo e inteligente para poderlas encontrar porque normalmente en cada época, los registros femeninos eran escasos”.