/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Dicen que en la guerra y en el amor, todo se vale; lo mismo aplica para las contiendas electorales. Cuando crecer es muy complicado, entonces la estrategia es bajar al puntero para intentar poner en tablas la elección. Eso es lo que está pasando en la disputa por la gubernatura veracruzana.
Previo al inicio de la campaña, el empresario, Arturo Castagné, comenzó a divulgar una serie de presuntas propiedades de la candidata a gobernadora de Morena. El oriundo de San Rafael fue designado el vocero de la estrategia porque, si lo hacía un político de la alianza opositora, no solo no tendría el mismo impacto, sino podría tener un efecto boomerang. Bien dicen que para señalar hay que tener la cola corta.
La pregunta de los 64 mil es quién le suministra toda la información que puntualmente cada semana presenta. Si es truqueada, lo estarían metiendo en tremendo problema y, si es cierta, usted cree que tan fácilmente se obtiene ese tipo de datos. Si pedir una copia de un recibo de predial es un viacrucis en prácticamente cualquier ayuntamiento, ahora imagínese conseguir escrituras y demás -que es información personal-, en un carrusel por estados.
Rocío Nahle afirmó que su declaración patrimonial es pública para quien quiera revisarla y, a través de sus redes sociales, dio un listado de los bienes a su nombre. Ya que estamos en estos temas, se debería poner de moda a la voz de ya el 7 de 7 de las y los candidatos a cualquier cargo: que nos presentes de manera fácil y accesible -no en páginas web que son un laberinto-, sus declaraciones patrimoniales, fiscales, de no conflicto de interés, así como el certificado de no antecedentes penales, el antidoping, que no son deudores de pensión alimenticia ni agresores.
¿Pero sabe cuántos, tristemente, lo harían en Veracruz? Los contaríamos con los dedos de una mano; muchos son de los que tiran la piedra y esconden la mano. ¡Y aún nos quedan 45 días de largas campañas!
@YamiriRodriguez