*Escrito por Olga Laura Ochoa .
22.04.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Una acción afirmativa construida por el Instituto Nacional Electoral (INE) fue el fomento a la participación política de las personas indígenas y en el actual Proceso Electoral Federal 202-2024 se alcanzó el registro de 246 candidaturas de mujeres indígenas, hecho inédito en la historia del órgano electoral, pero hoy, consejeras del instituto advierten que «el verdadero reto se encuentra con los partidos políticos en donde se han registrado casos de usurpación de identidad y Violencia Política en Razón de Género hacia ellas» .
Las mujeres indígenas enfrentan una discriminación agravada ante la intersección de varias categorías, no solo por ser mujeres, e indígenas, muchas veces por la imagen, o por venir de un contexto rural o por su tono de piel.
Así lo indicó Rita Bell López Vences, Consejera del Instituto Nacional Electoral (INE) durante su ponencia “Participación política de las mujeres indígenas en México”, donde reflexionó:
“Hablar de los derechos electorales de las mujeres indígenas, es un tema complejo, que no se ha visibilizado y que, aún todavía en nuestros días, hay mucha discriminación y racismo, en la forma en que todavía se nos educa y convivimos».
«Es necesario hacer conciencia de estas formas de convivencia y de estos tratos para poder hacer cambios”.
La Consejera del INE, relató las experiencias que han tenido al visitar diferentes regiones, del país y en las mesas de trabajo, las posibles candidatas les decían ´cómo le hago para participar, si no tengo dinero´, señalando sus principales impedimentos.
Sin embargo, la toma de auto conciencia venía cuando al platicar su problemática se daban cuenta, de cómo era que el esposo sí podía postularse a los cargos de participación política, aunque tampoco contaran con los recursos materiales.
Y el resultado de esa reflexión, era que gracias a ellas que se hacían cargo de la casa de sus familiares, e incluso, de sus animales, los varones tenían tiempo para dedicarlo a la actividad política,»esas son las cosas que tendríamos que solventar y arreglar», destacó Rita Bell.
Por lo que se refiere al sistema de partidos, tampoco se ha avanzado mucho, ya que faltan mecanismos de participación de mujeres indígenas diseñados por los partidos políticos; se trata de voluntad y compromiso.
La construcción de la participación política de las mujeres indígenas en México, no ha sido una labor sencilla, ya que aún subsisten resabios de clasismo, racismo y estereotipos adversos que impiden, o de menos, hacen complejo el acceso a las candidaturas por parte de este sector de la población.
En el pasado reciente, la sociedad mexicana dio cuenta que para poder avanzar en la construcción de la democracia, era necesario abrazar a todos los sectores poblacionales, ya que al tener representación en los escaños políticos de la multiculturalidad del país, se abren los espacios para el diálogo y la comprensión de las diferentes problemáticas a resolver.
Sin embargo, el camino para alcanzar estos objetivos ha sido lento y ha requerido el compromiso y la participación de diversos sectores que han impulsado esta política de inclusión.
No hay que olvidar que las mujeres indígenas han dicho en reiteradas ocasiones que solamente son requeridas únicamente para aparecer en la foto y para mostrar una aparente multiculturalidad integrada ante el mundo.
La conferencista señaló que recientemente el Estado Mexicano ha dado cuenta, de algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres indígenas y, ya va tejiendo lineamientos formales para asegurar la participación política de ellas.
Referente a la participación política de las personas indígenas, hasta el momento, solo en cinco entidades se reconoce la renovación de Autoridades Municipales bajo el régimen de Sistemas Normativos Indígenas.
El Estado de Oaxaca obtuvo mayoría en participación de mujeres indígenas, con 418 municipios para el ejercicio de cargos durante el año 2023 resultaron electas 2 mil 268 mujeres de un total de 4 mil 878 cargos, lo que equivale a un 48 por ciento de participación alcanzada.
En tanto que, en los cargos de Concejalías propietarias de Oaxaca, mil 236 mujeres alcanzaron cargos propietarios de un universo de 2 mil 746, lo que equivale a un 45% de participación. Quedando repartido, en: 30 Presidentas, 78 Síndicas y mil 128 Regidoras.
En el municipio de Oxchuc en Chiapas se postularon, una Concejal Síndica y una Regidora. En tanto que en Cherán, Michoacán, se obtuvieron 12 Consejerías, resultando 5 cargos para mujeres indígenas.
En el estado de Morelos, en el Consejo Municipal de Hueyapan, se obtuvieron 6 cargos para mujeres y la Concejal Vocera, es mujer. En el municipio de Xoxocotla se obtuvo 1 cargo para mujeres. En tanto, que en Coatetelco se obtuvo 2 cargos para mujeres indígenas.
Brechas de negociación
En la actualidad, se plantea una diversidad de formas de la participación de las mujeres en los pueblos y las comunidades indígenas.
Resulta necesario ponderar las circunstancias particulares de cada comunidad porque, tratar de arreglar este tipo de asuntos, desde la comodidad de una oficina instalada en la ciudad, no resulta la vía más coherente.
“Los usos y las costumbres habituales, se refieren a que no participen las mujeres, cuando vamos a las diferentes regiones del país, les pedimos a las comunidades que, desde su contexto, ellos busquen la manera de cómo si lograr la inclusión de las mujeres indígenas en la política”, refirió la especialista.
Violencia Política en Razón de Género
Las mujeres indígenas han logrado ocupar cargos políticos como titulares o suplentes, señalaron que los roles de género conllevan estrés en ellas por la carga de los juicios sociales a los que son sometidas por haber tomado la decisión de salir del espacio privado al público.
El sistema patriarcal, sostenido tanto por hombres como mujeres considera en algunas de sus comunidades, a la participación política de las mujeres indígenas en el sistema de partidos, como una «violación a sus leyes comunitarias».
“Una situación muy compleja para ellas, ha sido la difamación en redes sociales, señalando a las mujeres como amantes, distorsionando sus fotos, para así desacreditar su voz y su participación”, señaló la consejera.
En muchas comunidades la paridad se ve como una imposición a los pueblos y comunidades. La impunidad ante las demandas de Violencia Política en Razón de Género deriva en miedo en las víctimas, y por lo tanto, en que tomen la decisión de no participar.
La sobrecarga de trabajo doméstico y familiar, la limitada autonomía personal, la falta de recursos económicos propios, junto con el desconocimiento generalizado de sus derechos políticos, las llevan a que acceder a los cargos municipales y, en especial, a las presidencias municipales, constituya una situación «excepcional» para las mujeres de los pueblos y comunidades indígenas.
Los retos a que se han enfrentado a lo largo del tiempo, y mucho más, ahora en su participación en la vida política mantiene fuertes raíces y dinámicas patriarcales y misóginas, así como, racistas y elitistas.
Modificar la estructura
La Consejera del INE resaltó que estructuralmente se tienen que cambiar muchas cosas para lograr una mayo participación de las mujeres indígenas en la política, todo suma, todo influye.
Realizando un ejercicio de imaginación, hasta el contar con baños para mujeres en las oficinas de gobierno, en algunos lugares, simplemente no existían.
Y este ejercicio de imaginación y de adecuación, se tiene que realizar para cada uno de los retos a los que se enfrentan las mujeres indígenas para lograr su incorporación a la vida política del país.
Si todavía no nos hemos convencido de los retos a los que se enfrentan, bastaría con recordar el caso de Marichuy, la primera aspirante indígena a la presidencia de México, que en el 2017 levantó la mano para participar en los comicios electorales del 2018.
Originaria de Tuxpan, Jalisco, María de Jesús Patricio Martínez también conocida como Marichuy, siendo médica tradicional y defensora de los derechos humanos de origen náhuatl y, habiendo sido elegida por el Congreso Nacional Indígena como vocera, vio truncadas sus aspiraciones ante impedimentos técnicos y burocráticos.
En ese entonces, el órgano electoral le solicitó un determinado número de firmas a recabarse de forma electrónica para que ella pudiera participar como candidata independiente a la Presidencia de la República.
Lo que en ese momento, no estaba en el radar del órgano electoral, era que le estaban pidiendo algo imposible, ya que para recabar firmas electrónicas, en primera instancia, en esas comunidades tendrían que disponer de los servicios de luz e internet.
Para el presente periodo electoral la participación de los Pueblos indígenas de acuerdo al Instituto Nacional Electoral, es el siguiente: en el estado de Oaxaca, 418 municipios se rigen por sistemas normativos indígenas, donde se eligen ayuntamientos y cabildos con base en sus usos y costumbres, y así está reconocido en la Constitución local e incluye medios de impugnación.
En Sonora se prevé la participación de un regidor étnico, con voz y voto, dentro del cabildo. En tanto que, en Veracruz, Nuevo León, Puebla, Yucatán y Estado de México, se prevé un representante indígena ante el ayuntamiento. Y, en la Constitución de la Ciudad de México se contempla la postulación de candidaturas indígenas sin partido.