*Había sido amenazado por el crimen organizado que controla Guerrero.
*LLaman a quienes lo han privado de su libertad a que le permitan tomar sus medicamentos.
29.04.2024. Guerrero.- El episcopado Mexicano ha confirmado la desaparición desde el pasado fin de semana del obispo emérito de Chilpancingo- Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, lo que encendió todas las alertas por presumirse que se trate de un secuestro a manos de grupos delictivos que operan en esa zona del estado.
Las autoridades eclesiásticas han expresado su preocupación y solicitan enérgicamente a las autoridades de los tres niveles de gobierno su pronta y decidida intervención para la localización de Mons. Rangel Mendoza.
“Hacemos un llamado al Gobierno Federal, a los Gobiernos de los Estados de Morelos y Guerrero, y a las autoridades municipales correspondientes para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, actúen de manera coordinada y eficaz a fin de traer de regreso a casa, sano y salvo, a nuestro hermano Obispo”.
“Asimismo, hacemos un respetuoso pero firme llamado a quienes mantienen en cautiverio a Mons. Rangel Mendoza para que, en un acto de humanidad y considerando su delicado estado de salud, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna los medicamentos que requiere para su bienestar. Reiteramos nuestra solicitud para su pronta liberación y regreso seguro a casa”, refieren en un comunicado.
El Obispo recién el pasado mes de febrero, tras una reunión con líderes criminales de la entidad, reconoció estar sentenciado de muerte.
En entrevista radiofónica con la periodista Azucena Uresti Rangel Mendoza dijo que el Gobierno o no tiene voluntad de apagar esos fuegos o le tiene miedo al crimen organizado.
Reconoció que su vida estaba en riesgo con la reunión que sostuvo entre los cuatro obispos de Guerrero y líderes criminales hacia tres semanas atrás.
“Estoy amenazado, y le voy a decir, hasta sentenciado a muerte, yo no sé si por el gobierno, o por estos capos, pero yo sigo en la línea”.
Hasta hoy nada se sabe sobre el paradero del religioso pese a que se ha interpuesto la denuncia correspondiente.
Las autoridades federales y estables permanecen omisas ante la desaparición por lo que el Episcopado mexicano lanzó un comunicado denunciando el hecho.
COMUNICADO
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informa con profunda
consternación sobre la desaparición de Monseñor Salvador Rangel Mendoza, Obispo
Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, de quien se desconoce su
paradero desde el día 27 de abril de 2024.
Ante estos lamentables hechos, la CEM manifiesta su preocupación y solicita
enérgicamente a las autoridades de los tres niveles de gobierno su pronta y decidida
intervención para la localización de Mons. Rangel Mendoza. Hacemos un llamado al
Gobierno Federal, a los Gobiernos de los Estados de Morelos y Guerrero, y a las
autoridades municipales correspondientes para que, en el ámbito de sus respectivas
competencias, actúen de manera coordinada y eficaz a fin de traer de regreso a casa, sano
y salvo, a nuestro hermano Obispo.
Asimismo, hacemos un respetuoso pero firme llamado a quienes mantienen en
cautiverio a Mons. Rangel Mendoza para que, en un acto de humanidad y considerando su
delicado estado de salud, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna los
medicamentos que requiere para su bienestar. Reiteramos nuestra solicitud para su pronta
liberación y regreso seguro a casa.
Destacamos que ya se ha procedido a la apertura de la carpeta de investigación
correspondiente ante la Fiscalía General del Estado de Morelos, específicamente en la
Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas y Cometida por Particulares, a
fin de que se realicen todas las diligencias necesarias que conduzcan al esclarecimiento de
los hechos y al pronto regreso con bien de Mons. Rangel Mendoza.
La CEM hace un llamado a la sociedad en general para que, en la medida de sus
posibilidades, proporcione cualquier información que pueda contribuir con las
investigaciones.
Elevamos nuestras oraciones por Mons. Salvador, su familia, seres queridos y por
todos aquellos que sufren las consecuencias de la violencia e inseguridad. Confiamos en
que las autoridades actuarán con la debida diligencia y prontitud para resolver
favorablemente este caso.
Invitamos a todas las comunidades eclesiales a unirnos en oración por esta intención
durante las celebraciones eucarísticas.
+ Mons. Ramón Castro Castro
Obispo de Cuernavaca
Secretario General