/ Juan José Barrientos /
URGE revisar y corregir el reglamento editorial de la UV, pues por ejemplo en el art. 51 se requiere que al proponer un libro el texto se entregue “en archivo Word, a doble espacio, en tipo de letra Arial de 12 puntos para el cuerpo del texto; las citas a bando y las notas a pie, con un puntaje menor que el cuerpo de texto, para que sean diferenciados.”
No se aclara por qué se requiere un archivo Word, y otras editoriales son más abiertas.
Por ejemplo, el Fondo de cultura económica permite enviar el texto:
en un formato como Microsoft Word (.doc), texto enriquecido (.rtf), formato de texto abierto (.odt) o PDF (.pdf) y no estipula el tipo de letra ni el espacio.
y lo mismo en la Unam y otras instituciones.
Hace unos seis meses, yo le propuse al Director editorial mi libro Versiones y le envié un pdf elaborado en el IVEC, que reeditó mi libro hace unos diez años, es decir el texto revisado y prácticamente listo para imprimirse, pero el Director editorial no lo acepta.
Además, me pide una carta de liberación de derechos de la editorial que originalmente publicó ese libro en el 2000, y el problema es que a principios de este sexenio el Conaculta se convirtió en Secretaría de cultura, y la DGP (Dirección General de Publicaciones) desapareció; el archivo se entregó al Fondo de cultura económica, donde al parecer nadie sabe qué le hicieron.
En el reglamento no está previsto qué hacer en un caso así.
Y eso no es todo, pues hace tiempo ya señalé que de acuerdo al reglamento, los libros que se le propongan a la editorial deben ser “inéditos”, pero no se definió qué se entiende por “inédito”, como es usual en las convocatorias de los concursos, y en el reglamento anterior se consideraba inédito un libro ya publicado que tuviera algo nuevo, lo cual permitió que la UV reeditara atinadamente las memorias de Maples Arce.
Versiones, por cierto, incluye ahora un ensayo que no aparece en la reedición del IVEC, y que se publicó hace poco en la revista Quimera, de Barcelona.
El reglamento vigente genera incertidumbre y viola el derecho a la seguridad jurídica, es decir uno de los derechos humanos, que la UV debe respetar.