La doble desaparición del Parque Papagayo .

  • Xavier Oliveras González, de El Colegio de la Frontera Norte.

     

    Como se ha mostrado en las entregas precedentes, tras el paso del huracán Otis por Acapulco desaparecieron decenas de personas, así como embarcaciones y edificios. En esta ocasión revisaremos y reflexionaremos a partir de la desaparición de otro lugar: el Parque Papagayo (nombre popular para el Parque Ignacio Manuel Altamirano). Ahora bien, como veremos, su desaparición no solo fue una, sino que ha sido doble: primero, la destrucción causada por la fuerza devastadora del huracán. Después, y aprovechando la desolación, la transformación de una parte de este lugar en un cuartel de la Guardia Nacional.

    Este parque no es un área verde cualquiera, sino que, por su localización y dimensiones, se ha convertido en un lugar emblemático a nivel ecológico y social. Se trata de una extensa área forestal en medio de la mancha urbana, cercana a la bahía. Al parque acuden miles de personas durante todo el año —al menos antes de Otis— a pasear, jugar, hacer deporte y, en definitiva, a relajarse.

    Preguntarse y preocuparse por la desaparición de objetos y lugares pudiera calificarse de banal o secundario, sobre todo comparado con las vidas humanas. Sin embargo, este argumento no toma en cuenta que la supervivencia humana depende también de las relaciones que establezcamos con otros seres —independientemente de si son humanos o no—, objetos y lugares.

    En esta dirección, debemos empezar por reconocer que las embarcaciones, los edificios o los parques, sostienen la vida humana y satisfacen nuestras necesidades básicas, en tanto que especie y sociedad, lo que incluye actividades como la movilidad, el abrigo, la morada, la alimentación, la recreación y la socialización.

    Visto así, los seres humanos nos inscribimos en una trama más extensa y compleja, en la que se entrelazan, por lo tanto, las personas con las embarcaciones, los edificios, las áreas verdes y, en definitiva, todo aquello que conforma y constituye una ciudad, como Acapulco, incluidos los centenares de seres vivos, plantas y animales no-humanos.

    En este sentido, partiendo de una perspectiva posthumanista, voy a argumentar que la desaparición de esos objetos, lugares y demás seres vivos, que fueron materialmente arrancados, circulados y descompuestos, resulta también traumática para las personas que estaban entrelazados con ellos. El carácter emblemático del Parque Papagayo dentro de aquella trama permite entender ese trauma sufrido por la población local ante su doble desaparición.

    Unas notas sobre el parque de Acapulco

    Antes de pasar a ver los detalles de ambas desapariciones y de las respectivas reacciones de la población local, primero es necesario dar cuenta, aunque sea brevemente, del lugar que tiene este parque en aquella trama urbana constituida por objetos y seres tanto humanos como no-humanos; es decir, más-que-humana, por decirlo en los términos de la geógrafa Sarah Whatmore [1]. Por sus características, en este parque se entrecruzan los siguientes elementos, de distinta naturaleza: los servicios ambientales, las funciones urbanas, el hábitat de distintas especies vegetales y animales, las infraestructuras y actividades recreativas de la población humana, la masa de cuerpos locales y visitantes, y los significados, símbolos y recuerdos.

    El parque, considerado el último pulmón verde dentro de la ciudad, se ubica frente a la bahía de Acapulco y tiene una extensión de 24 hectáreas, en gran medida arbolada. Además de las áreas verdes, como los acapulqueños saben, el parque cuenta con muchos equipamientos: restaurantes, cabañas, áreas de descanso, un auditorio, una biblioteca, kioscos y albercas. Tanto por su ubicación como por los servicios que ofrece, el parque recibe una gran cantidad de visitantes, que la Dirección del parque calcula en un millón al año.

    Este parque ocupa lo que antaño fue una zona de huertas, con una larga historia de disputas por su propiedad. El predio, expropiado en 1979 por el gobernador estatal, fue declarado reserva ecológica, recreativa y turística y, tras las obras de acondicionamiento, en 1981 se inauguró el parque, cuyo nombre popular, Papagayo, deriva del de un anterior hotel. Desde su creación, el parque ha sido remodelado varias veces, la última de las cuales concluida un año antes del huracán. Entre 2020 y 2022, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) llevó a cabo una intensa transformación material de este lugar [2]. Esta transformación se realizó en el marco del “Proyecto de Rescate del Parque Papagayo” [3].

    A lo largo de estos años, también se han sucedido varias declaraciones gubernamentales para reconocer y garantizar su función y protección. Así, a la declaratoria de 1979 se le sumaron otras, la última de las cuales, en 2021, coincidiendo con el proyecto de la Sedatu. Mediante ésta, el parque se convirtió jurídicamente en un “establecimiento público de bienestar social”, con el fin de garantizar la oferta de un servicio recreativo y actividades culturales a la población, así como la conservación y protección del sistema ecológico.

    En la larga historia de transformación del parque, aquellos reconocimientos jurídicos a menudo se han convertido en papel mojado, y no precisamente por causa de la lluvia que acompañó a los vientos huracanados. Como veremos más adelante, en el reciente episodio sobre el cuartel, aquel reconocimiento se mantiene como uno de los principales recursos de la sociedad civil para defender el parque.

    La primera desaparición del Parque Papagayo: el huracán Otis

    Como al conjunto del puerto acapulqueño, el huracán Otis afectó gravemente al “Parque Papagayo”. Sin necesidad de recorrer a un indicador objetivo sobre el grado de los daños, sirvan los términos empleados para describir la percepción que de ellos tuvo la población: el huracán “arrasó” el parque, que “quedó devastado” y del que “casi nada quedó” [4]. Las primeras impresiones se centraron en la abundancia de “árboles caídos por doquier” [5]. En las evaluaciones posteriores, la Dirección del parque contabilizó un total de 816 árboles caídos, el 80% del arbolado, muchos de los cuales eran ceibas, parotas y mangos [6].

    La destrucción/desaparición del parque no solo se refleja en la cantidad y extensión de los árboles caídos, sino también en la pérdida del hábitat para las distintas especies animales que allí habitaban, entre los cuales monos araña, garrobos (iguanas) y aves. En los días posteriores, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado (Semaren) procedió a rescatar la fauna [7], habiendo que trasladar al Zoológico Zoochilpan a algunos individuos para atenderlos médicamente [8]. Asimismo, con el apoyo de varias organizaciones civiles, entre las cuales cabe destacar el Fondo Internacional para el Bienestar Animal, se ofreció alimento y cuidados en el mismo parque.

    Además de la vegetación y la fauna, el huracán también dañó todas las instalaciones del Parque Papagayo, desde la biblioteca hasta el sistema de riego, pasando por los locales de venta de comida.

    Un mes después del paso del huracán, y tras haberse completado el rescate de la fauna, el gobierno procedió, primero, a la limpieza y, después, a la reconstrucción del parque. En la limpieza cabe destacar la amplia participación de la sociedad civil, que acudió convocada por la Dirección del parque [9].

    A medida que se completaba la retirada de escombros y de árboles caídos, así como la rehabilitación de los equipamientos [10], las autoridades estatales anunciaron su reapertura gradual y controlada, con horarios y zonas específicas. Así, por ejemplo, para el 15 de diciembre de 2023 se reabrieron las dos primeras hectáreas, en las que se instalaron una “Villa navideña” y los locatarios, con el fin de reactivar la economía y el turismo [11].

    De acuerdo con lo señalado por las autoridades estatales y federales, la recuperación del parque no se limitaría sólo en regresar al punto previo al huracán, sino que, aprovechando la destrucción causada, se planteaba como una mejora [12]. La Sedatu lo piensa en cierta forma como una prolongación de su anterior plan.

    Ahora bien, lo que a la población local no le quedaba tan claro es que, entre los objetivos de reactivación económica y restauración ecológica, se incluyera la militarización. Veamos, acto seguido, en qué consistió esa segunda desaparición.

    La segunda desaparición del Parque Papagayo: el cuartel de la Guardia Nacional 

    Confirmando la doctrina del shock de Naomi Klein [13], según la cual los gobiernos aprovechan los desastres (y, en particular, la conmoción y confusión) para emprender reformas a sabiendas impopulares, el 20 de diciembre de 2023, durante la Mañanera presidencial, el Secretario de la Defensa Nacional (Sedena) anunció el plan de seguridad para Acapulco y el vecino municipio de Coyuca de Benítez. El plan incluía la construcción de 21 cuarteles para albergar a unos diez mil elementos de la Guardia Nacional [14], dos mil de los cuales ya habían sido trasladados a la ciudad, pero sin contar con un alojamiento adecuado. Pasado el periodo navideño, el 10 de enero de 2024, durante otra mañanera celebrada en Acapulco mismo, el presidente Andrés López Manuel Obrador, amplió los detalles y avanzó novedades [15].

    Como ambos anunciaron, para la construcción de los cuarteles, el Ejército mexicano requería predios. Poco a poco se fueron conociendo los lugares escogidos. Así, a mediados de marzo de este año, el Ejército colgó en la reja del área de estacionamiento del parque una manta informando de que ahí se iba a construir un cuartel [16]. Asimismo, el Ejército cerró con madera y lámina una porción del predio de más de una hectárea, y en pocos días ya había asentado los cimientos e instalado los castillos del futuro edificio.

    Es decir, tras la destrucción causada por el huracán Otis y antes de que se completase la rehabilitación del parque, la Sedena aprovechó la destrucción para levantar el cuartel, con nuevas funciones y nuevos habitantes, desplazando —o redesplazando— aún más a la población local, tanto la humana como la flora y fauna.

    Como en las desapariciones de personas, donde el tiempo de reacción y el ritmo de las operaciones de rescate son fundamentales para el éxito, podemos hacer un símil para el caso de la desaparición de los lugares. Sin embargo, la doctrina del shock aplicada parece haber impedido que la reacción de la población acapulqueña, a pesar de haber sido inmediata, fuera suficiente.

    Así, tras difundirse imágenes de la manta informativa en el parque, se articuló un colectivo, aunque pequeño, en contra del cuartel y en defensa del parque. El colectivo estaba encabezado por Ramiro Solorio Almazán, “El Brother”, a la postre candidato a la presidencia municipal de Acapulco por el Partido Encuentro Solidario (PES). Como precisaron sus integrantes, no se oponían al plan de seguridad, ni menos aún a los elementos de la Guardia Nacional (quienes, por cierto, vivían en condiciones pésimas [17]), sino a la construcción del cuartel al interior del parque.

    Para este colectivo, el mero anuncio de la construcción suponía un trauma sobrepuesto al trauma provocado por la destrucción causada por el huracán. En este sentido, el líder del colectivo manifestó que “vamos a dar la lucha para que se frene esa obra en el Parque Papagayo, que por el huracán Otis tuvo serias afectaciones ambientales” [18]. De acuerdo con Judith Butler, siguiendo a Max Scheler, el trauma consiste en no dar crédito, en no entender el sentido, es más, en considerar como inconcebible aquello que nos afecta [19]. Así, para el colectivo resultaba incomprensible que “el gobierno, en vez de restaurar ambientalmente este pulmón verde, lo está dañando más con un cuartel” [20].

    En los dos domingos siguientes, al cuelgue de la lona, el colectivo se congregó en el parque para protestar, portando banderas mexicanas, mantas y carteles [21]. Durante ambas protestas, la veintena de participantes clausuraron simbólicamente la obra, pegando sellos de clausura en la barda que encierra la construcción [22], mientras los elementos de la Guardia Nacional los vigilaban de cerca.

    Como en otros conflictos socioambientales en América Latina, la lucha contra el cuartel también se desplegó a través de la justicia. En esta dirección, el 8 de abril, Solorio Almazán, en representación del colectivo, presentó al Juzgado Tercero de Acapulco un recurso de amparo contra la construcción del cuartel. El fundamento legal fue, precisamente, la declaración jurídica de 2021 del parque como “establecimiento público de bienestar social”. Asimismo, en el recurso se argumentaba que las obras estaban devastando la poca flora y fauna que quedaba en el parque tras el paso del huracán.

    Al día siguiente, el juzgado resolvió otorgar una suspensión provisional a la construcción del cuartel [23]. Sin embargo, la Sedena continuó trabajando en las obras [24]. Asimismo, el juzgado programó para el pasado 15 de abril la audiencia incidental, requiriendo a la Sedena entregar la documentación que le autorizaba a construir en el predio del parque. Se refería a la licencia de construcción y el estudio de impacto ambiental, documentos que la Sedena tendría que haber obtenido del gobierno municipal de Acapulco y del gobierno del estado de Guerrero, respectivamente.

    Llegado el día, a la audiencia no se presentó ningún representante de la Sedena [25]. Y lo mismo ocurrió, por último, con la audiencia constitucional, fijada para hace un par de meses, el 27 de mayo, y tras la cual el juez tendría que decidir otorgar o no el amparo para la suspensión definitiva. Ante la incomparecencia de la Sedena, el juzgado difirió la fecha para el próximo 1 de agosto [26]; ya veremos en unos días qué ocurre.

    Tanto para la continuación de las obras como para las incomparecencias a las dos audiencias, la Sedena alegó no haber recibido notificación judicial alguna. El caso es que el Servicio Postal Mexicano no encontró dónde entregarlas, y regresaba las notificaciones con la leyenda “Falta datos o domicilio incorrecto” [27].

    Paralelamente, el colectivo en defensa del parque también presentó denuncias y quejas a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). A mediados de abril, la Profepa inspeccionó el parque para documentar los posibles daños ambientales provocados por los trabajos realizados por la Sedena. Como en el caso de la suspensión temporal de las obras decretada por el Juzgado, la respuesta inicial de la Profepa dio esperanzas al colectivo. Sin embargo, tampoco se logró detener la construcción. Es más, tras verificar que las obras seguían, en el mes de mayo el líder del colectivo volvió a dirigir oficios a ambas instancias [28], pero no han surtido efecto.

    A toda esta situación, y la sensación de impunidad y estupor que sentía el colectivo defensor, se sumó un nuevo anuncio gubernamental. El 5 de junio, durante el arranque de la campaña de reforestación del parque, el Secretario de Bienestar del Gobierno de Guerrero negó que se estuviera construyendo un cuartel, sino “un módulo de seguridad de la Guardia Nacional” para garantizar la seguridad en el parque las 24 horas [29]. Aunque la función pudiera ser diferente, los daños son los mismos.

    Lo más traumático 

    Llegados a este punto, resta preguntarnos cuál de las dos desapariciones es más grave, si la causada por el huracán Otis o bien la provocada por el gobierno federal y la Sedena con la anuencia de las autoridades estatales y municipales.

    Ambas son lamentables, llorables como diría Judith Butler, por la pérdida que supone de un lugar de esparcimiento y socialización tan significativo para la población de Acapulco y a la vez hábitat de centenares de plantas y animales, así como por la pérdida de las relaciones recíprocas de cuidado entre los seres humanos y no-humanos.

    Sin embargo, la segunda parece ser más traumática que la primera, pues tras el paso del huracán, la población local, desde los vecinos hasta los trabajadores municipales, se organizó para recuperar este lugar.

    Asimismo, independientemente de las acciones humanas, la vegetación y la fauna se hubieran recuperado, a otro ritmo y en otras direcciones, mostrando que la devastación causada por el huracán no constituye una situación del todo irreversible.

    En cuanto a la segunda desaparición, ciertamente se puede argumentar que los daños causados por las obras de construcción tampoco son irreversibles. Sin embargo, la desesperación no deriva tanto de los daños materiales provocados por la obra, sino del comportamiento de las autoridades públicas: desde el aprovechamiento de la destrucción causada por el huracán para expandir la militarización hasta la impunidad del Ejército para continuar con las obras a pesar de la justicia, pasando por el silencio absoluto y la connivencia de las autoridades estatales y municipales.

    *Este texto es una colaboración entre el LEVIF (https://www.colef.mx/levif/), de El Colegio de la Frontera Norte, y A dónde van los desaparecidos.

    El Laboratorio de Estudios sobre Violencia en la Frontera (LEVIF) es un proyecto académico y humanista de El Colegio de la Frontera Norte que tiene como objetivo analizar la violencia criminal en esta región fronteriza, generar eventos y documentos de divulgación científica sobre el tema.

    Xavier Oliveras González es geógrafo. Profesor-investigador en El Colegio de la Frontera Norte (Unidad Matamoros, Tamaulipas, México), es Vicepresidente de la Association for Borderlands Studies.

    Foto de portada: El parque papagayo quedó devastado tras el paso del huracán Otis. A meses del fenómeno meteorológico no ha sido reforestado a pesar de que era considerado como el pulmón verde de Acapulco. (Agencia Cromática/ObturadorMX/EsImagen)

    La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición del LEVIF ni de A dónde van los desaparecidos.

    Referencias

    * Agradezco a Claudia Guadalupe Lumbreras Cavazos, estudiante y becaria de El Colegio de la Frontera Norte, por el apoyo en la búsqueda y sistematización de datos.

    [1] Whatmore, Sarah (2002). Hybrid geographies: Natures, cultures, spaces. Londres: SAGE.

    [2] La Capital (22 de febrero de 2022). Reabre en Acapulco Parque Papagayo. La Capitalhttps://www.lacapital.com.mx/noticia/89140-Reabre_en_Acapulco_Parque_Papagayo

    [3] Morales, Minerva (16 de enero de 2020). Presentan proyecto de remodelación del Parque Papagayo. ADN Culturahttps://www.adncultura.org/presentan-proyecto-de-remodelacion-del-parque-papagayo

    [4] Amapola Periodismo (30 de octubre de 2023). El Parque Papagayo, principal pulmón de Acapulco, quedó devastado tras el paso del huracán Otis. Animal Políticohttps://animalpolitico.com/estados/parque-papagayo-pulmon-acapulco-devastado-huracan-otis

    [5] Briseño, Héctor (27 de octubre de 2023). Afectaciones por “Otis”, un recorrido de azoro y horror. La Jornadahttps://www.jornada.com.mx/noticia/2023/10/27/estados/afectaciones-por-2018otis2019-un-recorrido-de-azoro-y-horror-4927

    [6] Quadratín (26 de noviembre de 2023). Otis dañó también la naturaleza: Devastó 80% de árboles del parque Papagayo en Acapulco. El Financierohttps://www.elfinanciero.com.mx/estados/2023/11/26/otis-dano-tambien-la-naturaleza-devasto-80-de-arboles-del-parque-papagayo-en-acapulco/

    [7] Covarrubias, Adriana (21 de noviembre de 2023). Protegen aves, reptiles y más de 32 venados en Acapulco. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/doble-via/ecologia/protegen-aves-reptiles-y-mas-de-32-venados-en-acapulco-11032628.html

    [8] Guerrero, Jesús (7 de noviembre de 2023). En Acapulco, rescatan a tres monos araña y cuatro garrobos en el Parque Papagayo, devastado por Otis. Animal Políticohttps://www.animalpolitico.com/estados/rescatan-monos-arana-garrobos-parque-papagayo-acapulco-otis

    [9] Briseño, Héctor (25 de noviembre de 2023). Realizan limpieza en parque Papagayo tras paso de Otis. La Jornada. https://www.jornada.com.mx/noticia/2023/11/25/estados/realizan-limpieza-en-parque-papagayo-tras-paso-de-otis-5486

    [10] ANews (17 de marzo de 2024). Proceso de recuperación del Parque Papagayo al 90%. https://anews.mx/acapulco/proceso-de-recuperacion-del-parque-papagayo-al-90/

    [11] Hernández, Enrique (2023, 6 de diciembre). Villa Navideña reapertura el Parque Papagayo tras Otis. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/villa-navidena-reapertura-el-parque-papagayo-tras-otis-11104598.html

    [12] ANews, 17 de marzo de 2024.

    [13] Klein, Naomi (2007). La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre. Barcelona: Paidós.

    [14] Covarrubias, Adriana (20 de diciembre de 2023). GN requiere 56 predios para construcción de cuarteles en Acapulco y Coyuca. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/gn-requiere-56-predios-para-construccion-de-cuarteles-en-acapulco-y-coyuca-11178300.html

    [15] AMLO Conferencia de prensa matutina, desde Acapulco, Guerrero. Miércoles 10 de enero 2024. AMLO. Sitio oficial de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de Méxicohttps://lopezobrador.org.mx/2024/01/10/conferencia-de-prensa-matutina-desde-acapulco-guerrero-miercoles-10-de-enero-2024/

    [16] Hernández, Enrique (21 de marzo de 2024). Rechazan construcción de cuartel de la Guardia en Parque Papagayo. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/rechazan-construccion-de-cuartel-de-la-guardia-en-parque-papagayo-11623117.html

    [17] El Financiero (5 de abril de 2024). “Estamos en condiciones de miseria”: Así viven elementos de la Guardia Nacional en Acapulco. https://www.elfinanciero.com.mx/estados/2024/04/05/estamos-en-condiciones-de-miseria-asi-viven-elementos-de-la-guardia-nacional-en-acapulco/

    [18] Guerrero, Jesús (16 de abril de 2024). Frenan de forma provisional construcción de cuartel de la Guardia Nacional en parque Papagayo en Acapulco. Animal políticohttps://animalpolitico.com/estados/frenan-construccion-cuartel-guardia-parque-papagayo

    [19] Butler, Judith (2023). ¿Qué mundo es este? Fenomenología y pandemia. Cd. de México: Taurus.

    [20] Guerrero, 16 de abril de 2024.

    [21] Castillo, Isaac (24 de marzo de 2024). Protestan contra construcción del cuartel GN en Parque Papagayo. Meganoticiashttps://www.meganoticias.mx/ixtapa-zihuatanejo/noticia/protestan-contra-construccion-del-cuartel-gn-en-parque-papagayo/506414

    [22] Hernández, Enrique (31 de marzo de 2024). Protestan por cuartel de la Guardia Nacional en el Parque Papagayo. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/protestan-por-cuartel-de-la-guardia-nacional-en-el-parque-papagayo-11682594.html

    [23] Hernández, Enrique (10 de abril de 2024). Ordenan suspender construcción de cuartel de la Guardia Nacional. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/otorga-juez-federal-amparo-de-suspension-contra-cuartel-de-la-guardia-en-el-parque-papagayo-11736047.html

    [24] Desde Abajo Noticias (14 de mayo de 2024). SEDENA viola la ley de amparo provisional y continúa trabajos de construcción del Cuartel de GN en Parque Papagayo: Ramiro Solorio. https://www.desdeabajo.com.mx/sedena-viola-la-ley-de-amparo-provisional-y-continua-trabajos-de-construccion-del-cuartel-de-gn-en-parque-papagayo-ramiro-solorio/

    [25] Guerrero, 16 de abril de 2024.

    [26] Solorio, Ramiro [@ramiro_solorio] (2024, 4 de junio). Hoy fui al Juzgado Tercero de Distrito del Poder Judicial de la Federación, gané la suspensión provisional, pero siguen construyendo el cuartel de la Guardia Nacional en el Parque Papagayo [fotografía]. Instagram. https://www.instagram.com/ramiro_solorio/p/C7zmezxujNJ/?locale=es_NP&hl=ar&img_index=2

    [27] Ibíd.

    [28] Desde Abajo Noticias, 14 de mayo de 2024.

    [29] Nieves, Heidi (5 de junio de 2024). Desisten construcción de Cuartel de la Guardia en Parque Papagayo. El Sol de Acapulcohttps://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/desisten-construccion-de-cuartel-de-la-guardia-en-parque-papagayo-12039049.html

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