*A más de 50 años de persistencia en la búsqueda de verdad y justicia de familiares y sobrevivientes de la llamada Guerra Sucia, se da a conocer la existencia de este documento que contiene información verosímil de víctimas de los “Vuelos de la Muerte”, práctica que el Ejército ha negado en distintas ocasiones.
Las instancias gubernamentales involucradas deben esclarecer la veracidad de este documento y hacer entrega de la totalidad de documentos relacionados con los vuelos, especialmente las listas completas de víctimas.
Organizaciones civiles constatamos elementos de verosimilitud en la investigación periodística publicada hoy por la periodista Marcela Turati, que incluye, una lista con 183 nombres de posibles víctimas de los llamados “Vuelos de la Muerte”, realizados por el Ejército mexicano en los años 70.
Ciudad de México, a 7 de Agosto de 2024.- Una investigación periodística, publicada hoy por la periodista Marcela Turati en adondevanlosdesaparecidos.org y Quinto Elemento Lab, reveló una lista presumiblemente del Ejército Mexicano con los nombres de 183 posibles víctimas de los llamados “Vuelos de la Muerte”, en 1974.
El Centro Prodh, Fundar, Centro de Análisis e Investigación y Artículo 19, habiendo tenido acceso a dicho documento, constatamos que al menos 160 de estos nombres se encuentran registrados como personas desaparecidas en listados de los informes de la Femospp, Comverdad, CNDH, en Archivos de la Represión o en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. Hemos podido corroborar la existencia de elementos de verosimilitud con relación a las fechas de desaparición, corporaciones aprehensoras y lugares en donde se llevó a cabo la detención de dichas personas entre los años 1972-1974.
De acuerdo con la información disponible, autoridades del Estado mexicano están al tanto de la existencia de este documento y conocen su contenido. Instamos a dichas instituciones a llevar a cabo el proceso de entrega de información de manera sensible y responsable a las víctimas. Sobre todo, exhortamos a que el Estado Mexicano en su conjunto adelante una investigación exhaustiva y diligente del contenido del documento y todos los documentos relacionados con los Vuelos de la Muerte.
La lista que se da hoy a conocer haría referencia únicamente a uno de los más de cinco años en los que se ha documentado la ejecución de “Vuelos de la Muerte”; en todo caso, la totalidad de las listas de los diferentes vuelos se han requerido a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y dicha institución ha negado la existencia de tales listas en múltiples ocasiones.
El hallazgo de este documento dota de mayor relevancia la próxima presentación del Informe del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico creado para investigar el periodo. A la luz del contenido del documento, es indispensable que dicha presentación cuente con todo el respaldo institucional y que las autoridades del Estado mexicano, incluyendo al Ejército, acepten y asuman sus conclusiones para actuar en consecuencia.
Finalmente, reconocemos la búsqueda incansable y persistencia de las víctimas y sobrevivientes que durante más de 50 años han luchado por justicia y verdad, pues gracias a ella es que hoy se conoce este documento y se continúa recuperando información relevante. En efecto, no se trata de crímenes del pasado, sino heridas del presente, y el paso del tiempo interpela hoy más que nunca a que el Estado Mexicano adopte un sentido de urgencia frente a las exigencias históricas de las víctimas.
En marzo de este año SITU Research, Alicia de los Ríos y el Centro Prodh dieron a conocer una reconstrucción visual de la operación de los Vuelos de la Muerte, en la cual integrantes del Ejército Mexicano trasladaban a la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta en Acapulco, Guerrero, a personas consideradas como disidentes políticas; posteriormente, las ejecutaban arbitrariamente y realizaban vuelos nocturnos para arrojar sus cuerpos al mar, desapareciendo así todo rastro de ellas. Esta práctica fue realizada de manera sistemática, por lo menos durante seis años, durante la década de los años 70.
Fuente PRODH