Escrito por Arantza Díaz .
23.08.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Si existe un sello distintivo de este primer semestre del 2024, es la Reforma al Poder Judicial; entre información masiva, una mañanera del Presidente que reafirma que no pasará nada y un paro nacional indefinido, la conversación parece distanciarse de la población civil. Sin embargo, la discusión no debe oscilar en la opacidad, sino entender cómo afecta a las mujeres de este país.
Ya es bien sabido que este asunto ha producido el movimiento político al interior de los juzgados y centros de justicia de todo el país. Así como una postura que termina por develar el meollo de esta conversación: A la mayoría de los mexicanos no les importa lo que suceda con el Poder Judicial. Este comentario fue realizado por López Obrador en su mañanera del pasado 20 de agosto y que impulsa a cuestionar, ¿realmente no nos compete involucrarnos? La respuesta: Sí, porque la justicia es un derecho con una arraigada deuda histórica con las mujeres.
Para poner el foco en cómo nos afecta la reforma, Cimacnoticias conversó con la abogada y fundadora de la organización Equis Justicia, Fátima Gamboa con el objetivo de reconocer que, si bien el Poder Judicial se ha movido desde espacios pocos claros para la ciudadanía; el 96.9% de los poderes judiciales no publican todas las sentencias que emiten, ni siquiera las que consideran de “interés público” (Equis Justicia), esto no nos exime de reconocer qué nos atraviesa y participar activamente; el poder judicial no es de las y los jueces, es de las mujeres, niñas, niños y adolescencias.
¿Qué tanto sabemos del Poder Judicial?
La declaración del López Obrador cae en un elitismo político, explica Fátima Gamboa, pero también, es cierto que buena parte de la población no tiene las herramientas para reconocer cómo se integra el Poder Judicial, cómo funciona y cuáles son sus quehaceres.
De hecho, en 2015 Equis Justicia reveló que en la CDMX el 78% de las personas no sabe, siquiera, qué es el Poder Judicial. Es decir, hablamos de una deuda histórica de vacíos informativos, escuetos esfuerzos del sistema y un empobrecido trabajo que logre acercar a la ciudadanía a sus derechos judiciales.
El Poder se ha contenido dentro de su propia esfera, pero asumir que a la población no le interesa, entonces, es manejar un doble discurso porque si hay una fuerza que ha luchado por la justicia, que se ha movilizado por las personas desaparecidas, el feminicidio, la impunidad y la opresión del Estado, esa fuerza es el brazo civil y con mayor incidencia, el brazo de las mujeres; madres buscadoras, feministas, estudiantes, abogadas y tejedoras de colectividad que han cosechado la revolución por la defensa de los derechos humanos y la justicia en nuestro país.
Sobre este tema, la especialista comparte con Cimacnoticias que en nuestro contexto, a las personas realmente les importa de sobremanera los problemas de injusticia que suceden en el país y sólo basta con mirar la cantidad de movimientos sociales y manifestaciones.
«Se habla de personas empobrecidas, sin oportunidades y que les ha atravesado la corrupción y la injusticia, personas que están en riesgo que necesitan que las protejan (…) que son detenidas ilegalmente, que viven tortura, pero claro que todas estas situaciones quieren ser tratadas con justicia», refiere Fátima Gamboa de Equis Justicia.
¿Qué tiene qué ver conmigo la Reforma al Poder Judicial?
Lo que suceda en uno de los Poderes de la Unión, más allá de la polarización política, de hecho, tiene qué ver con toda situación relacionada al acceso de justicia; más allá del movimiento partidario morenista u opositor, la población debe tener la facultad de ejercer sus derechos políticos a través de información certera, sin sesgos y que fomente la construcción del debate.
No se trata de saber si se está a favor o en contra, porque la cuestión no es aumentar la polarización, explica Fátima Gamboa, sino más bien, bajar esta reforma al poder judicial, reconocerla y saber que para la población civil no trae consigo un beneficio esencial.
¿Por qué no atiende realmente la injusticia y los fenómenos que nos atraviesan, específicamente, a las mujeres?: Porque la reforma no atiende, ni de cerca, estos problemas de violencia, discriminación, desigualdad e inseguridad. Es una reforma totalmente estéril para garantizar los derechos de las mujeres y personas en vulnerabilidad de nuestro país.
Ninguna reconfiguración interna del sistema judicial será lo suficientemente poderosa, si en el actuar, se continúa perpetuando la impunidad, el clasismo, el nepotismo, el sexismo, la revictimización y otros sistemas de opresión que atraviesa a las mujeres, personas indígenas, racializadas y migrantes.
A las personas en nuestro país les está matando y acallando la impunidad e injusticia, pero el remedio que se ofrece a través de esta reforma no sanará, si el poder judicial está plagado de jerarquías, de burocracia, de valores patriarcales, asimetrías y exclusión. Acá dos datos importantes:
- La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS), en 2022 el 35.3% de las mujeres mayores de 18 años fueron discriminadas, en contraste, sólo el 9.6% de los hombres reconocieron haberlo vivido también. ¿En dónde se les discriminó con mayor incidencia? En tribunales, juzgados y oficinas gubernamentales a causa de su forma de vestir, peso, estatura y género.
- El Censo Nacional de Impartición de Justicia Federal 2020, contabilizó a un total de mil 473 personas dedicadas al área magisterial y el enjuiciamiento judicial, de este total, el 78.6% de los jueces y magistrados son hombres; sólo 21.4% son juezas y magistradas mujeres.
- El 47% de las y los jueces invisibilizan la violencia
- El 69% no protegen a las mujeres
- El 80% de las personas juzgadoras no analizan los contextos donde se reproduce la violencia, ni tienen conocimiento sobre los problemas estructurales
- El 70% no recaba pruebas con perspectiva de género
- El 86% no reparan de manera integral los daños para las mujeres
*Con información (IN)Justicia Abierta: Ranking de la opacidad judicial en México. México, 2019.
«En el sistema de justicia se generan injusticias de manera recurrente, se reproducen y criminalizan la pobreza, la discriminación y las violencias racistas, clasistas y, por supuesto, las de género. El acceso a la justicia es el derecho menos garantizado en México, además, el 70.5% de las mujeres en este país creen que el acceso a la justicia es uno de los derechos menos respetados», refiere el último informe de Equis Justicia «Reforma Judicial Feminista: Desmantelar las fábricas de injusticias«<
Si no se garantiza la justicia, ¿entonces, hay un peligro latente para las mujeres?
Conversando con Fátima Gamboa, la abogada y activista refiere que sí existe un peligro importante y que no podemos dejar fuera del radio y es el riesgo de que uno de los bastiones de nuestra nación, comience a adoptar rasgos partidistas.
Entonces, se habla de una reforma que, puntualmente en materia civil, no cuenta características que neutralicen la ineficiencia de la impunidad o mejore la atención judicial desde sus cimientos, pero sí se atañe un valor preocupante, que es el de permitir un proceso electoral donde se ondeen banderas políticas.
«La mayoría de la población está harta de los partidos políticos, sabemos que hay mucha corrupción, sabemos que hay mucha opacidad, sabemos que los partidos políticos tienen intereses, que están muy desvinculados y muy alejados de los intereses de las mayorías. Entonces imagínate partidista la justicia que se da en los poderes judiciales con todos los problemas, que ya tienen los Poderes Judiciales el centro, sería agregar un problema bastante grave», explica la abogada.
Saber que el Poder Judicial, contrapeso para el Poder Ejecutivo, puede comenzar a volcar su balanza a través del interés político es uno de los ejes medulares donde la población civil debe poner el ojo; los dos poderes ya ejercen demasiada violencia en contra de las mujeres como para hablar de una unificación que se tiña del mismo color y que vele por los mismos intereses.
Para Fátima Gamboa, esta discusión es de carácter público y comparte para Cimacnoticias un escenario hipotético para entender mejor el impacto que tiene la reforma para la población civil:
Por ejemplo, el derecho a la tierra y territorio cuando el Gobierno decide que va a emprender un megaproyecto, que va a expropiar territorio y que en ese proceso, las fuerzas armadas detienen ilegalmente a las personas que se oponen. Necesitamos que alguien haga un control de esas acciones y ese poder, es el Poder Judicial entonces necesitamos mirar que esta reforma podría abrir un camino a la total arbitrariedad, corrupción e impunidad sin que la población pueda tener algún tipo de defensa.
La conversación va más allá de defender el Poder Judicial, que también ha sido protagonista histórico de la violencia punitivista, de criminalización y segregación contra las mujeres; la apuesta por reformar este Poder es un necesario, pero la justicia no llegará mientras el planteamiento no tenga como base una justicia feminista e interseccional.