*Escrito por Luz Cecilia Andrade.
30.08.2024. /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Junto a la Glorieta de las y los desaparecidos, mujeres buscadoras se dieron cita el día de hoy para dar inicio a la campaña e informe: Buscar Sin Miedo: Estándares internacionales aplicables a la protección de mujeres buscadoras en las Américas, la cual pretende visibilizar y reconocer la labor de estas mujeres buscadoras y llamar a los estados a que las protejan y garanticen sus derechos durante la búsqueda de sus seres queridos.
A través de seis carteles distribuidos sobre una de las aceras frente a Avenida Paseo de la Reforma que emulaban las fichas de búsqueda de personas desaparecidas, transeúntes eran invitadas e invitados a observarlas, pero sobre todo observarse a si mismos, pues en vez de fotografías había espejos.
“Con esta acción buscamos que las y los transeúntes se observen en el espejo y nos respondan a la pregunta: ¿si te desaparecieran, quién te buscaría? La mayoría de las respuestas que nos dieron era una figura femenina en sus vidas.
Las personas saben que es más probable que las mujeres de su vida salgan en su búsqueda antes que cualquier autoridad”, detalló el equipo de Amnistía Internacional.<
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), actualmente, en México hay 112 mil 197 personas desaparecidas, cuyas familias no saben nada de ellas desde hace semanas, meses, años y han sido las madres y familiares de las víctimas quienes han emprendido colectivas de búsqueda para realizar actividades que el Estado mexicano no ejerce: encontrar a las y los desaparecidos.
No obstante, esta situación no es exclusiva de México, se replica en todas las Américas y principalmente en América Latina, pues países como Colombia, viven situaciones similares en cuanto a la impunidad y omisión por parte del estado para atender los casos de personas desaparecidas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, al menos 80 mil personas han sido víctimas de desaparición forzada en este país.
Al respecto, la activista, abogada y mujer buscadora, Andrea Torres Bautista, viajó desde Colombia a México para dar a conocer a través de esta campaña el caso de su tía materna, quien desapareció hace 37 años frente a sus ojos:
“Nydia Erika Bautista, mi tía, desapareció el 30 de agosto de 1987, justo el día que se conmemora el Día Internacional del Desaparecido, a Nydia se la llevaron frente a mis ojos, por ello mi vida quedó marcada por su desaparición y eso me llevó a tomar la decisión de convertirse junto a mi madre en una mujer buscadora, pero además de convertirme en abogada y continuar con esa lucha por la verdad y la justicia.”
Al respecto, Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, detalló a través de un comunicado de prensa que tanto México como Colombia tienen similitudes emblemáticas debido a que son países marcados por todo tipo de desapariciones:
“Además de ser víctimas ellas mismas [las mujeres buscadoras] de la desaparición forzada de sus familiares o seres queridos, por su labor estas mujeres son defensoras de derechos humanos en todo derecho y merecen ser reconocidas y protegidas como tales”.
Por si fuera poco, entre los principales hallazgos que el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU (WGEID) dio a conocer en su último informe sobre las desapariciones entre mayo de 2021 y mayo de 2022 en otros países de la región, señaló que Argentina, Guatemala, Perú y El Salvador encabezaron la lista con más casos pendientes de personas desaparecidas en ese período:
Las víctimas importan, pero quiénes las buscan también
Actualmente, las mujeres buscadoras enfrentan diversos riesgos, amenazas y ataques que se entrecruzan con sus propias historias de vida, identidades, proyectos y entornos socioeconómicos y culturales. Esto no debería ocurrir y es la muestra patente de un déficit de protección de derechos.
Incluso la invisibilidad de una cifra exacta de cuántas madres buscadoras hay en el país da cuenta de la delimitación que a veces se le da a su trabajo y labor por los derechos humanos de sus seres queridos. Sólo se sabe que en el país existen más de 200 colectivos de familiares de personas desaparecidas lideradas en su gran mayoría por mujeres.
Gracias a su labor se han localizado 23 fosas clandestinas y se ha dado con el paradero de 203 personas desaparecidas.
En el caso de Colombia, Andrea Torres señala que por cada persona desaparecida hay al menos dos mujeres buscadoras, es decir, hay el doble de mujeres que buscan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos.
“Las mujeres buscadoras siempre hemos visto por nuestros seres queridos, pero no nos habíamos mirado a nosotras mismas y qué nos pasaba en ese camino del día a día de la lucha. Nos dimos cuenta de que éramos desplazadas forzosamente, que también éramos violentadas sexualmente, amenazadas, asesinadas o desaparecidas, por ello, también es importante poner el foco sobre nosotras”, señala Andrea Torres.
Debido a que existe una necesidad creciente de reconocer la labor de las mujeres buscadoras a lo largo y ancho de las Américas, Amnistía Internacional llama a los Estados de las Américas a cumplir las obligaciones estipuladas en el derecho internacional de los derechos humanos.
De acuerdo con su informe, los Estados deben reconocer el derecho de las mujeres buscadoras a participar en las búsquedas estatales y a buscar por cuenta propia, así como su derecho a defender derechos humanos sin discriminación, con perspectiva de género y con enfoques diferenciales.
Asimismo, los Estados deben protegerlas de los diversos riesgos, amenazas y ataques a derechos humanos a los que están expuestas.