*Escrito por Arantza Díaz.
06.09.2024 /Cimac.Noticias.com/ Ciudad de México.- Rebecca Cheptegei, corredora ugandesa de 33 años que compitió en el Maratón de los Juegos Olímpicos de París 2024, fue víctima de violencia ácida por parte de su pareja sentimental, identificado como Dickson Ndiema.
De acuerdo con información oficial del sitio Paris Games, la atleta compitió el pasado 11 de agosto y quedó en el lugar número 44 del Maratón de los Juegos Olímpicos de París. Esto luego de batir sus récords de tiempo en el pasado Maratón de Abu Dhabi, quedando en el segundo lugar en la competencia de 10 mil metros, lo que le valió el boleto para competir en tierras parisinas.
Según reportaron los medios locales, la corredora se había mudado a la ciudad de Trans Nzoia con el objetivo de estar cerca de los campos de entrenamiento y así continuar con su carrera como atleta de alto rendimiento. Sin embargo, tras una discusión de pareja, Dickson Ndiema salió del terreno y compró un bidón de gasolina, horas más tarde, entró a escondidas a la casa, y atacó a Rebecca Cheptegei con el líquido flamable.
De acuerdo con información oficial del The New York Times Africa la atleta ugandesa sufrió severas quemaduras en el 80% de su cuerpo, por lo que fue trasladada al Hospital Universitario en la ciudad de Eldoret donde perdió la vida. El doctor Owen Menach, refirió para el medio internacional que, a pesar de los esfuerzos por estabilizarla, la deportista había arribado al nosocomio en estado crítico.
Hasta el momento, se sabe que Dickson Ndiema también se encuentra hospitalizado por algunas quemaduras en el 30% de su cuerpo; aún no está detenido, ni ha iniciado un juicio en su contra.
Rebecca Cheptegei, atleta de alto rendimiento cuyo caso no es aislado
Contaba con una trayectoria deportiva de 14 años, pues estuvo presente en grandes maratones representando a Uganda desde el 2010. A lo largo de su carrera, compitió en grandes ciudades como Kampala, Quanzhou y Bilbao.
Es necesario evidenciar que el caso de Rebbeca Cheptegei no es aislado, pues en la historia del continente africano, no es la primera mujer atleta víctima de feminicidio.
Hace apenas tres años, la corredora de larga distancia, Agnes Jebet Tirop, de origen keniano y que disputó una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio, fue asesinada con un arma blanca y encontrada en su casa. El único sospechoso: Ibrahim Rotich, su esposo; sin embargo, a pesar de ser aprehendido, el hombre fue puesto en libertad y declarado inocente.
Paralelamente, se debe nombrar a Damaris Muthee Mutua, una atleta bahreiní de origen keniano que recién se había colgado el bronce en la Media Maratón Internacional Da Paz de Luanda en Marruecos y que fue encontrada sin vida en su campo de entrenamiento en Kenia.
Su feminicidio fue atribuido a su pareja sentimental, sin embargo, el hombre huyó del país y se desconoce su paradero.
En África, las mujeres enfrentan desigualdad en aspectos económicos, legales, políticos y sociales. A pesar de los avances, un informe de 2020 de la ONU Mujeres, el Banco Africano de Desarrollo y la CEPA, reveló que el continente obtuvo un 48,6% en el Índice de Género de África de desigualdad en materia de género en 51 de los 54 países del continente.
En cuanto al feminicidio, la ONUODC estima que en 2020, 47 mil mujeres y niñas fueron asesinadas por sus parejas u otros familiares, de un total de 81 mil mujeres víctimas de homicidio en todo el mundo.
Desde marzo de este año, las mujeres africanas se han levantado y denunciado que la violencia de género se ha vuelto insostenible; la furia es colectiva y los casos de feminicidio se han convertido en una cotidianidad en la región.
Precisamente, en Kenia, se encontraron a 31 mujeres decapitadas, torturadas y estranguladas en lo que va del año; no hay detenidos. Esto produjo que las mujeres salieran a las calles para protestar y exigir fin a la violencia, pues según denuncian, a los líderes africanos y a la policía, poco les importa avanzar en los derechos de las mujeres y su acceso a una vida libre de violencia, esto, a pesar de representar el 50.49% de la población total keniana.
