SEV, cero inclusión .

/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Del dicho al hecho hay mucho trecho y más cuando se trata de ser incluyentes con quienes sufren alguna discapacidad.  Un ejemplo de lo anterior es la carencia de rampas en las escuelas veracruzanas.  Como si no hubiese estudiantes, maestros o padres de familia que tienen una discapacidad, la gran mayoría de los planteles tienen un mundo de escaleras y desniveles, lo que los hace prácticamente inaccesibles para ellos. Vaya, hasta las mamás y papás que llevan bebés en carriolas, la padecen.
Precisamente hace unos días, Anaís Palacios, integrante del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, denunció que se han incrementado las quejas ciudadanas por la falta de espacios y, sobre todo, accesos para personas con discapacidad en escuelas de Veracruz. Incluso, en sus redes sociales exhibió una fotografía de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en la ciudad de Xalapa, en la que se comprueba que carecen de rampas.
Las personas con discapacidad, cuya movilidad es en silla de ruedas, tienen que entrar y salir sobre escaleras, con ayuda de otras personas. Ahora imagínese una escuela como la Enrique C. Rébsamen, en la calle de Zamora, que tiene una escalinata. Si se quisiera hacer una rampa ahí, sería el equivalente a escalar el Everest por lo inclinado.
El gris secretario de Educación, Víctor Vargas Barrientos, ha sido incapaz en todo este tiempo de darse una vuelta por sus propias oficinas para constatar el estado que guardan y así intentar solucionar este problema.  ¿Se habrá enterado que dentro de todo el sistema educativo tiene maestros, alumnos y padres de familia que tienen impedimentos de movilidad?
Por eso le digo que una cosa es el discurso y otra poner en práctica la inclusión, aunque por ley estén obligados y aunque, al ser autoridad, deberían ser los primeros en dar el ejemplo.  Ahí le deja Víctor Vargas un pendiente más a la próxima secretaria de Educación, la senadora Claudia Tello, para resolver.
@YamiriRodriguez