/ Eduardo Sadot /
El señalamiento ha sido persistente que el traidor es Miguel Ángel Yúnez Márquez, si fuera el caso se salvaría de la cárcel y de juicios, recibiría seguro una cantidad inconmensurable de dinero, léase muchos millones de pesos o de dólares, pero en caso de ser así pasará a la historia como el mayor traidor de la patria de los últimos tiempos, también perdería por otra parte su lugar en la historia.
Si lo someten a juicio es el poder judicial, en la cámara de diputados pueden someterlo a juicio con una mayoría absoluta o simple la mitad más uno, mayoría que tiene ya MORENA en la cámara de diputados.
De hacerlo no tendría seguridad de no ser desaforado, pues con la oposición en contra sería hombre al agua. Suponiendo que lo llevaran a juicio y lo encarcelaran lo harían héroe, y el tiempo que dure en la cárcel – no más de seis años – el tiempo del sexenio. Pero si se mantiene firme será un referente parecido al caso del líder Nelson Mandela quien duró 27. Años en prisión para de ahí salir a la presidencia de su país.
La decisión de sacrificarse por México, puede ser una decisión muy difícil, pero las decisiones históricas nunca son fáciles y mientras escribimos esto, el joven Miguel Ángel debe estar pasando la peor etapa de su vida, la presión de su padre y la de la familia debe llenarlo de contradicciones, pero es ser héroe o años, tarde o temprano llegar a la cárcel, votar por México justifica cualquier acción pasada y pertenecer a una gesta heroica, de la que será el principal protagonista, por las amenazas justifica cualquier pecado.
Otra opción es votar, renunciar y dejar que al suplente lo nombre su partido y el salir del país a disfrutar de su dinero el resto de sus días fuera del país.
Seguramente si se decide por el voto en contra habrá manifestaciones por pedir su libertad y la cámara de diputados estará presionada si quieren instrumentar su venganza pero lo habrán hecho doble héroe para gloria de sus hijos y su familia.
Miguel Ángel Yunes Márquez está en el momento decisivo más trascendente de su vida, nos recuerda a grandes hombres de la humanidad que tuvieron que pensar en su incomodidad o su inmortalidad.
Los grandes hombres no se hicieron inmortales por las decisiones obvias o fáciles que hayan tomado, fueron por las grandes decisiones que los hicieron grandes.
Es el momento de honrar sus apellidos, su sangre libanesa y rescatar la figura de su padre y honrarla.
La otra eventualidad es que si se pasa a MORENA Yunez, abre la oportunidad a cualquier senador de los partidos de la alianza del gobierno que decidieran pasar a la historia cambien su lugar por el de Yunez y sería una decisión de locura legislativa, de nervios de último minuto.
La vida de la patria pende de un voto el de Yunez.
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