/Por Ángel Álvaro Peña/
La oposición se desintegra de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Los tres partidos tienen serios conflictos de liderazgo, ya sea por el rechazo del INE a la reelección en el PRI, la inconformidad con Marko Cortés en el PAN, o por una traición no confesada en Movimiento Ciudadano.
Lo cierto es que puede haber partidos sin líderes, el tricolor está acéfalo en este momento y no pasa nada al respecto; sin embargo, sin militantes no hay partido y es ahí donde radica el mayor problema de la oposición en todo el país.
El viaje que realizó a lo largo y ancho del país la aprobación de la Reforma al Poder Judicial mostró la fragilidad en la convicción de los militantes de los partidos de oposición. La primera en marcar su individualidad en la votación sobre el tema, fue la diputada local de Oaxaca, Natividad Díaz, quien votó a favor de la reforma a pesar de ser panista.
Los diputados y senadores tienen libertad de votar por quien su conciencia les dicte, si hubiera una sanción o amonestación al respecto se estaría violando sus derechos políticos que son parte de los derechos humanos Nadie está obligado a votar por quien el coordinador parlamentario de algún partido político les ordene.
Sancionar por este tipo de actos no sólo habla de un autoritarismo que debió haber quedado en el pasado pero que al parecer regresa de manera más rabiosa, principalmente en el PAN donde fueron expulsados junto con Natividad, Yunes Linares y Yunes Márquez, su líder se da el lujo de correr militantes que tienen grupos numerosos detrás de ellos sin considerar que están a punto de perder el registro por falta de miembros.
Para sumar o restar problemas al PAN y a la oposición en general está el hecho de la renuncia voluntaria de la diputada local de Sonora, Alejandra López Noriega, quien votó a favor de la Reforma al Poder Judicial y advirtió que les ahorraba el trabajo de expulsarla porque ella renunciaba a ese partido por no ser el mismo de antes, ya que está encabezado por un grupo de misóginos
“Sé que se dirán muchas cosas e incluso se hablará de traición y empezarán los linchamientos, pero la verdadera traición es la que han hecho muchos, incluidas las cúpulas de mi partido, al defender privilegios y acceder a espacios de poder para su propio beneficio y no para el de los ciudadanos” dijo desde la tribuna.
También en Oaxaca tres diputados del PRI votaron junto con Morena por la reforma. En Durango los seis diputados locales del PRI votaron a favor de la Reforma al Poder Judicial. No se trata de expulsarlos sino de escucharlos. Las razones que esgrimen los diputados para votar de manera libre deberá ser tomada en cuenta por la dirigencia de sus partidos para enriquecer la discusión interna pero el problema es que carecen de dirigencia.
Prueba de esa actitud autoritaria de los partidos de oposición, fue el hecho de negarse a asistir a la sesión del 13 de septiembre, porque dicen no estar de acuerdo con una actitud autoritaria. En una contradicción que los desenmascara, sólo puede verse una decadencia en las cúpulas enquistadas en el pasado de los partidos de oposición y un despertar en la conciencia de sus legisladores.
La aprobación en el interior del país de la reforma al Poder Judicial, es el catalizador de la realidad más cruda de la oposición, es un segundo golpe fuerte después del resultado de las elecciones. La presencia testimonial únicamente en la mayoría de los congresos locales y en la Cámara de Diputados federal y el Senado.
Esto no quiere decir que no influyen en la vida legislativa del país, podrían modificar iniciativas, añadir y nutrir polémicas, fortalecer ideas, pero su voto está limitado a la mayoría.
Estos actos de conciencia son importantes en la defensa de los derechos humanos, está el caso de los médicos de conciencia, quienes, aunque estén en un estado o país donde se practica legalmente el aborto, su forma de pensar no está de acuerdo con realizarlo no pueden obligarlo a practicarlo a memos que esté en peligro la vida de la madre o del bebé.
La conciencia individual se expande no se limita con la democracia, de ahí que deban respetarse las individualidades de quienes representan a la sociedad, siempre y cuando los legisladores se encuentren permanentemente comunicados con sus representados, porque son sus jefes, de otra manera voten por quien voten serán unos traidores.
Es indispensable que el voto de conciencia de los representantes populares refleje el sentir de los representados, no se trata de caso aislados como en la posición de un médico respecto al aborto, donde el galeno sólo debe obedecer a su moral sino que el legislador tiene una moral compartida, puede guiar pero no imponer.
Así, las posiciones de chapulines, de negociadores, de gestores y cabilderos crecerá en México sin la necesidad de llamar traidores a quienes actúan de acuerdo a sus representados y no de acuerdo al dictado del coordinador parlamentario. La democracia representativa es la voluntad del pueblo a través de sus representados sin líneas duras ni uniformidad de criterios.
El autoritarismo de la oposición cancela no sólo la posibilidad de mantener la autocrítica dentro de sus filas que buena falta les hace, sino que violenta los derechos de sus militantes y sus representados.
Debe darse la bienvenida a las ideas contrarias dentro de un partido porque en la diversidad de las ideas de sus militantes se refleja la pluralidad de un país pluricultural. La oposición debe aprovechar la última oportunidad para reinventarse, esperemos que aprendan de quienes desprecian por el bien de México.
PEGA Y CORRE.- Ante la falta de seguidores algunos líderes de oposición enviaron a sus hijos como carne de cañón a protestar violentamente afuera de los congresos locales como lo hiciera Alito frente al Congreso de Campeche, con su hijo Alejandro Moreno Arceo; Carolina Viggiano con su hijo Juan Pablo; Felipe Calderón con su hijo Juan Pablo. Ambos se llaman igual que el junior de Xóchitl, Juan Pablo. O sea son tres con el mismo nombre y el mismo destino… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes