*Escrito por Lizbeth Ortiz Acevedo .
28.09.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El vagón de metro viene lleno y, a pesar del calor, se siente la emoción de las niñas, adolescentes y mujeres que deciden gestar quienes van rumbo a la marcha del 28S.
Al llegar a la estación Revolución, la puerta se abre y el vagón casi se vacía. Entre la multitud que desciende y avanza hacia la salida resaltan los pañuelos, playeras, gorras, banderas y pancartas moradas y verdes.
Algunas vienen juntas y se agarran de las manos para evitar separarse. Y es que, para muchas, esta será su primera marcha y sus amigas, mamás o tías van narrándoles que habrá gritos, consignas, bailes y una gran celebración al llegar al Zócalo.
Mientras caminan lentamente hacia la salida de la estación, una chica grita una consigna y, al unísono, todas la siguen. Esto enciende los ánimos hasta que todas logran, por fin, salir a la calle, en donde vendedores y vendedoras ambulantes ya se encuentran ofreciendo todo tipo de objetos para quienes van a marchar.
Ya afuera, todas se dirigen hacia el monumento a la Revolución donde grupos están elaborando ya sus pancartas o donde algunos contingentes se están poniendo de acuerdo para luego caminar a avenida Reforma y unirse a las miles que marcharán hacia el zócalo.
Y es que, cada 28 de septiembre, las mujeres en todas sus diversidades y las personas que deciden gestar toman las calles y realizan acciones en el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible. Es un día para exigir que todas podamos decidir libremente sobre nuestro cuerpo, acceder a un aborto seguro, vivir libres de criminalización por ejercer nuestros derechos reproductivos y elegir nuestro proyecto de vida.
Es un día en que celebramos los avances legales e institucionales logrados. En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el máximo tribunal constitucional ha señalado, entre otras cosas, que ninguna mujer que decide gestar o quien la asista puede ser criminalizada por ejercer su derecho a decidir, que las leyes no pueden proteger la vida desde la concepción a costa de los derechos de ellas y que el acceso a un aborto debe garantizarse en las instituciones de salud federales.
Además, en los últimos años, en casi la mitad de las entidades federativas, vía leyes o litigios, y gracias al impulso de colectivas y organizaciones, se ha logrado despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta cierto número de semanas. Otro gran logro es que, en 2022, la Secretaría de Salud (SSA) publicó, por primera vez, lineamientos de aborto seguro que todas las instituciones de salud deben implementar.
Si bien los avances son muchos, los desafíos también lo son. De éstos, resaltamos tres muy importantes. En primer lugar, a pesar de la sentencia de la SCJN, en 18 entidades del país aún se criminaliza a quienes ejercer su derecho a decidir.
En segundo lugar, prevalece una sanción social y física sobre aquellas mujeres que deciden gestar que ejercen su derecho a decidir. Prueba de ello es que, a 7 de cada 10 mujeres que tuvieron un aborto en las instituciones de salud estatales, entre 2021 y agosto de 2023, se les practicó un legrado uterino instrumental (LIU), un procedimiento en desuso, doloroso y con mayor riesgo sobre otros más seguros y menos invasivos como la interrupción con el uso de pastillas, como misoprostol y mifepristona.[1]
En tercer lugar, el gobierno no destina suficiente presupuesto para garantizar nuestro derecho a decidir. En 2023, la Secretaría de Salud federal destinó del Ramo 12 sólo $14.4 millones para el aborto seguro ello en todo el país y en 2024 sólo $13 millones.[2]
Este monto es insuficiente para garantizar servicios de aborto seguro que cuenten con traductores e intérpretes, personal sensibilizado e insumos y medicamentos disponibles y suficientes para las mujeres. Para poner en contexto este monto, observamos que en 2024 el Tren Maya, una de las obras insignias del gobierno, cuenta con un presupuesto cercano a los $140 mil millones de pesos.
Porque el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, como muestran estos desafíos, está lejos de ser garantizado para todas, marchamos este 28 de septiembre y tomamos las calles para reivindicar nuestra lucha.
Al ritmo de los tambores, exigimos que ninguna mujer sea criminalizada, que haya presupuestos suficientes y que las políticas se construyan desde nuestras necesidades y con una mirada interseccional para poder decidir y vivir de forma segura y libre.
Al llegar al zócalo, el punto final de la marcha del 28S, el sol de media tarde está en todo su esplendor, por doquier se observan bombas de humo verdes y moradas, se forma un círculo donde muchas chicas bailan, otras más están dibujando en el piso, mientras otras, desde el megáfono, nos recuerdan que nunca más nadie decidirá por nosotras, nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio, y que esta lucha llegó para quedarse.
[1] Información obtenida de los Cubos Dinámicos de Egresos Hospitalarios SAEH Plataforma, SSA.
[2] Los datos fueron obtenidos de una revisión de los Convenios Sanas de 2023 y 2024 de la SSA. Para 2023, se revisó el segundo convenio modificatorio y para 2024 el convenio específico de cada una de las 32 entidades. Las cifras de 2023 fueron deflactadas a pesos de 2024.