Crónica desde Donceles de la investidura de Clara Brugada.

Escrito por Arantza Díaz.

05.10.2024 Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- María de Lourdes y a Lucero López están detrás de las vallas sobre Donceles desde antes de las 6 de la mañana lo que les valió una primera fila de cara a la avenida que, pocas horas después, se convertiría en la pasarela política de diputadas y diputados, mandatarias e incluso, de la presidenta Claudia Sheinbaum quienes se dieron cita en la investidura de la jefa de gobierno de la Ciudad de México.

Son las 7 de la mañana y desde la lagunilla, hasta avenida 5 de mayo, policías ya resguardan el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la banqueta, se ponen sus cascos, acomodan escudería y despliegan un operativo para la investidura de Clara Brugada.

A los pies del Congreso de la Ciudad de México, hombres trajeados corren de un lado a otro, mientras que periodistas cargan sus cámaras sin saber hacia dónde ir; no hay respuestas y la trifulca por querer entrar al recinto ha comenzado a gestarse desde antes de que saliera el sol.

Fuente: Arantza Díaz

«Qué poca..», dice un periodista llamado Alberto; él trabaja para una cadena televisiva de gran renombre en los medios de comunicación y lo han enviando a una estructura elevada frente al Congreso. A pesar de las acreditaciones para prensa, dejaron a las y los compañeros de prensa en la calle para hacer la cobertura especial.

Ahí arriba, al menos 10 periodistas acomodan sus equipos y cuidan no pisarse los unos a los otros: ¡Oigan, no cabemos!, dice uno de los camarógrafos con el equipo al hombro. Esto sería apenas el génesis del caos que terminaría por recrudecerse pocas horas después.

Mientras una plantilla de periodistas peleaba por su lugar en la tarima de madera despostillada, abajo, al menos 500 personas (que terminaría por duplicarse horas después), coreaban: ¡Es un honor, estar con Clara hoy!

Los ánimos mejoraban el ambiente, con una banda de tambores, gritos, dibujos caricaturescos de Clara abrazando a Sheinbaum; inminentemente, este ambiente de emoción terminaría por acabarse paulatinamente por la desorganización.

Fuente: Arantza Díaz

20 minutos antes de las 9 de la mañana, las primeras figuras comenzaron a llegar al recinto, la población gritaba y quería tomarse fotos con toda persona que arribaba en una suburban negra. Poco importaba saber quién era, siempre y cuando, la euforia colectiva continuara alimentando el espacio.

«¿Y ese quién es? Quién sabe», le responde una mujer a su compañera. Es el excandidato naranja, Salomón Chertorivski, una de las primeras figuras políticas en arribar al Congreso de la capital. Muchas y muchos desfilaron por las calles saludando a la ciudadanía que respondían el saludo de forma efusiva, para después, mirarse entre ellos con el rostro de un signo de interrogación.

Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Cámara de Diputados llegó y las personas comenzaron a replegarse para intentar tomarse una foto con él. Siendo este personaje político, uno de los invitados más reconocidos entre la población civil, junto sus pares, el secretario de Educación Pública, Mario Delgado y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.

En cuanto a mujeres, se pudo ver a Citlalli Hernández, actual Secretaria de las Mujeres en el gabinete federal, quien se bajó antes del auto para caminar por la avenida saludando a la multitud. Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz; María Luisa Alcalde, presidenta de Morena; Alessandra de la Vega alcaldesa de la Cuauhtémoc y a la exministra, Sánchez Cordero.
Esto, sería la punta del ápice, el descontrol llegaría momentos después cuando dos mujeres hicieran presencia: Brugada y Claudia Sheinbaum.

A las 9:10 de la mañana, la gobernadora de la CDMX, Clara Brugada arribó al recinto y de pronto, la ciudadanía comenzó a gritar y empujar. La estructura de prensa se comenzó a mover; personas comenzaron a subir para intentar ver a la jefa de gobierno, ondeaban carteles que decían «Azcapo contigo» o «Tláhuac utopías!»

Los lentes de las cámaras apuntaban a la calle; todas y todos querían ver la llegada triunfal de Brugada.

Fuente: Arantza Díaz

Brugada entró caminando, agradeció llevándose las manos a los hombros y rápidamente, entró al Congreso para iniciar la toma de protesta.

Parte II: El bostezo colectivo

Con este pasaje, se marcaba el final de esta pasarela política e iniciaba la parte burocrática de las y los diputados de diferentes bancadas que hablaban del tiempo de mujeres, del trabajo del PRI, del PAN o de Movimiento Ciudadano. Los ánimos y los tambores ya habían callado.

Para este momento del día, las personas llevaban casi 2 horas de pie, mientras veían en las pantallas y retumbaba con popeo en las bocinas la palabra de las personas legisladoras. Esto produjo un bostezo colectivo.

Las personas estuvieron en su celular, algunas más, decidieron irse, otras se sentaron en el suelo a pesar del frío clima.

Fuente: Arantza Díaz

La situación repuntó cuando se anunció: «La presidenta ejecutiva de los Estados Mexicanos está llegando al recinto», esto sólo anunciaba una cosa: la estructura de prensa montada en la calle, nuevamente se vería endeble.

Sheinbaum arribó caminando y los gritos de emoción eran colectivos. Se tomaba fotos con la población, a otras, les estrechaba la mano y les decía un par de palabras, para después, seguir con su camino.

Fue un recorrido largo; no en distancia, sino en tiempo. Con esto, metió velocidad al llegar a los pies del Congreso y subió las escaleras; la prensa quería detenerla y fotógrafos le gritaban ¡Claudia!, para que la presidenta volteara en su dirección; no sucedió.

Fuente: Arantza Díaz

De nueva cuenta, los ánimos volvieron a ir hacia abajo y el evento caótico con Sheinbaum terminó por desatar la inconformidad del gremio. Un periodista refirió con voz firme: Quien no sea prensa, haga favor de bajarse de la tarima, por favor.

En respuesta, otros compañeros, especialmente aquellos que cargaban al hombro cámaras chiflaban y les pedían bajarse; habían perdido varias tomas importantes para televisión. ¿Cuánto pesa? Como unos 8, tal vez 10, ¿y ya te cansaste? Sí, mucho, me duele la espalda y no me puedo sentar, respondió uno de los camarógrafos.

El discurso de Brugada

Finalmente, era el turno de Clara Brugada de tener la palabra; las personas de nuevo pusieron la mirada atenta en el proyector.

Antes de cualquier otro asunto, la jefa de gobierno nombró a Claudia Sheinbaum y atajó que honraría el «legado» de López Obrador, esto le valió el aplauso afuera del recinto y originó el coreo: Es un honor, estar con Obrador.

Tras un repaso sobre el legado morenista, el segundo piso de la transformación y la revolución de Obrador arrancó:

«Ciudadanas y ciudadanos de la capital de la república es un gran honor servir a los habitantes de esta ciudad, he rendido protesta constitucional ante este poder. Asumo la titularidad del poder ejecutivo con el deber de respetar la constitución y las leyes que de ella emanen. No vamos a fallar, ni a defraudar al pueblo, asumo la responsabilidad de gobernar por la prosperidad de esta ciudad y de sus habitantes.»

La mandataria hizo un repaso sobre el corazón que representa la capital para el país; nicho de movimientos sociales, de estudiantes, de medicina, movimientos de las mujeres y de la insurgencia. En sus palabras, la capital es el «éxodo de la democracia».

Al seguir cuidadosamente el discurso de la gobernadora, se encontró que nombró 1 vez el tema del aborto, señalando que defenderá a la primera ciudad que logró que las mujeres decidieran sobre sus cuerpos.

Haciendo uso del desdoblamiento, nombró en todo momento «todas y todos», asimismo, uno de los apuntes más importantes es cuando se reconoció como feminista, atajando: «Soy abiertamente feminista, anti racista y anti clasista».

Momentos más tarde, habló del progresismo de la capital y entre sus promesas, aseveró trabajar en la brecha de género. Consecuentemente, comenzó a hablar de Sheinbaum, sentada junto a ella, explicando cómo la, ahora presidenta, había rescatado a la capital de la corrupción, por ello, ahora tenía la responsabilidad de responder de la misma forma; el trabajo de Sheinbaum fue clave para mejorar la ciudad, refirió.

Se hizo un repaso extenso sobre el derecho a la movilidad, a la seguridad, al agua y a los desechos. Por ello, Cimacnoticias rescata los siguientes ejes fundamentales y que promete, serán parte crucial de su agenda a corto, mediano y largo plazo.

En materia de igualdad sustantiva prometió realizar un plan integral que considere, por lo menos 2 puntos: El sistema público de cuidados y la lucha contra la violencia de género.
Sobre esto último, como es bien sabido, Brugada es una de las mujeres funcionarias que más ha impulsado el asunto del cuidado; tema que no pudo faltar en su discurso y que, desde una perspectiva de género, fue el manifiesto más poderoso que refirió Brugada en su discurso:

«Lo único que no ha cambiado es el lugar de las mujeres como responsables del cuidado; los liberadores y conservadores se enfrentaban entre sí sobre ideas de la concepción, el estado y la sociedad, pero cuando se trataba de mujeres, sí se ponían de acuerdo: Las mujeres se quedan en casa. La revolución es la revolución de las mujeres, hay que liberarlas de la idea de que no hay otro destino del destino y valorar que el 24% del PIB produce el cuidado. ¡Esto parece esclavitud moderna!, la transformación es la revolución de las mujeres. Ninguna mujer será libre hasta que todas seamos libres, nuestra lucha es simple, queremos una sociedad donde el género no sea causa de desigualdad y qué mejor que en este momento histórico» (Clara Brugada)

En otros asuntos se refirió:

  • Creación de 2 nuevas líneas del metrobús que correrán por avenida circuito y periférico
  • 300 kilómetros adicionales de ciclovías
  • Agencias de gestión integral de residuos sólidos y 0 basura a mediano plazo
  • Priorizar la renta para las juventudes, creando un plan con posibilidad de compra
  • Detener la gentrificación e impulsando la vivienda digna de la población oriunda de la capital
  • Creación de 16 utopías, una por cada delegación para iniciar. Hacia el término del gobierno, prometió un total de 100.
  • Un camino metropolitano que conecta a la capital con la periferia mexiquense
  • Una vez a la semana el gobierno capitalino irá casa por casa a preguntarle a la ciudadanía qué necesita y posteriormente, atenderles de forma oportuna y veloz.
Fuente: Arantza Díaz

Clara Brugada terminó de hacer un repaso sobre sus proyecciones para su gobierno. Era momento de la siguiente vuelta: Las y los funcionarios abandonarían el recinto y afuera, las personas estaban listas para pelear a punta de codazos por una foto.

Y sobre María de Lourdes y a Lucero López, las mujeres al inicio de esta crónica lograron chocar los puños con Brugada, refieren que «fue la más amable». Tras horas de pie, ninguna de las dos mujeres refiere sentirse cansada, por el contrario, comparten en entrevista sentirse felices y satisfechas.

Ya van caminando hacia avenida 5 de mayo; se preparan para el evento afuera del teatro Metropolitan y para la caminata en el Zócalo que hará la mandataria por la tarde.
¿Y ya no se van a lavar la mano que chocaron con Brugada? ¡No, ya no!, responden las dos riéndose al unísono mientras se tapan la boca.

Llegando a 5 de mayo, aborda a otra mujer que tiene una gorra guinda, dice «Clara» y tiene bordados unos corazones. Se llama Nelly Torres y es de Azcapotzalco; ya va de camino a casa tras una jornada larga, eso sí, al igual que sus pares, María de Lourdes y Lucero, tampoco está cansada. Está feliz porque vio a Citlalli Hernández, a Brugada y a Sheinbaum.

¿En dónde compró su gorra? Esta es una gorra que me dieron en uno de los eventos a los que fui de Clara, yo la sigo desde hace muchos, muchos años, por eso me emociona ahora que sea nuestra jefa, que sea una mujer tan buena, tan noble y con muchas metas. Veo mucho futuro para nosotras, porque como dice, llegamos todas, dice Nelly.

Al preguntarle sobre las Utopías, se muestra emocionada, refiere que antes nadie daba nada, pero ahora, todos esos servicios de las «maravillosas utopías» son gratis y eso ayuda a las mujeres.

Yo le diría a Clara, dice Nelly, que estoy muy muy feliz que nos vea a nosotras, las mujeres, las que trabajamos, las que cuidamos, las que somos mamás, ella sabe que todas tenemos un valor muy grande.

Nelly se acomoda su gorra, se despide con un beso en la mejilla, no sin antes decir: ¡Alégrate, tú eres una jovencita! Esto es para todas. Sonríe con los dos puños apretados y sigue su camino a casa. Este es principio del final de la jornada de la investidura de la jefa de gobierno capitalino, pues a unos 10 minutos de ahí, Brugada celebra en el metropolitan y posteriormente, será momento de ajustarse los tenis para emprender su caminata hacia el Zócalo.