- La Espinita .
/ Andy S. K. Brown /
Censura y convenio$ en medios
INAI: Madrugada de vidrios rotos
La verdad no es sólo porque el reelecto dirigente nacional de lo poco que ya queda del PRI acerque cada vez más su andar político hacia los rumbos guinda de Morena, cada vez más escabrosos.
No. De eso no es de lo que se trata.
Conocedor de lo peligroso que se ha convertido caminar por las calles de CDMX, especialmente por Polanco, se hace escoltar por hasta 14 hombres trajeados de color negro y con caras malhumoradas.
Cierto que, como dijo el fallido candidato a alcalde de esa demarcación, hijo de papi Torruco, “Miguel Hidalgo es más peligroso que Iztapalapa”, pero creo que con un par de escoltas bien entrenados le hubiese bastado a Alito Moreno para hacer un recorrido seguro de apenas tres o cuatro calles: del hotel Intercontinental en Campos Elíseos, donde comió la tarde del martes, hasta las oficinas de la alicaída Fundación Colosio, en la avenida Julio Verne.
O sería, acaso, que con tantos acompañantes ¿quería llamar la atención?
¿Para qué? En el Zócalo y en Bucareli, dicen, ya lo tienen cada vez más a la mano.
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Gustavo Macalpin saltó a la fama nacional y, muy probablemente a la internacional, luego de que, en las benditas y a veces malditas redes sociales, como él les llama, se difundiera viralmente un videoclip de su rudo y grosero despido de la televisora mexicalense concesionada al juarense Luis Arnoldo Cabada.
Época de despidos en los medios de comunicación de periodistas que son “incómodos” a los politicastros de la 4T, tanto de los capitalinos como de los locales, a Macalpin se le concedió el “privilegio” de que su cese se diera en vivo, mientras transmitía su programa de crítica política Ciudadano 2.0.
Así actúan los propietarios y concesionarios de medios. A veces nadie los obliga, sino por iniciativa propia creen ver en peligro sus “convenio$” con los gobernantes: cuantiosas sumas de dinero, casi siempre en efectivo, a cambio de que difundan a sus personas, a su trabajo y hasta a sus aspiraciones, pero sobre todo para que no se les critique ni con el pétalo de una palabra.
En este caso fue por el maridito de la gobernadora Marina del Pilar de Torres. En otros, por personajes aún menos relevantes se han presentado casos similares.
Primero la lana. Después el servicio a la sociedad.
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La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, el régimen nazi coordinó una oleada de violencia antisemita en la Alemania hitleriana, la cual se conoce como Kristallnacht o “la noche de los cristales rotos”. El ataque recibió este nombre debido a los vidrios de los aparadores de negocios propiedad de judíos hechos añicos que cubrieron las calles después de la violencia.
En menor escala, la madrugada de este miércoles las puertas de vidrio del edificio que alberga al Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos, que ha estado bajo la mira despiadada de la 4T y de sus prosélitos, también fueron destrozadas con un par de pedradas lanzadas por un sujeto que, seguramente, es seguidor de López Obrador.
AMLO, como Hitler en su época, sembró el odio hacia todo aquello que no le gustaba.
Y el INAI no era de su agrado porque a través de él se conocieron las corruptelas multimillonarias de sus hijos, hermanos y otros miembros de su prolífica parentela. Por eso su infantiloide capricho de querer desaparecer a la institución.
¿Qué sigue tras esto, Andrés Manuel? ¿Más vidrios rotos? ¿Campos de concentración para quienes no piensen ni actúen como los charios?
¿Lo suscribe la presidente Sheinbaum?
@AndySKBrown1