Violencia política en razón de género alcanza a Sheinbaum a menos de 15 días de asumir el cargo.

*

17.10.2024 /Cimac Noticias.com / Ciudad de México.- A menos de dos semanas de que Claudia Sheinbaum realizara su toma de protesta para asumir la titularidad del poder ejecutivo y con ello, convertirse en la primera mujer presidenta en la historia de México, uno de los embates políticos más frecuentes no nace de la oposición, sino del machismo reiterado que la apunta, cuestiona e intenta golpear en razón a su género.

Sólo bastaron un par de días para que un comediante la nombrara «ama de casa» como parte de un sketch y pocos días después, culpó al periodista que lo entrevistó por haberlo hecho «de mala leche» y zanjar el tema con «si se ofendió, una disculpa».

«Sirvienta», como dice el caricaturista Antonio Garci Nieto –acusado actualmente por alterar con IA la imagen de la senadora Andrea Chavez-, se ha convertido en la palabra que representa uno de los primeros escuetos esfuerzos por sobajar el desempeño ejecutivo de una política que ha entrado en funciones hace menos de 15 días.

De hecho, durante la campaña de Sheinbaum, Garci Nieto la dibujó personificando a un perro; atada con una correa roja al cuello y mirando hacia la silla presidencial. Al final de la cinta, la mano de López Obrador jalaba con firmeza.

Esta comparación que relaciona a Sheinbaum como una pupila de AMLO la ha acompañado desde el anuncio de su candidatura y que obedece a un discurso de machismo.

«Se desconfía de la templanza y entereza de una mujer, cuando se parte del mito patriarcal de que las mujeres somos fundadas por los hombres y su mirada, por lo que han dicho y escrito de nosotras, olvidando nuestra valiosa existencia y presencia porque, aunque no hemos sido nombradas en la mayor parte de la historia del mundo, siempre hemos estado presentes, activas y siendo el germen de la vida» Margarita Mantilla, socióloga y maestra en género en entrevista para Cimacnoticias

Lee esta entrevista en: Sheinbaum ante el discurso machista que la acompaña de camino a la presidencia

Históricamente, el poder ha sido vertical y una pieza clave para la prosperidad del patriarcado. Esta superioridad y poderío ha sido ostentada por, mayoritariamente, hombres, lo que ha limitado la participación política, social y económica de las mujeres. Para que este poder de decisión y liderazgo se perpetúe, es necesaria la validación de otros, algo conocido como el poder autoafirmativo.

De acuerdo con el artículo académico El Machismo Silencioso, de la Universidad Pontificia de Madrid, escrito por María Isabel Gómez, este poder refiere la capacidad de decidir y autoafirmarse en el mundo bajo toda la legitimidad social solapada por el pacto patriarcal.

De esto deviene que cartones como el de Garci hayan sido permisibles y difundidos en medios de comunicación; no existió cuestionamiento al interior de las mesas editoriales sobre la figura del caricaturista que laboraba para El Financiero, a pesar de producir contenido violento como el registrado el pasado 14 de noviembre cuando, explícitamente, señaló a Sheinbaum por su aspecto físico.

Asimismo, es necesario apuntar que, en este mismo tenor del caricaturista, son sus colegas quienes han salido a defender su libre ejercicio periodístico a pesar de acarrear consigo una violencia política palpable desde hace años; nombrando despectivamente a mujeres como Luisa María Alcalde, a senadoras y produciendo mofa de la presidenta.

El pacto patriarcal y la violencia política en razón de género corren en la misma vena.

A menos de 15 días de asumir el cargo, se comienza a dibujar la extrema demanda y la lupa que se coloca con minuciosidad sobre el quehacer de la presidenta.

Algo que ya advertía la socióloga feminista Margarita Mantilla para Cimacnoticias, atajando que, si bien la presidenta no tiene por qué cargar con el peso de desmantelar el prejuicio machista sobre sus capacidades, sí es claro que se le demandará aún más en su cargo presidencial, en comparación con otros expresidentes; nadie cuestionaba que el mal obrar de Peña o Calderón tenía una condicionante de género, pero en el caso de Sheinbaum, todo paso erróneo o desafortunado, será hilado al prejuicio.

Esto último, también lo advirtió la antropologa feminista Marta Lamas en entrevista con Hernán Gómez para La Octava:

«(La llaman) sirvienta y ama de casa, habrá mucha misoginia y machismo, es una reacción de todos los países donde ha subido una mujer presidenta. Los presidentes que hemos tenido antes, cuando se equivocaban, se decía: Uy López Portillo se equivocó, pero no se decía, ¡los hombres no saben gobernar! Sheinbaum es ser humano y como ser humano tendrá tropezones, cuando pase, entonces se dirá: ¿ya ven?, ¡las mujeres no saben gobernar!» Marta Lamas

La violencia política en razón de género y su incidencia

Desde 2021, el Instituto Nacional Electoral ha documentado el número de agresiones políticas en razón de género y recientemente, lanzó el Registro Nacional de Personas Sancionadas (RNPS), un mecanismo que permite identificar a agresores y agresoras que han ejercido hostigamiento verbal, simbólico, psicológico, emocional o sexual.

De acuerdo con el RNPS, se han documentado 458 casos de violencia política en razón de género; 325 corresponden a hombres y 85 a mujeres.

Paralelamente, la entidad de Oaxaca acumula el mayor número de agresiones con 141, Veracruz con 46 y Tabasco con 37. En contracara, la Ciudad de México se encuentra al fondo de la lista supuestamente, como una de las entidades con menos agresiones con apenas 6.

Un dato importante para visibilizar de dónde emana esta violencia, es conocer a las y los responsables de estas agresiones. El INE expone que la principal fuente de violencia política en razón de género proviene de la ciudadanía ocupando 2 de cada 10 denuncias, el resto de las agresiones se conforma con los siguientes actores:

  • Presidenta o presidente municipal (19.76%)
  • Regidora o regidor (13.66%)
  • Periodista (10%)
  • Servidores públicos (4.39%)

Las principales agresiones han sido determinadas por el Tribunal Electoral como «grave ordinaria», «leve» y ordinaria, sólo se cuenta con un registro de 6 casos donde la agresión fue estipulada como «gravísima». En materia de sanciones, la medida «ninguna» figura como la principal acción tomada, posteriormente, la multa económica y la amonestación pública.