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/ Agustín Basilio de la Vega /
El 28 de diciembre de 1836, en Madrid, España, se firmó el Tratado de Paz y Amistad “Santa María-Calatrava” firmado entre México y España. En él se reconoce formalmente la independencia de la República Mexicana por parte de la Monarquía Española y se inician las relaciones de amistad y comercio entre los dos estados soberanos olvidando todos los agravios pasados cometidos por ambas partes. Este tratado lleva el nombre de los representantes plenipotenciarios de ambos gobiernos, en representación de México fue el veracruzano Don Miguel Santa María y por parte de España y de la Reina Isabel II, Don José María Calatrava.
En este tratado se pactó el olvido total de lo pasado, así como una amnistía general y completa para todos los españoles y mexicanos, sin excepción alguna ya que también durante la lucha de independencia se habían cometido crímenes contra los españoles como fueron asesinatos, expulsiones, destierros, encarcelamientos, etc. Con este tratado ambos gobiernos convinieron además de establecer una amistad entre ambas naciones, entablar un tratado de comercio y navegación. El tratado fue ratificado y publicado casi un año más tarde de su firma.
Cuando en 1861 ocurrió la crisis con La Tripe Alianza formada entre Francia Inglaterra y España, con el objetivo de exigir el pago de la deuda que México tenía con las tres potencias, el General español Joan Prim, negoció en los “Preliminares de la Soledad” la renegociación de la deuda y convenció a los ingleses de retirar ambos sus tropas y sus armadas respectivas, dejando sólo a Napoleón III con sus intenciones intervencionistas.
No se volvió a presentar otro incidente con España sino hasta el periodo de 1940-1976 en el que se rompieron relaciones diplomáticas con el gobierno del general Francisco Franco que había derrotado a los republicanos españoles durante la guerra civil. No obstante, lo anterior, el presidente de México, General Lázaro Cárdenas recibió a cientos de miles de refugiados españoles por tratase de una “inmigración apropiada” por ser personas de “nuestra raza” que “forman parte de nuestra nacionalidad”.
El 13 de enero de 1990 el Rey Juan Carlos y Doña Sofía visitaron México y en particular el Estado de Oaxaca donde se reunieron con representantes de siete etnias. Dentro del marco de la conmemoración del V Centenario del “Encuentro entre dos Mundos” el Rey lamentó los abusos a pesar de la protección que desde el Imperio de Carlos V se brindó a los indígenas en la Nueva España.
Hoy, el gobierno federal parece que desconoce u olvida uno de los primeros tratados internacionales que firmó México como Estado independiente pero peor aún, incita al resentimiento contra un pueblo amigo con el que estamos profundamente ligados por la sangre y la cultura. Si seguimos dando muestras de ignorancia y victimizándonos, los mexicanos difícilmente nos sentiremos orgullosos de nuestra esencia y será lento el progreso nacional.
X @basiliodelavega 20 de octubre de 2024