Los Tres García .

/ Ángel Álvaro Peña /

La madrugada del 3 de octubre de 1968, visitó sorpresivamente al presidente de la República para informar que el entonces embajador de Estados Unidos en México, Fulton Freeman, lo había convocado a encabezar un golpe de Estado contra el régimen político mexicano.

Los hechos de una tarde anterior podrían servir de base para la intentona violenta y tener en la figura del entonces secretario a alguien que la Casa Blanca pudiera manejar a su antojo. Era una oportunidad del vecino país para apropiarse de la voluntad política de nuestro país.

La jugarreta del entonces secretario de Gobernación, conjuntamente con traidores al movimiento estudiantil, había conducido a una trampa moral a los jóvenes mexicanos que luchaban por mayores libertades, con el fin de convertirse en presidente y lo logró.

Cualquier movimiento que, en ese momento, mencionara la Revolución Cubana era un enemigo para los intereses de la Casa Blanca, más aún luego de adoptar como hijos a los empresarios cubanos en Miami, propietarios de casinos, hoteles y centros de vicio.

El presidente del vecino país era Lyndon B. Johnson, debía justificar su mandato con logros personales, luego del asesinato de John F. Kennedy.

La sangre todavía manchaba la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, y los cuerpos de los estudiantes muertos, calientes. Las lágrimas correrían a lo largo de los años por la represión que mostraba que el gobierno tenía cancelados todos los caminos que pudieran conducir al diálogo con la población.

Marcelino García Barragán, entonces secretario de la Defensa Nacional, se decidió por la institucionalidad, la disciplina, el amor a la Patria. De otra manera, hubiera habido un retroceso de prácticamente un siglo para nuestra democracia.

México necesitaba solidez en las decisiones y patriotismo sin desgastes del exterior; sin embargo, la palabra del secretario de la Defensa, marcó el rumbo y el presidente debió sentirse no sólo agradecido sino comprometido con Don Marcelino y con México.

Marcelino García Barragán, quien participara, desde los 18 años, en la Revolución Mexicana, eligió la democracia y que México siguiera gobernado por un civil. Le debemos no sólo la institucionalidad al denunciar al embajador ante el Presidente, sino la vida social tranquila.

García Barragán había sido gobernador de Jalisco de 1943 a 1947. Tuvo dos hijos Marcelino y Javier, quien naciera en 1935 y siguiera la carrera política de su padre. Fue senador a los 35 años, para ser posteriormente Comandante de la Dirección Federal de Seguridad, durante el sexenio de José López Portillo, compitió, en su momento, por la candidatura a la Presidencia de la República. También fungió como secretario de la Reforma Agraria, presidente del CEN del PRI, secretario del Trabajo, y director General de la Lotería Nacional.

La presencia de García Paniagua en la política de seguridad política hizo escuela en la manera de mantener cualquier intento de injerencia en México de fuerzas subversivas dentro y fuera de nuestro territorio.

Javier García Paniagua, quien se casara dos veces, la primera con Olivia Morales García, procreando seis hijos: Javier García Morales, quien fue secretario general adjunto del comité nacional del PRI y murió asesinado el Guadalajara, Jalisco, el 7 de septiembre de 2011; Enoch García Morales; Dolores García Morales, Olivia García Morales; Claudia García Morales y Marcelo García Morales, quien fue diputado federal de 2000 a 2003. Su segundo matrimonio fue con la actriz María Sorté, con quien tuvo dos hijos: Adrián y Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.

Omar García Harfuch, es abogado, y ha dado la sorpresa combatiendo la inseguridad en México. A sus 42 años ha sido Comisionado de la Agencia de Investigación Criminal, en 2016, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, en 2024, senador de la República y, a partir del 1 de octubre de 2024, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, donde en pocos días obtuvo logros inéditos en el combate contra la delincuencia.

Con el encargo de la Presidenta Claudia Sheinbaum de otorgar prioridad a la seguridad de la población, tanto a los delitos de alto impacto como al combate al crimen organizado, reporto que en los primeros 39 días de su administración, han sido detenidas más de 3 mil personas en el país, y se han incautado significativas cantidades de armas y drogas.

La visión, la experiencia y el talento heredado de Omar García le ha ofrecido un amplio espectro para combatir una inseguridad que ha lacerado la vida de México.

Probablemente por su eficacia en el combate a la delincuencia el 26 de junio de 2020 a las 6:38 horas, sufrió un atentado cuando circulaba por la avenida Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación intentaron asesinarlo provocándole tres heridas por impacto de bala que no pusieron en riesgo su vida. Pero dos de sus escoltas y a una mujer, que circulaba por el lugar de la emboscada, fueron asesinados, hasta el momento 14 atacantes fueron detenidos.

Esta es la historia de tres generaciones de hombres que la historia de México tiene presentes y que seguramente seguirán dando mucho de qué hablar.

A pesar de haberse desarrollado en la soberanía nacional, la seguridad política, la defensa de la integridad de los mexicanos, la vida de estos tres personajes, los Tres García, su vida tiene una visión política importante que se añade a los esfuerzos de cada uno de ellos por tener un país cada día más digno elevando la calidad de vida de los mexicanos.

PEGA Y CORRE.- Ahora el clero llega al exceso de reprobar el destino del presupuesto, exigiendo, en voz del cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, mayor presupuesto para Jalisco. Acusa a los legisladores de no querer darle dinero a los estados que no sean de Morena, y luego son los sacerdotes quienes responsabilizan al gobierno de la polarización…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.